Desde mi perspectiva
José Francisco Bolaños Arquín
El presupuesto para el próximo año es por 8.9 billones de colones, cifra que aumentó en relación con 2016 en un12%, lo que equivale a unas cuatro veces la inflación esperada del 3%.
De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, el déficit fiscal girará alrededor del 6,4% del PIB y será financiado por dos vertientes: el 54% con ingresos corrientes y un 46% con préstamos internos y externos.
Así las cosas, el 32,8% de los egresos del presupuesto 2017 corresponden al pago de deuda por concepto de amortización e intereses; situación que crece peligrosamente ya que la deuda acumulada del Gobierno Central en el 2008 era del 25%, 2012 el 34.3%, 2014 el 39,5%, el 2016 el 46% y para el 2017 el 49,1% de la producción nacional.
Sin embargo, lo más preocupante es que parte de la deuda se ha venido destinando para cubrir salarios y pensiones con cargo al presupuesto.
Además, dentro del presupuesto se debe tomar en cuenta las partidas para salarios, educación, pensiones, transferencias y otros para un total del 92% y solamente un 8% se puede destinar de acuerdo con prioridades.
Un presupuesto con poca elasticidad en un país con muchas necesidades como las inversiones en infraestructura que presenta un atraso de décadas y en donde se destina únicamente un 5,2%, cantidad que resulta insuficiente para mejorar la competitividad, la calidad de vida de los ciudadanos y para lograr una mayor atracción de inversión extranjera directa.
Nuestro país requiere de una moderna reforma fiscal que genere nuevos ingresos. Sin embargo, los logros ante nuevos ingresos tributarios serán mínimos, si no se da una mejora sustancial en la calidad y disminución del gasto público; en donde se contemple entre otros un ordenamiento del empleo público y se analice con lupa algunos gastos como: pago de asesorías, pluses salariales abusivos, pensiones de lujo y horas extras para nombrar algunos.
Con un déficit fiscal en crecimiento al igual que la deuda, podría en el corto plazo presionar un aumento en las tasas de interés para préstamos en colones.
En relación con el tipo de cambio, este ha acumulado un crecimiento del 3,3% en los últimos cinco meses, un aumento en el precio del dólar y mayores tasas de interés de monedas extranjeras, que han provocado una disminución de los préstamos en dólares.
En la actualidad, nuestro país ha contado con grandes ventajas ya que a nivel mundial han prevalecido bajas tasas de interés (que han comenzado a subir levemente), se han mantenido los precios bajos del petróleo y del acero, situación que podría cambiar en un futuro no muy lejano.
Hay que tener presente que la evasión fiscal es muy alta y se calcula entre el 6% y 8% y el contrabando en un 3.5% del PIB. El pasado 8 de setiembre, se aprobó por parte de la Asamblea Legislativa, en primer debate el proyecto de Ley que pretende mejorar la lucha contra el fraude fiscal, incrementar la recaudación, disminuir la evasión fiscal y el lavado de capitales, entre otras medidas. Ante estos esfuerzos, es de esperar mejoras sustanciales que acorten la brecha entre los ingresos y gastos.
También es necesario entrarle de lleno a una restructuración y modernización del Estado Costarricense. Se cuenta con más de 300 entidades públicas donde en muchas de ellas predominan los trámites lentos, engorrosos y una marcada duplicidad de funciones.
Para este año 2016, se espera un crecimiento del 4,2%, sin embargo la pobreza se ha mantenido estable y con pocas variaciones en un 22% y el desempleo en 9,7%. Situación que amerita incrementar los esfuerzos y estrategias para crear las condiciones y crecer en los próximos años en un 8%. Se debe tener presente que esta situación afecta principalmente a jóvenes y madres solteras.
Por todo lo anterior es que nuestro país debe alcanzar una sólida y permanente estabilidad económica política y social, contamos con todos los elementos para lograrlo, la tarea no es fácil pero entre todos podemos conseguirlo.
– Administrador de Negocios