¿Por los márgenes del horizonte de eventos…? (Parte II y final)

Cuando los elefantes se pelean, dañan el pasto…

Caryl Alonso Jiménez

Caryl Alonso

La frase inferior que acompaña el título de la columna es atribuida a un proverbio africano antiguo, y repetido en la novela anónima “Las mil y una noches” (Edición Longseller, 2005), que contiene en su dimensión política una elevada interpretación en los escenarios contemporáneos, y que resulta ser la metáfora para comprender los ambientes geopolíticos globales que están atemperando el termómetro planetario.

Es innegable, el espacio con mayor énfasis del debate geopolítico surgido por los acontecimientos del domingo anterior en el oriente próximo, cambiaron las variables del análisis y pronósticos teóricos, que tradicionalmente la academia y think Tank desarrollan sobre contextos geográficos altamente sensibles, pero que esta vez no coincidieron. No por fallas teóricas, sino por la dinámica inductiva de las confrontaciones.

Es verdad, la teoría política no se centra en el estudio de los pronósticos; sino en las causas e implicaciones de todos aquellos acontecimientos políticos que constituyan fenómenos que, por su magnitud, duración y consecuencias, produzcan tendencias hacia un hecho predecible u otros, que derivados del mismo, generen olas de consecuencias que incidan en contextos económicos y sociales.

En la metodología del estudio político es indisoluble que toda explicación del fenómeno social, sea comprendida a partir de series de hechos del pasado, en los que guste o no, explican el presente, y que permite en combinaciones de análisis de diversas variables, ejercicios de anticipación de futuros. Pero bajo ninguna circunstancia puede catalogarse de pronóstico, la ciencia política no hace pronósticos ni juega a las adivinanzas coloquiales.
Para los analistas de geopolítica y estudios de coyuntura, el uso extendido de la táctica de incertidumbre, técnica puesta ahora en el escenario de la realidad, que por extraño que parezca, está sustituyendo la certeza en el comportamiento de los ambientes políticos… con vasos comunicantes que alcanzan escenarios financieros y el comercio.

Es imposible negar que el fenómeno político global está emitiendo señales confusas sobre la nueva reconfiguración geopolítica global…y seguramente, que es lo más probable, se tendrá un nuevo escenario en temporalidades cercanas.

Aunque la disposición de variables puede hacer caer en la tentación del uso de escenarios supuestos combinadas con altas dosis de especulación, e intencionalmente mal divulgadas, que puedan llegar a confundir a decisores políticos e inversores.

Una corriente de estudios de coyuntura geopolítica, principalmente medios, está optando al parecer por los Estudios de Futuro (Forecasting), que podrían convertirse en el instrumento para el análisis de riesgos globales y geográficos específicos, no solo para comprender el fenómeno geopolítico; sino para identificar todas aquellas variables de riesgo y sus consecuencias, que por su alta sensibilidad solamente pueden divulgarse con sistemas de estricta verificación y evidencia confirmada.

Lo que es real, es que el cambio en términos teóricos contemporáneos de la comprensión de la realidad, evoluciona mediante la gigantesca sucesión de fenómenos y acontecimientos simultáneos que están produciendo altos volúmenes de información que, excepto para quienes tienen la capacidad de uso de sistemas de alta tecnología, el resto no lo procesa, sino se a limitan interpretaciones geográficas más locales y regionales.

Aunque existen otros analistas y estrategas, uno de los principales analistas del pensamiento geopolítico de USA en el siglo XX, fue Zbigniew Brzezinski (1928-2017), reconocido estratega que aborda variables aplicadas a la temperatura contemporánea a partir de perspectivas de USA, siguiendo los desafios geopolíticos emergentes, que se destacan en su libro, “El gran tablero mundial” (1997), que aún hoy tiene vigencia en los análisis geoestratégicos.

Sin embargo las circunstancias geográficas, aunque pudieran parecer distantes, nunca deben considerarse óbice para dejar de comprender que los fenómenos globales tienen golpeteos locales… los carburantes, las importaciones/exportaciones y el consumo de bienes pueda resentirse, incluyendo las remesas.

Ya no son los años de la separación del paralelo 38 norte de las Coreas de los años cincuenta y que se prolongó hasta los ochentas…. Con la temporada fría más atemperada del siglo, y que se extendió a los ambientes socio políticos y económicos, hasta crear los abismos que hoy separan el mundo de las ideas…alejando consensos.

Vale recordar aquella juventud que abrigaba ideas inusitadas y alta imaginación, inducidos por la desviación de la época, como creer en la existencia alienígenas que nunca llegaron en platillos voladores y la amenaza de un mundo que podría entrar en barrena. Pero no ocurrió, ni los platillos voladores aparecieron y tampoco el mundo termino. ¿Cuál era el propósito de confusiones de semejante tamaño…?

En aquel momento la idea era la distracción de los grandes acontecimientos que transformaron el mundo para siempre y preparaba el entorno para no entender absolutamente nada. La táctica eran las alegres confusiones. ¿Qué tanto aprendimos del siglo XX? Lo que queda claro es que el Reloj del Juicio Final se encuentra a 89 segundos de la media noche, en uno de los momentos cruciales para la humanidad… pero nadie dice nada.

Vale hoy recordar las proféticas palabras de Su Santidad el Papa Francisco, quien siempre tuvo la razón en reiteradas llamadas a los líderes mundiales para encontrar la paz y recodarles con insistencia que, “la guerra es la derrota de las sociedades contemporáneas…” Pero, ¿Aceptaremos la derrota..?

¿En los límites del horizonte de eventos…? (Parte I)

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