Por qué opto por una candidatura presidencial

Sigifredo Aiza
sigifredoai@gmail.com

Sigifredo Aiza

Con la presentación de mi postulación a la Candidatura, han surgido una serie de cuestionamientos sobre mi intención y sobre las motivaciones que me han impulsado a ofrecer a consulta pública mi nombre, para ocupar la Candidatura y posteriormente la Presidencia de la República en el período 2018-2022.

Algunos me han preguntado el por qué he guardado silencio durante muchos años, sobre el estado de cosas, que me han parecido equivocadas dentro del PLN. Otros me han indicado que he ocupado puestos públicos, atendiendo a una “diputación hereditaria”. Algunos me señalan como el instrumento de los políticos tradicionales, para desviar la atención sobre los problemas que enfrenta Liberación Nacional.

Quiero en este artículo dar respuesta a esas y otras preguntas que subyacen entre los liberacionistas en particular y los costarricenses en general.
En primer lugar, debo afirmar contundentemente qué por mi carácter, no tengo ni la tolerancia ni la paciencia de ser instrumento de una tercera persona, ni fuera ni dentro de Liberación Nacional, para alcanzar los intereses de sectores con los que no comparto su manera de actuar. Mi condición de médico me ha permitido, a lo largo de mi vida, forjar mi carácter y mi comportamiento a partir de mis vivencias y del contacto cotidiano con cientos de seres humanos.

No tengo el temperamento para realizar una actividad servil o prestarme para que otros crezcan a costillas de mentiras o engaños. En mi vida privada y profesional soy un hombre consecuente y de una sola moral.

Esta actitud ante mi vida profesional, pública y privada me permite expresar orgullosa e inmodestamente, que a diferencia de muchos quienes han ocupado puestos políticos en Liberación Nacional, cada vez que se me ha elegido para servir en la función pública, he sometido mi nombre a la consulta de mis conciudadanos. Mi última diputación la gané en una consulta pública, obteniendo la mayor cantidad de votos, en toda la Provincia de Guanacaste.

Este triunfo que me condujo por segunda vez a representar a mi provincia en la Asamblea Legislativa, me permitió madurar y reflexionar sobre las tareas, acciones y decisiones impulsadas por la dirigencia tradicional del Partido Liberación Nacional, ante las que no he callado y, al contrario, me he opuesto reiteradamente.

Al lado del Dr. Carlos Manuel Castillo Morales y siguiendo las enseñanzas de los padres fundadores de Liberación Nacional, puedo afirmar que lo que motiva mi participación en política, parte de un compromiso de trabajo, que conduzca a buscar el bienestar para el mayor número, tal como se consigna en la Proclama de Santa María de Dota. De esto son testigos fieles, quienes me conocen, las personas que han trabajado cerca de mí o quienes han visto mi accionar a lo largo de mi vida.

Desde mi formación de médico, he procurado que mi vida privada y pública sea orientada por un afán de servicio. Esta orientación ha motivado la cercanía y la confianza entre los que me han visto actuar personal y profesionalmente.

Tengo que afirmarlo contundentemente: No soy político de carrera, no requiero del pago de un salario proveniente de la política para vivir. Mi familia y yo dependemos económicamente de lo que produce mi trabajo: de lo que me he ganado con el ejercicio de la medicina.

Conozco y he reflexionado sobre los problemas nacionales. Quiero someter al escrutinio de los costarricenses mis propuestas de atención y solución de algunos de ellos.

A estos temas, y a mi perspectiva de atención y solución me estaré refiriendo próximamente.

No estoy postulando mi nombre para discutir con los políticos tradicionales quien debe o no ser el Candidato de Liberación Nacional. Estoy presentando mi nombre con el afán de atender e intentar resolver los problemas nacionales desde una nueva perspectiva. Otros ya han tenido su oportunidad y los problemas prevalecen.

Parto de la premisa de que en la resolución de estos problemas debemos participar todos los costarricenses, quienes me acompañen dentro de Liberación Nacional y quienes no lo hagan: La solución de los problemas nacionales debemos emprenderla entre todos, o sencillamente continuarán perjudicándonos a todos, particularmente a los más débiles de nuestra sociedad.

Contrario a lo que algunos costarricenses piensan, estoy convencido que es desde la trinchera de Liberación Nacional, desde donde se puede librar esta batalla. Ningún otro partido político, ni emergente ni tradicional, existente en el espectro político costarricense ha demostrado la capacidad de atender y resolver los problemas que aquejan nuestra sociedad.

Estoy convencido de que la mayoría de los integrantes del Partido Liberación Nacional somos gente buena y bien intencionada. De igual manera que no puede nadie cerrar los ojos ante los errores que también han cometido algunos malos costarricenses que, militando en el Partido Liberación Nacional o en otros partidos políticos tradicionales, se han apropiado o han despilfarrado los fondos públicos, haciendo un profundo daño a las finanzas públicas, a la credibilidad de nuestro partido y del sistema político democrático, del que disfrutamos en esta Tierra bendita en que Dios nos ha permitido vivir.

A lo largo de los años de militancia en el Partido Liberación Nacional, me he enfrentado a los políticos tradicionales de mi partido. He discrepado fuertemente con algunos de ellos y con sus propuestas, que solo se han orientado en mantener el estado de cosas vigente para beneficio propio o de su grupo y que yo, personalmente no he compartido.

