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Mayo 27, 2024
Redacción
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó de “trágico error” el ataque en el sur de Gaza que dejó casi medio centenar de muertos, según autoridades palestinas.
TEL AVIV — Israel enfrentó nuevas críticas el lunes debido a los ataques en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, que, según funcionarios palestinos, dejaron al menos 45 muertos, incluidos desplazados que vivían en tiendas de campaña que se incendiaron. El primer ministro Benjamin Netanyahu calificó el suceso como un «trágico error» y anunció que Israel está llevando a cabo una investigación.
Las críticas internacionales hacia Israel por su conflicto con Hamás siguen aumentando, incluso por parte de algunos de sus aliados más cercanos, como Estados Unidos, que han mostrado indignación por la muerte de civiles. Israel asegura que cumple con las leyes internacionales, aunque enfrenta escrutinio en los principales tribunales del mundo, uno de los cuales exigió la semana pasada que detuviera su ofensiva en Rafah.
Israel informó que está investigando la muerte de civiles, afirmando que el ataque tuvo como objetivo una instalación de Hamás y resultó en la muerte de dos líderes milicianos. El ataque del domingo por la noche, considerado uno de los más mortales del conflicto, elevó el número de muertos palestinos a más de 36.000, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre combatientes y civiles en su conteo.
En un discurso ante el Parlamento de Israel el lunes, Netanyahu declaró: “A pesar de nuestros máximos esfuerzos por no herir a civiles inocentes, anoche ocurrió un trágico error. Estamos investigando el incidente y llegaremos a una conclusión porque es nuestra norma”.
Mohammed Abuassa, quien se apresuró al lugar de los hechos en el vecindario de Tel al-Sultan, en el noroeste de Rafah, describió el horror: “Sacamos a personas que estaban en un estado insoportable. Sacamos a niños en pedazos. Sacamos a jóvenes y a ancianos. El incendio en el campamento fue irreal”.
El Ministerio de Salud de Gaza informó que aproximadamente la mitad de los fallecidos eran mujeres, niños y ancianos. El lunes, niños descalzos rebuscaban entre los escombros ennegrecidos mientras continuaba la búsqueda.
Francia, un cercano aliado europeo de Israel, expresó su «indignación» por la violencia.
«Estas operaciones deben detenerse. No hay zonas seguras en Rafah para los civiles palestinos. Exijo un respeto total a la ley internacional y un cese del fuego inmediato», publicó Emmanuel Macron en la red social X.
Rafah, situada en el extremo sur de Gaza, en la frontera con Egipto, ha albergado a más de un millón de personas desplazadas de otras partes del territorio, aproximadamente la mitad de la población de Gaza. La mayoría volvió a huir cuando Israel lanzó una incursión limitada en la zona hace unas semanas. Cientos de miles de personas se encuentran en campamentos de carpas, en condiciones precarias y saturadas, tanto dentro como en las afueras de la ciudad.
En otro incidente separado, el ejército de Egipto informó que uno de sus soldados fue muerto a tiros durante un intercambio de fuego en la zona de Rafah, sin proporcionar más detalles. Israel señaló que está en contacto con las autoridades egipcias y ambas partes están investigando el hecho.
Netanyahu afirmó que Israel debe destruir lo que considera los últimos bastiones de Hamás en Rafah. El grupo miliciano lanzó el domingo una serie de cohetes desde la ciudad hacia el densamente poblado centro de Israel, haciendo sonar las sirenas antiaéreas, pero sin causar heridos.
El ministro de Defensa de Italia, Guido Crosetto, advirtió que bombardeos como el de Rafah tendrán repercusiones a largo plazo para Israel.
“Israel, con esta decisión, está propagando odio, sembrando un resentimiento que afectará a sus hijos y nietos. Hubiera preferido otra decisión”, declaró a SKY TG24.
