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Camilo Rodríguez Chaverri
Costa Rica tiene que establecer una cruzada contra la violencia. Este es el único país del mundo que ha vivido más de medio siglo son ejército. Es un país civilista, pacifista, solidarista, cooperativista… Ahora que hubo una grandísima cantidad de cubanos en nuestra frontera, vimos a un país solidario, que se organizó en la zona rural para darle lo mejor de su vida, de su realidad y entorno a los hermanos cubanos. Hasta una fiesta de quince años le celebraron a una muchacha cubana, haciendo todo tipo de rejuntas y colectas.
Este país, y el país que camina en la Romería y el país que se moviliza cuando hay una tragedia en favor de sus hermanos costarricenses, ese es el país que me mueve, que me conmueve, el país del que soy parte… Pero también hay manifestaciones peligrosas en el país. Una de esas manifestaciones en la violencia en los estadios. Hay que enfrentar esa violencia con inteligencia, con decencia, y también con autoridad. Las barras bravas, violentas, agresivas, xenofóbicas, racistas, intolerantes, las barras que son así, de todos los equipos grandes del país, deben ser expulsadas de los estadios. Así como Cartaginés decidió sacar de su estadio a la gente violenta que da mal ejemplo y hace que corra peligro serio la gente decente que va al estadio, así todos los equipos grandes deben acabar con los mafiosos y delincuentes que se llaman, supuestamente, parte de una barra de un equipo de futbol. Hay que acabar con la violencia en los estadios. A toda costa. Sin respeto o tolerancia por el agresivo y el violento. De la misma manera, hay que acabar con manifestaciones de irrespeto a la autoridad y a la vida, como la de los galleros que detuvieron a funcionarios públicos y que dijeron que no los soltaban hasta que les dieran sus gallos decomisados. Eso es como que un narcotraficante detenga a la policía y diga que la suelta solo sí le devuelven su mercancía ilícita. Las galleras no son permitidas en Costa Rica. Son soeces y crueles. Son manifestaciones de salvajismo. Hay que combatirlas.
También hay que hacer algo con la violencia contra los animales y la violencia en sí de los animales. Por un lado, es buena y muy necesaria la legislación contra el maltrato animal. Son horrendas las peleas de perros, y siempre están vinculadas con narcotráfico y contrabando. Y es grave que se maltrate a los perros, a los gatos, las mascotas en general en nuestro país. Pero también se maltrata a muchos caballos en los topes. Por ejemplo, se conoció la tragedia de un animal que cayó en una alcantarilla en Palmares y fue dejado ahí por su dueño. Asimismo, hay que actuar en cuanto a los perros peligrosos. No puede ser que haya más de trescientos ataques de perros en un año y no caiga la autoridad sobre sus dueños o dueñas. Así como hay que prohibir el maltrato animal, hay que prohibir la tenencia de perros de razas violentas. Así como no se puede tener un arma sin permiso, no deberíamos permitir que ciertas razas de animales persistan en el país.
De la misma manera, ya hay que hacer algo contra las corridas de toros a la tica. Es mucha le gente que queda lisiada, lesionada de por vida, discapacitada. Nadie se hace cargo de las consecuencias. Y es obscena la percepción costarricense de que las corridas son buenas solamente si el toro lesiona a una persona, o a varias. ¿Y el toro? ¿Quién ha pensado en el estrés y el sufrimiento del toro? Debemos combatir la violencia en todos los rincones de la patria.
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