Ornitorrinco político

Pandemia

Yayo Vicente

El ornitorrinco (Ornithorhynchus anatinus) es una rareza biológica, son los únicos mamíferos que ponen huevos en lugar de parir crías vivas. Es inusual, tiene un hocico en forma de pico de pato, cola de castor y patas de nutria, los machos tienen un espolón que libera veneno. Tiene patas palmeadas, su gran hocico es ancho, plano y cubierto de una piel suave, rasgos más parecidos a los encontrados en un pato.

Tiene menos receptores olfativos que los otros mamíferos, pero puede oler bajo el agua con su receptor vomeronasal. Mantiene una temperatura corporal de 31-32 °C, que contrasta con los 38 °C típicos de los mamíferos placentarios. Su mandíbula está configurada de manera diferente a la de otros mamíferos. Tiene huesos adicionales en la cintura escapular, incluida una interclavícula y muestra algunos rasgos reptilianos en su esqueleto. Tiene un andar semejante a los reptiles, con las patas situadas en los lados del cuerpo.

Son los únicos mamíferos que localizan sus presas, mediante campos eléctricos (electrorrecepción). Las hembras tienen un par de ovarios, pero solo el izquierdo es funcional. Los recién nacidos son alimentados con leche, carece de pezones y la leche se libera a través de los poros de la piel que las crías lamen.

El ornitorrinco político que estamos haciendo en Costa Rica

La reparación de daños luego de los estragos que nos dejará la pandemia sanitaria, será un trabajo largo, de varios años. Si no lo hacemos con las reglas del estado de derecho y la disciplina democrática acostumbrada, los años se pueden convertir en décadas. No se puede jugar fútbol profesional en una cancha sin marcar, no sabríamos cuando una falta es penal o cuando la bola se sale del campo de juego.

La CCSS quedará seriamente herida, ha tenido que incurrir en esfuerzos financieros no planeados y será una colosal tarea sacarla adelante y después robustecerla. Nuestro sistema de salud, ha sido un gran equilibrador social y está arraigada al ADN de nuestra identidad nacional. Además, ha sido un elemento fundamental para responder al COVID-19. Justificaciones de sobra tenemos para sacarla adelante en los años venideros.

Tenemos que salir de la crisis fiscal sin destruir el resto del estado de bienestar. Las instituciones sociales restantes, son tan importantes como la misma CCSS. Por supuesto que el reto de reactivar la economía, es impostergable. Necesitamos trabajos y crecer a tasas razonables.

No se trata de satanizar las protestas, explicaciones las hay para las nuestras y también para las que se han dado a lo largo de la historia, en distintas partes. Tratemos de explicar los bloqueos recientes. Después veremos si los bloqueos son justificados.

Es usual que la mejora democrática sea antecedida por protestas, pero también con propuestas. La Segunda República de Costa Rica, inició en 1938, con un grupo de estudiantes de la Escuela de Derecho, que evoluciona en el Centro de Estudios de los Problemas Nacionales, con la orientación y el entusiasmo por la política nacional de Roberto Brenes Mesén y el pensamiento económico de Rodrigo Facio Brenes. El estudio y pragmatismo de don Pepe, termina de darle cuerpo a un movimiento político, lleno de novedades socialdemócratas y que llega al poder con la Revolución del 48, que conserva y escala las propuestas sociales de Rafael Ángel Calderón Guardia.

Las protestas no son en política un fin en sí mismas, son el medio para hacer realidad nuevos planteamientos.

Con una economía seriamente comprometida por la pandemia sanitaria, le agregamos bloqueos y agravamos todo. Destruimos ilusiones, esperanzas, nos disparamos al pie y nos alejamos del trabajo que debemos de acometer. El ornitorrinco político no nos lleva a ningún lado.

El gobierno no puede gobernar

Etimológicamente se cuenta que cuando los turcos estaban a punto de conquistar Constantinopla, los sabios de Bizancio, en lugar de preocuparse de defenderse de los enemigos, perdían el tiempo discutiendo acerca del sexo de los ángeles.

Discutir sobre el sexo de los ángeles, es dedicarse a los asuntos sin importancia, cuando hay temas más importantes de los que preocuparse. El PAC y sus gobiernos se forman en la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, tal vez en el distrito de San Pedro de Montes de Oca. Un grupo de intelectuales académicos, en un paradigma sesgado que no vive, piensa o anhela parecido al resto del país.

Su agenda progresista en campos como el matrimonio igualitario, el aborto terapéutico, son nimiedades y hasta temas ofensivos, para quienes pasan hambre y apenas sobreviven, para los empresarios, los agricultores, los emprendedores, cada uno con su carga de problemas. Eso genera una crisis de legitimidad. Buena parte del país no se siente representado por su Presidente, en una democracia que es representativa, es falsear la piedra angular de la construcción democrática.

En estas circunstancias, cuando el Gobierno debe asumir un liderazgo insustituible, no puede. Se le forman mesas de discusión por doquier, cámaras empresariales llenando el vacío presidencial, organizaciones no políticas resolviendo asuntos políticos. ¡La mesa patas para arriba!

¿Quién gana y quién pierde?

En una crisis, lo usual es que los ricos se hagan más ricos y los pobres más pobres. Se requiere más que bloqueos y reducción de medidas sanitarias, para revertir ese proceso. El FMI está para recurrir a él, en estas terribles circunstancias. Negarse a hacerlo es equivalente a dejar que la economía se ajuste sola.

Una devaluación, en la que la paridad del colón con las divisas fuertes se aumente cinco veces, es lo mismo que rebajar las pensiones y los salarios cinco veces. Veríamos desaparecer muchos productos de la mesa, arreglar con una lata de atún toda una olla de arroz. Los ricos conservarán sus propiedades, sus fortunas en el exterior y mucho ahorro en productos no devaluables. Los asalariados y pensionados serán quienes más se estrujarán.

Entrar en modo no pago (“default”), implica devolvernos muchas décadas. Botar por la borda, años de esfuerzo nacional. Y el acuerdo con el FMI no será el único acomodo para “resetear” al país. Salir de la tempestad será un recorrido largo, en el que debemos aprender a compartir el sacrificio.

Ojalá Célimo Guido supiera algo de economía o pensara más en las consecuencias para el pueblo de Costa Rica. Sus bloqueos son un berrinche sin ton ni son. No llevan a ningún lado [conveniente]. UCAEP tiene su propia agenda, destruir el estado de bienestar es un ideal del que ya gozan sus multinacionales en la mayor parte de América Latina.

Pongamos los pies en la tierra, el presidente Carlos Alvarado Quesada es hasta el 8 de mayo del 2022, el presidente de todos. Respetemos su investidura y su mandato. Conversemos y hasta negociemos con las autoridades políticas. Los bloqueos, berrinches y desmanes, son un peligroso ornitorrinco político, alejado de la manera probada como hemos resuelto siempre nuestros problemas.

PANDEMIA. El fenómeno salud-enfermedad, es complejo y cuando se escala a una población, se le suman infinidad de nuevas variables, haciéndose todavía más intricado. Poner en palabras simples lo que todavía no termino de comprender, ha sido mi reto durante la pandemia por COVID-19.

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Un comentario

  1. Gustavo Elizondo

    Los artículos de Yayo y Guido se complementan muy bien, excelente análisis, aparte de dialogar hay que analizar, estudiar, proponer. Bien por este par de queridos amigos.

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