Múnich, 16 sep (dpa) – Con dos golpes de martillo, el alcalde de Múnich abrió hoy al mediodía el primer barril de cerveza y dio comienzo a la tradicional Fiesta de la Cerveza con el grito «O’zapft is!» (¡Ya está abierto!, en bávaro).
Acto seguido, Dieter Reiter le entregó la primera jarra de cerveza al primer ministro de Baviera, Markus Söder, y brindó con él por la nueva edición de la fiesta también conocida como «Wiesn» (abreviatura de «Theresienwiese», el «Prado de Teresa», el lugar donde se celebra el evento).
El estruendo de los petardos anunció la apertura de la fiesta y de los grifos de cerveza.
Bajo un sol radiante, los taberneros de la «Oktoberfest» llegaron al recinto del festival en coches de caballos. Después de una lluviosa edición en 2022, con temperaturas que en ocasiones llegaron a los diez grados, ahora esperan un tiempo soleado y otoñal para los próximos días del festival.
A primera hora de la mañana, los primeros fanes de la «Wiesn» esperaban a que abriera el recinto del festival, en su mayoría portando el «dirndl», el vestido femenino tradicional, o los «lederhosen», los pantalones de cuero masculinos.
Cuando se abrieron las puertas, hacia las 9:00 horas locales, cientos de personas corrieron hacia las carpas del festival para conseguir un buen sitio.
Entre los asistentes al festival, estaba el bisnieto del último rey bávaro, Franz Herzog von Bayern.
Se esperan unos seis millones de visitantes hasta el 3 de octubre, como mínimo. El año pasado tan solo acudieron unos 5,7 millones de visitantes, aunque en esta edición ya no hay preocupaciones por el coronavirus.
El festival en 2023 durará 18 días, dos más de lo habitual. Se lo ha prolongado más allá del primer fin de semana de octubre, hasta el 3 de octubre, que será martes.
La cerveza de la «Oktoberfest» tiene más mosto original que la cerveza tipo Helles (rubia). Además, el contenido de alcohol es un punto porcentual más alto, entre el 5,9 y el 6,3 por ciento.
La tradición es beber al menos una jarra de cerveza de un litro, conocida como «Mass», que este año costará entre 12,60 y 14,5 euros (13,50 y 15,50 dólares).
Las elecciones estatales de Baviera del 8 de octubre no desempeñarán ningún papel durante la fiesta. Las normas prohíben los actos políticos, incluidas las campañas electorales.
La policía está de servicio con unos 600 agentes. En el puesto de socorro de Wiesn hay 450 paramédicos y 55 médicos. Además, más de 2.000 vigilantes ayudan en las entradas y en las carpas.