Papel moneda y los nuevos billetes de Costa Rica

Francisco Picado Vargas

Introducción

El ser humano siempre ha necesitado desde sus inicios como sociedad del intercambio de productos para su mejor bienestar. Así nació el trueque.

Con el paso del tiempo y la diversidad de los productos el trueque se vuelve poco práctico, surgiendo la necesidad de encontrar un medio de intercambio que facilitara el mismo dando paso al desarrollo de las monedas, que en su inicio fueron semillas, huesos y demás objetos de algún valor social hasta el descubrimiento de los metales donde empezaron a acuñarse las primeras monedas.

Al volverse las monedas poco prácticas, para su traslado se vieron en la necesidad de desarrollar o buscar otro medio, naciendo así los billetes.

En el presente trabajando encontraremos una pequeña reseña de los inicios del papel moneda en la historia y aprovecharemos la oportunidad para mostrar los diseños de los nuevos billetes que circularán en Costa Rica a partir de la segunda mitad del 2010.

Los billetes aparecen como una solución a los problemas de acumulación que generaba el uso de metales (monedas, o instrumentos acuñados) al momento de contar reservas o hacer negocios. Como es lógico, la necesidad de mejorar el intercambio y la velocidad de las transacciones, hace que aparezca el papel moneda, como un elemento facilitador. La aparición del papel moneda, no tiene una ubicación histórica específica, existen antecedentes del uso del papel moneda en la China, e incluso existían medios de cambios parecidos en algunas culturas antiguas.

El uso moderno del papel moneda, aparece cuando el patrón oro deja de utilizarse y nace el monetarismo moderno, podemos ubicarnos en el Siglo XIX y comienzos del Siglo XX, para observar las primeras apariciones de monedas nacionales. Los billetes hoy generan medidas de valor y de cambio, y existen asociaciones que hacen de la numismática1 toda una pasión. La mayoría de los países tiene su propio sistema monetario e imprime su propio dinero. Hecho de papel, este dinero tiene muy poco valor intrínseco. Como medio de curso legal, sin embargo, los billetes de papel representan un específico valor monetario decretado por el gobierno. La cantidad de dinero que necesitan los negocios de un país está determinada, principalmente, por la cantidad de bienes y servicios en circulación. Normalmente, cuanto mayor es el volumen de bienes y servicios, mayor cantidad de dinero necesita un país. Durante los periodos de expansión de la producción, la cantidad de unidades monetarias en circulación tiende a aumentar, mientras que durante las recesiones disminuye. Para facilitar el comercio internacional se utilizan determinadas unidades monetarias. Por ejemplo, todo el comercio de petróleo se realiza en dólares estadounidenses; cada vez más, dentro de la Unión Europea (UE) se contabilizan utilizando el Euro.

Dos nuevos billetes circulan en Costa Rica a partir del segundo semestre del 2010. Se trata de denominaciones de ¢20.000 y ¢50.000 (este hasta el 2012). Además de esa emisión, el Banco Central pusó en circulación nuevos billetes de ¢1.000, ¢2.000, ¢5.000 y ¢10.000, que cambiaron de diseño, color y tamaño. El Banco Central acordó las nuevas denominaciones (¢20.000 y ¢50.000) con base en un modelo de estimación de billetes en circulación.

Ricardo Rodríguez, director de Tesorería del Banco Central, explicó que el modelo recomienda introducir nuevas denominaciones cuando el papel de más alto valor concentra el 60% o más de la emisión monetaria (cantidad de dinero disponible en la economía).

Esto sucede actualmente con los billetes de ¢10.000. En circulación hay ¢321.000 millones en billetes de ¢ 10.000, que concentran el 70% de la emisión monetaria total, que asciende a ¢455.000 millones (excepto las monedas).

Habrá dos nuevas denominaciones para procurando prevenir que en el futuro la emisión se concentre en la de ¢20.000.

