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El bajo (del latín bassus: ‘grave, bajo’) es el cantante con la voz masculina más grave, con un timbre muy oscuro. En ópera un bajo es un cantante lírico masculino capaz de alcanzar el rango más grave de la voz humana.
Según el Harvard Dictionary of Music, la tesitura de bajo va desde un mi2 hasta undo4, y según el Grove Music va desde un fa2 hasta un mi4. Sin embargo, es ampliamente conocido en el mundo operístico que un bajo debe dar como mínimo elfa4, considerándose en ocasiones el fa#4 e incluso el sol4 para los papeles considerados de divo.
En obras corales, en general, cuando un compositor compone una parte para bajo, utiliza un registro más estrecho (más fácil de cantar): desde un sol2 a un si3.
En música académica europea, particularmente en ópera, existen distinciones entre los distintos tipos de bajo:
El bajo profundo o bajo noble es un cantante con una voz particularmente profunda (una gran potencia y riqueza en graves), al tiempo, que mantiene los agudos firmes.
Los rusos tienen una larga tradición en la utilización de los bajos profundos. De hecho, la música litúrgica cantada en la Iglesia Ortodoxa hace frecuente uso de esta voz. Igualmente, en la tradición popular rusa, el bajo juega un papel muy importante.
Para ejemplificar todo esto presentamos dos canciones sacras de la liturgia rusa así como un aire popular interpretado por uno de los más conocidos bajos profundos rusos: Ivan Rebroff. Igualmente, dejamos dos ejemplos de bajo profundo en la operística europea:
1. Canción sacra rusa
2. W. Mozart: de la ópera “La Flauta Mágica”, O Isis und Osiris
3. C. Monteverdi: “Incoronazione di Poppea”
4. Música popular rusa