Geison Valverde Méndez
Hoy nos enfrentamos a una amenaza clara y directa. Este es un mensaje de alerta para miles de habitantes de Limón, Sarapiquí, San Carlos: sus tierras, su futuro, están bajo ataque. Este gobierno, que debería protegerlos, en su lugar, busca arrebatarles lo que es suyo.El presidente Chaves dijo recientemente que “el destino de Limón no es un destino abandonado”. Pero, ¿cómo creer en sus palabras cuando las acciones del gobierno revelan otra realidad?
Hoy dos documentos desnudan el verdadero rostro de este gobierno.
El primero, que ya está vigente, es el “Reglamento para el Cobro de Arriendos en terrenos Ubicados en la Finca Propiedad de JAPDEVA NÚMERO 96658”. Este reglamento es un golpe bajo para ustedes, ciudadanos, el cual se aprobó sin escuchar a los pueblos afectados.
JAPDEVA, sin consultar a las municipalidades afectadas ni expropiar a los poseedores, se apropió de 132 mil hectáreas de tierra, tierra que ustedes y sus familias han trabajado y defendido durante generaciones.
Y ahora, pretenden convertirlos en inquilinos en sus propias tierras, sometidos a los caprichos de un Estado que se niega a reconocer sus derechos.
Es mentira, como lo han dicho las autoridades de JAPDEVA, que este reglamento sea solo para solucionar el problema de los bonos de vivienda.
No señores, este reglamento es de aplicación general, es obligatorio para todos los ciudadanos, y una vez publicado, el gobierno está obligado a aplicarlo a todas las personas, bajo pena de incumplimiento de deberes.
Hablemos claro: lo que pretenden no es solo un alquiler, es un asalto a su patrimonio.
Por ejemplo:
- Si su propiedad tiene un valor de 30 millones de colones, deberán pagar 75 mil colones al año si es de uso agropecuario.
- 300 mil colones si es una casa de habitación.
- 450 mil colones si es de uso comercial.
- ¡Y de 750 mil colones hasta un millón y medio de colones si es de uso hotelero!
Y si el valor de la propiedad sube, el alquiler también subirá.
No nos vengan con la historia que es solo por un tema de bonos. Esto no lo estoy inventando yo. Lo establece el artículo 8 del reglamento. Esto no es justicia. Es un abuso. Es un ataque al patrimonio de cada familia.
Y no se detienen ahí. ¡Hasta las áreas de uso público, administradas por asociaciones de desarrollo, deberán pagar alquiler! ¿Y quién decide el monto? JAPDEVA. De nuevo, lean la parte final del artículo 8.
¿A quién habrá que pedirle permiso para realizar mejoras en sus propias construcciones? A JAPDEVA.
Doña Susy Wing, le recomiendo leer el artículo 23 del reglamento.
¿Quién puede rescindir el contrato? JAPDEVA. ¡Y lo podrán hacer unilateralmente, cuando así lo considere la administración!
Reitero, esto no lo soñé. Lo establecen los artículos 28 y 29 del reglamento. Este reglamento es dictatorial. Es un ataque a su libertad, a su seguridad, a su futuro.
No, señor Presidente Chaves: Limón no necesita inquilinos en su propia tierra. Limón necesita propietarios. Necesita justicia. Necesita respeto.
Por eso, los diputados de Limón apoyamos y votamos el proyecto 23495, la “LEY PARA RECONOCER EL DERECHO DE PROPIEDAD A LOS POSEEDORES EN LA FINCA DE JAPDEVA 96658” que ya se encuentra en la lista del plenario. Esa es la verdadera solución a la inseguridad jurídica que enfrentan miles de costarricenses. Ahí es donde las familias claman por el apoyo de este gobierno.
Es más, si este gobierno quisiera generar desarrollo en esas tierras la Ley Constitutiva de JAPDEVA, en su artículo 2, le autoriza a adjudicar las tierras a sus legítimos poseedores. Pero de seguro este gobierno no lo hará, porque ahora encontraron una gallinita que les dará huevos de oro.
Por favor, No más mentiras. No más engaños. No más intentos de despojo disfrazados de legalidad.
Pero las injusticias no terminan aquí. El segundo documento es el “Reglamento de Navegación y Cabotaje en la Red de los Canales del Norte”, que ya lo publicaron y tampoco se ha consultado en las comunidades. Con este reglamento el gobierno, por medio de JAPDEVA, pretende cobrar un peaje sobre la movilidad de los ciudadanos, afectando a estudiantes, trabajadores, personas enfermas, y a toda la población que depende de estos canales.
Este peaje sería un golpe devastador para las familias que se transportan por estos canales, conectando comunidades como Barra de Colorado, Tortuguero, Parismina y Matina.
Pregunto: ¿Es este el futuro que queremos? ¿Es este el destino que Limón merece?
Ciudadanos: No nos engañemos. No nos dejemos vencer. No caigan en esta trampa legal. No firmen esos contratos de alquiler. No entreguen su derecho de posesión. Hacerlo sería matar su posibilidad de reclamar un título de propiedad en el futuro, cuando un gobierno con mejores intenciones quiera reconocerles lo que es suyo.
Hago un llamado a todas las comunidades, desde Moín hasta Boca de San Carlos: únanse, defiendan sus derechos, y tomen el destino en sus propias manos. Ustedes son fuertes. Ustedes son valientes. Ustedes no se doblegarán ante ningún reglamento dictatorial.
A mis coterráneos les digo: Limón no está solo. Limón no se rinde. Limón no se vende. ¡Luchemos por lo que es nuestro!
– Diputado