Nuevos tamaños

La impresión de los nuevos billetes de ¢1.000, ¢2.000. ¢5.000 y ¢10.000 se hizo debido a una orden que hace cinco años giró la Sala Constitucional.

Ese Tribunal indicó al Central que en la emisión del 2010 se dieran facilidades para que los no videntes distingan el valor de los papeles.

Para cumplir con la disposición, el Central acordó variar la longitud de los nuevos billetes. Por ejemplo, el de ¢1.000 no mide 156 milímetros (como los existentes), si no 125 milímetros.

A partir del billete de ¢1.000, las denominaciones siguientes aumentarán siete milímetros de longitud, hasta llegar al de ¢50.000, que mide 160 milímetros de largo. En todos los casos se conservan los 67 milímetros de ancho.

Para determinar esos tamaños, el Banco Central se basó en la experiencia de México y Australia.

Se desistió de utilizar como modelo el euro porque son distintos en largo y alto entre sí, lo que hacen incómodos y difíciles de llevar en las billeteras.

La última emisión de billetes, que salió a inicios de 2010 tuvo un costo de $3,5 millones.

Para el Banco Central, la impresión que se hizo no significa un costo mayor, porque los billetes se deterioran, tienen una vida útil de seis meses a un año. De manera que cada dos años se mandan a hacer nuevos.

¿Cuánto cuesta?

El costo de imprimir un billete se estima en ¢25, por lo que, por ejemplo, por un billete de ¢1.000 el Banco tiene un señoreaje (ganancia entre el valor metal y el valor facial de la moneda) de ¢975. Sin embargo, el ente no registra este tipo de ganancia.

El Banco Central también estudia la alternativa de imprimir una parte de los nuevos billetes en plástico. El plástico tiene una vida útil mayor que la del papel y el costo por billete es de ¢50. Veinticinco países usan el plástico.

Para la impresión de los nuevos seis tipos de billetes se abrió un concurso internacional y participan los fabricantes inscritos en el registro de proveedores de la institución.

Las últimas impresiones de billetes las ganó la compañía francesa François Charles Oberthur. En el mundo existen otras firmas que se dedican a ese negocio, como Thomas de la Rue (Inglaterra), G&D (Alemania), Canadian Bank Note (Canadá).

Cambiaron colores, personajes y se desecharán billetes viejos

En el 2012 el tucán que adorna el billete de ¢5.000 pasará a la historia. Igual suerte correrán los personajes que aparecen en el anverso de los actuales billetes de ¢1.000, ¢2.000 y ¢10.000.

Esas denominaciones también cambiaron de color y otros próceres acompañarán las billeteras de los costarricenses. Además, se incluyen los nuevos billetes de ¢20.000 y ¢50.000.

Los papeles de ¢1.000 tienen como motivo el bosque tropical seco y mantienen el color rojo; los de ¢2.000 resaltan los arrecifes de coral en azul; los de ¢5.000 llevan impreso un manglar en amarillo, los de ¢10.000 el bosque tropical húmedo y son verdes; los de ¢20.000 tienen un páramo en anaranjado y los de ¢50.000 el bosque tropical nuboso en morado.

Con la llegada de los nuevos billetes, los viejos serán destruidos por el fuego. Para recogerlos, el Banco Central tendrá seis meses de plazo.
Por mes, la entidad quema 1,5 millones de billetes que se encuentran en mal estado.

Actualmente hay 84 millones de billetes en circulación. Juntos suman ¢455.000 millones. Los que más se emiten son los de ¢10.000, de los cuales hay 32,1 millones.

https://cambiopolitico.com/nuevos-billetes-de-sustrato-de-polimero-circularan-a-partir-del-26-de-noviembre/142551/

CURIOSIDADES

 
¿Cómo se fabrican los billetes?

