Nathaniel Meyersohn
Tesla ha rechazado anteriores intentos de los trabajadores de sindicarse, pero el sindicato United Auto Workers espera que el éxito de la huelga contra Ford, General Motors y Stellantis le ayude a realizar avances en Tesla.
La afiliación a la UAW ha disminuido en las últimas décadas, y la industria automovilística se está pasando a los vehículos eléctricos. Hasta ahora, las plantas de baterías y de producción de vehículos eléctricos en los Estados Unidos no han estado en su mayoría sindicadas. Para crecer, la UAW tendrá que introducirse en las plantas de vehículos eléctricos.
«Tesla es la mayor amenaza a largo plazo para los salarios y beneficios de la UAW. La UAW no tiene otra opción que enfrentarse a [Tesla]», afirma John Logan, profesor de estudios laborales y de empleo en la Universidad Estatal de San Francisco (California).
Tesla controla alrededor del 60% del mercado de vehículos eléctricos en los Estados Unidos, y Detroit y los fabricantes de automóviles extranjeros del Sur norteamericano aceleran para alcanzarla. Los trabajadores de Tesla ganan de media unos 55 dólares la hora en salarios y prestaciones, frente a los entre 66 y 71 dólares la hora de las Tres Grandes de Detroit, según cálculos del sector.
Los trabajadores de Tesla han intentado organizarse sindicalmente al menos en tres ocasiones. Pero la empresa, dirigida por Elon Musk, ha sido difícil de penetrar para los sindicatos debido a las débiles protecciones para organizarse sindicalmente en los Estados Unidos, a las tácticas agresivas de Tesla y a la estrategia de Tesla de conceder a los trabajadores de la fábrica opciones sobre acciones, una rareza en la industria del automóvil.
«Tesla hará todo lo posible para impedir la creación de sindicatos», ha afirmado Logan.
Tesla no respondió a la solicitud de comentarios de CNN.
Sindicalización en los Estados Unidos
Sindicalizarse en los Estados Unidos resulta mucho más difícil que en la mayoría de los demás países.
En los países europeos existe la negociación sectorial, en la que sindicatos y empresarios negocian acuerdos para sectores enteros de la economía o para distintas categorías de trabajadores. En los Estados Unidos, sin embargo, son los empresarios y los sindicatos los que negocian esos acuerdos.
«Sindicalizarse en los Estados Unidos supone una ardua batalla», afirma Risa Lieberwitz, catedrática de Derecho Laboral de la Facultad de Relaciones Industriales y Laborales de la Universidad de Cornell.
Para sindicar un centro de trabajo, los organizadores laborales deben conseguir que al menos el 30% de los trabajadores tengan carné de un sindicato. Una vez alcanzado ese umbral, la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) supervisa la votación del sindicato. A menudo, las empresas intentan persuadir a los trabajadores para que no voten a favor de un sindicato, contratando a consultores «antisindicales» para disuadir a los empleados y debilitar los esfuerzos de sindicación de los trabajadores.
Aun en el caso de que la mayoría de los trabajadores vote a favor de un sindicato, las negociaciones sobre salarios, prestaciones y otros aspectos pueden prolongarse durante años.
Por lo general, los empleadores tampoco cuentan con suficientes medidas disuasorias si vulneran el derecho de los trabajadores a organizarse en virtud de la Ley Nacional de Relaciones Laborales, que prohíbe a los empleadores interferir en el derecho de los trabajadores a organizarse o formar un sindicato, ha señalado Lieberwitz.
Muchos empleados, contratados a voluntad, evitan las actividades sindicales por temor a represalias.
«En virtud de las leyes, las empresas tienen una clara ventaja. Tienen todo el poder económico sobre los empleados», afirmó.
Hostilidad hacia los sindicatos
Tesla tiene más de 120.000 trabajadores en todo el mundo y dispone de instalaciones de producción en los Estados Unidos en Fremont (California), Austin (Texas), Sparks (Nevada) y Buffalo (Nueva York).
La empresa ha adoptado una enérgica postura antisindical.
La NLRB ha mencionado en repetidas ocasiones a Tesla y Musk por actividades antisindicales ilegales o indebidas, como interrogar a los empleados y aplicar medidas disciplinarias o discriminar de alguna otra forma a los empleados porque apoyan la sindicación.
