Ereván, 3 nov (dpa) – La ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, inició hoy su visita a Armenia depositando una corona de flores en el monumento a las víctimas del genocidio armenio de la Primera Guerra Mundial.
Posteriormente, Baerbock tiene previsto reunirse con su colega armenio, Ararat Mirzoyán, en la capital, Ereván.
El programa de la ministra alemana incluye una reunión con el jefe del Gobierno armenio, Nikol Pashinyán.
El tema central de la visita de dos días a la región caucásica en conflicto en torno a Nagorno-Karabaj es la situación de los más de 100.000 habitantes de origen armenio que han huido de la región.
El ejército de Azerbaiyán forzó la rendición del ejército local en Nagorno-Karabaj el 19 de septiembre. Armenia habla de reasentamiento forzoso, en tanto Azerbaiyán argumenta que la gente abandonó Nagorno-Karabaj por voluntad propia y que no hay motivos para huir.
Este sábado, Baerbock dialogará con su homólogo de Exteriores de Azerbaiyán, Jeyhun Bayramov, en Bakú, la capital azerbaiyana.
Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), los armenios fueron perseguidos sistemáticamente en el Imperio Otomano y también enviados a marchas de la muerte al desierto sirio. Los historiadores hablan de hasta 1,5 millones de víctimas en 1915 y 1916. Turquía, como sucesora legal del Imperio Otomano, admite la muerte de entre 300.000 y 500.000 armenios durante la guerra y lamenta las masacres. Sin embargo, rechaza tajantemente cualquier categorización como genocidio.
En 2016, el Parlamento alemán (Bundestag) aprobó una resolución que calificaba de «genocidio» las atrocidades cometidas contra los armenios en el Imperio Otomano hace 100 años.