Se hacen fuera del país. En la fábrica de papel se les coloca la marca de agua, que se ve a contraluz; también se les ponen otros elementos que reaccionan con la luz fluorescente, como medidas de seguridad. En la imprenta se procesan 50 billetes por lámina, se les coloca la tipografía, los relieves y el color.

Fecha

La que aparece en la parte superior del billete es el día en que los directivos del Banco Central acordaron mandar a imprimir los billetes.

Largo

En el 2010 el billete de ¢1.000 será de 125 milímetros de largo, el de ¢2.000 de 132 milímetros, el de ¢5.000 de 139 milímetros y el de ¢10.000 de 146 milímetros. El nuevo de ¢20.000 será de 153 milímetros de largo y el de ¢50.000 de 160 milímetros.

Conclusión

A pesar del uso de otros medios de pago, sobre todo los de tipo electrónico y del gran auge que tienen en la actualidad las tarjetas de débito y crédito, el papel moneda sigue siendo necesario en nuestras sociedades modernas. Éste ha sobrevivido a los avances de nuestra sociedad, adaptándose a los tiempos modernos y a las distintas necesidades de las personas.

Así que lejos de desaparecer, seguirá existiendo, no solo como medio de pago insustituible para muchas transacciones de uso diario, sino que también seguirá siendo objeto de culto para aquellos que, atraídos por la belleza de sus diseños y por el bagaje cultural que representan, seguirán coleccionándolos como expresiones artísticas que también son.

AMBAS CARAS DE LOS NUEVOS BILLETES

Billete 1000

Billete 1000

Billete de ¢1.000
Características
Tamaño: 125 x 67 mm
Sustrato: Polipropileno
Color Predominantes: Rojo
Personaje: Braulio Carrillo Colina
Motivo: Escudo del Estado de Costa Rica

Billete 2000

Billete 2000

Billete de ¢2.000
Características
Tamaño: 132 x 67 mm
Sustrato: Papel 100% fibra de algodón
Color Predominantes: Azul
Personaje: Mauro Fernández Acuña
Motivo: Colegio Superior de Señoritas

Billete 5000

Billete 5000

Billete de ¢5.000
Características
Tamaño: 139 x 67 mm
Sustrato: Papel 100% fibra de algodón
Color Predominantes: Amarillo
Personaje: Alfredo González Flores
Motivo: Banco Internacional

Billete 10000

Billete 10000

Billete de ¢10.000
Características
Tamaño: 146 x 67 mm
Sustrato: Papel 100% fibra de algodón
Color Predominantes: Verde
Personaje: José Figueres Ferrer
Motivo: Abolición del ejército

Billete 20000

Billete 20000

Billete de ¢20.000
Características
Tamaño: 153 x 67 mm
Sustrato: Papel 100% fibra de algodón
Color Predominantes: Anaranjado
Personaje: María Isabel Carvajal “Carmen Lyra”
Motivo: Ilustraciones cuentos de mi tía Panchita Reverso

Billete 50000

Billete 50000

Billete de ¢50.000
Características
Tamaño: 160 x 67 mm
Sustrato: Papel 100% fibra de algodón
Color Predominantes: Morado
Personaje: Ricardo Jiménez Oreamuno
Motivo: Corte Suprema de Justicia

Bibliografía

http://www.gestiopolis.com/recursos/experto/catsexp/pagans/eco/no9/historiabilletes.htm
– Artículo de la periodista Hassel Fallas (hasselfallas@nacion.com) tomado de La Nación, 30 de enero del 2008. Costa Rica. Versión digital. (http://wvw.nacion.com/ln_ee/2008/enero/30/economia1403562.html)

Notas

1. Proviene de la palabra latina «Numisma» y ésta del griego «Nomisma» derivada de «Nomos» que significa costumbre o convención. La numismática es una ciencia auxiliar de la historia que estudia las monedas y las medallas. Se denomina igualmente así al coleccionismo de dichas piezas. Es particularmente útil en investigaciones de historia antigua -especialmente griega y romana- y en arqueología como criterio de datación.

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