Estos son algunos de los temas en los que he disentido:

1. La forma de escogencia de los diputados: Fui de los que, con otro compañero, dimos una dura pelea, para que los candidatos a diputados se escogieran en forma directa, para desterrar el amiguismo y la incondicionalidad como requisito para ser diputado. Obligamos a la dirigencia de ese momento a ir a un referéndum para preguntarle a los liberacionistas cómo querían escoger sus candidatos a diputados. Más del 90% votó que en forma directa. Desgraciadamente solo una vez se implementó, 4 años después, un expresidente que hoy quiere volver a ser candidato, lo derogó, ilegalmente creo yo, para retroceder en democracia y así designar a dedo, un grupo de diputados que siguieran sus indicaciones sin discusión alguna.

En mi caso particular, yo en esa elección directa, le propuse mi nombre a los guanacastecos y obtuve la mayor votación de la provincia, consiguiendo el primer lugar de la papeleta. No pedí bendición de ningún político tradicional, solamente la anuencia de los guanacastecos para representarlos en la Asamblea Legislativa.

Ya como diputado, propuse introducir en el código electoral EL VOTO PREFERENTE, logré introducirlo en el proyecto de mayoría que fue dictaminado, pero los diputados nombrados por ese mismo expresidente, lo sacaron del proyecto, privando a los costarricenses de una escogencia más democrática de sus diputados.

2. Fui de los diputados que hice observaciones al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. En las actas de la Asamblea Legislativa se consignó mi posición y, cuando en la administración posterior se inició el trámite de discusión del tratado, las primeras siete u ocho naciones para enmienda del tratado fueron presentadas por este servidor, Sigifredo Aiza, actuando como diputado. Esas posiciones, por cierto, fueron defendidas por los diputados del PAC, ya que mi período como diputado había terminado.

Luego apoyé la propuesta del NO en el referéndum, no porque esté en contra del comercio con los Estados Unidos, sino por las condiciones desiguales en que nos dejaba ese tratado.

3. He discrepado con las prácticas de minería a cielo abierto por las adversas consecuencias ambientales que conlleva. Creo firmemente que tenemos la obligación de heredar a los que vienen, a nuestros hijos y nietos, un planeta sano. Yo soy reforestador y conservacionista y creo que debemos reciclar los desechos. Mi posición no es una pose política, practico lo que pienso y digo.

4. Discrepo de quienes creen que toda nuestra comida debemos comprarla. Creo en nuestra independencia y seguridad alimentaria. Discrepo abiertamente de la posición de algunos políticos tradicionales que han dicho lo contrario, aunque ahora, por cálculo político, se manifiesten a favor de los productores nacionales.

5. He discrepado de los manejos anormales de fondos públicos, que nos tienen endeudados hasta el cuello. En las actas de la Comisión de Hacendarios dejé plasmada mi posición cuando fui miembro de esta comisión, en dos legislaturas.

6. Discrepo del enfoque que se ha desarrollado en relación con el narcotráfico. Considero que hay que buscar mecanismos para atacar de manera efectiva este delito. He sido muy crítico cuando políticos tradicionales han recibido dinero del narcotráfico para financiar sus campañas. Mi posición también está en las actas de la Asamblea Legislativa cuando fui miembro de la Comisión de Narcotráfico.

Podría seguir enumerando situaciones y conflictos que en el paso por la política he tenido con los políticos tradicionales, pero ya tendremos tiempo para eso a lo largo de esta campaña.

Años atrás estábamos sólo a disposición de lo que opinaban los grandes medios de comunicación. Eran ellos los que creaban la opinión y la mandaban digerida a todos los sectores sociales. Los costarricenses no teníamos posibilidad de emitir nuestro criterio. Estos medios le daban cabida y espacio sólo a quienes pensaban como ellos, lo que contribuía a deformar la opinión pública nacional, ajustándola únicamente a sus intereses.

No tengo nada que ver con los políticos tradicionales de mi partido. Liberación Nacional es un partido que nació para resguardar la pureza del sufragio, la lucha contra la pobreza, para respetar la independencia de poderes, para construir un país solidario.

Algunos comentarios me intentan ligar con los políticos tradicionales del Partido Liberación Nacional. Ante esta situación, debo decirles que están alejados de la realidad. Todo lo contrario, yo Sigifredo Aiza tengo una larga historia de enfrentamiento con estos políticos tradicionales, como lo demuestro en los párrafos anteriores.

Por eso me presento sin el respaldo de esos políticos tradicionales, apoyado por gente honesta que me ha estimulado a dar este paso, sin esperar bendiciones de nadie, ni tener que pedirles permiso a los altos jerarcas o expresidentes liberacionistas.

Mi iniciativa busca darle a Costa Rica y a Liberación Nacional una opción de trabajo, de experiencia y hacer las cosas con honestidad, sin dobles discursos, pensando en el bienestar de las mayorías y no de un pequeño grupo. Mi propuesta se sustenta en la premisa de que entre los costarricenses debemos repartir riqueza y no pobreza.

Les propongo que hagamos juntos ustedes y yo la diferencia, y tomar las decisiones que nos permitan como sociedad, crecer por el camino de la igualdad y la solidaridad social.

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Un comentario

  1. Eladio Méndez Rojas

    Una realidad que hay que cambiar y si solo unidos se podrá lograr. Adelante y que con la ayuda de Dios y los costarricenses se pueda lograr este cambio tan necesario.

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