Este año, Tesla despidió a más de treinta trabajadores que apoyaban a un sindicato emergente en sus instalaciones de Buffalo, pocos días después de que se anunciara la iniciativa de organizarse sindicalmente.
El sindicato, Tesla Workers United, presentó una denuncia ante la NLRB alegando que la empresa había despedido ilegalmente a sus partidarios (Tesla afirmó en una entrada de su blog que las alegaciones de que había despedido a empleados en respuesta a una nueva campaña sindical eran falsas, y la empresa atribuyó los despidos a malas valoraciones de su rendimiento).
El año pasado, la NLRB declaró ilegal que Tesla prohibiera a sus empleados llevar camisetas con logotipos e insignias sindicales.
Musk también ha manifestado su oposición a los sindicatos y se enfrentó a la ira de la agencia cuando le ordenó que borrara un tuit de 2018 en el que declaraba que los empleados perderían sus opciones sobre acciones si formaban un sindicato.
«Se trata de las típicas prácticas laborales desleales que envían un mensaje muy claro a los empleados de que su patrono les vigila. Con eso se puede liquidar o disuadir a los empleados de participar en actividades sindicales», ha declarado Lieberwitz.
Musk, que es el hombre más rico del mundo y posee la plataforma de medios sociales X, SpaceX y otras empresas, representa un elemento disuasorio para los sindicatos, declaró.
«Musk llama mucho la atención por sus bravuconadas, lo que puede aumentar el miedo de los empleados», explica. «Tienen esta actividad antisindical a su alrededor».
Para dificultar la sindicación, Tesla ofrece a los trabajadores de producción opciones sobre acciones, que suelen tener un periodo de carencia de cuatro años, por lo que los empleados deben permanecer en Tesla para cobrarlas. Tesla es una de las empresas de mayor valor del mundo, y algunos trabajadores de producción se han hecho millonarios con sus acciones en Tesla, ha declarado Musk.
Las acciones de Tesla tuvieron en 2022 su peor año de la historia, perdiendo un 65% de su valor, lo que debilitó la importancia de las opciones sobre acciones para los empleados. Pero las acciones se han recuperado este año, duplicándose con creces en 2023.
«Tesla intenta hacer creer que si estás sindicado no vas a recibir acciones», ha declarado Bryan Schwartz, un abogado que ha representado a empleados de Tesla en demandas contra la empresa, incluida una demanda colectiva en curso por discriminación racial (Tesla ha calificado la demanda de «semillero de desinformación»).
Si los empleados votaran en favor de estar representados por un sindicato, está claro que las valiosas opciones sobre acciones que ya se les habían concedido no podrían revocarse, afirman los expertos.
Enfrentarse a Tesla
La UAW parece dispuesta a volver a intentar organizar sindicalmente Tesla de acuerdo con un nuevo liderazgo más agresivo y un sólido apoyo público a los sindicatos.
«Los trabajadores de todo el sector de vehículos eléctricos y baterías, Tesla incluidoa están hablando de formar sindicatos para garantizar que la transición a la energía verde proporcione puestos de trabajo de calidad», ha declarado Mike Miller, uno de los directores regionales de la UAW.
Miller no quiso dar más detalles sobre la iniciativa de Tesla.
Según los expertos, si la UAW es capaz de garantizar un acuerdo sólido en el caso de los fabricantes de automóviles de Detroit, podría ser una herramienta de reclutamiento importante para organizar a los trabajadores de Tesla y del sector de vehículos eléctricos.
El presidente de UAW, Shawn Fain, que suele denunciar a la «clase multimillonaria», llamó recientemente la atención sobre Musk en lo que podría ser anticipo de una campaña más sostenida contra Tesla.
«La mayoría de los trabajadores de esas empresas están luchando por salir adelante como para que directores ejecutivos codiciosos y gente ambiciosa como Elon Musk puedan construirse más cohetes y propulsarse al espacio exterior», es lo que ha declarado Fain a la cadena CBS. «Y eso es inaceptable».
Nathaniel Meyersohn es redactor de la sección de Economía de la cadena CNN. Es colaborador de la revista digital Slate y trabajó anteriormente para HBO, BuzzFeed.
Fuente: CNN, 12 de octubre de 2023
Traducción: Lucas Antón para sinpermiso.info