Marta Esquivel ¡retírese ya de la CCSS!

Paulina María Ramírez Portuguez

Paulina Ramírez

Los mismos que con tanta ligereza e ignorancia se atreven a cuestionar el trabajo INDEPENDIENTE y OBJETIVO del Ministerio Público, son los mismos que tiempo atrás se dieron el lujo de “denunciar” un mega caso de fraude fiscal a partir de “pruebas” obtenidas en un video de “Tik Tok”.

La Caja es una institución que NO PODEMOS descuidar. Que existen aspectos que deben mejorarse, pues sí. Que necesita incluso hasta replantear o remozar su misión institucional, claro está. Pero su esencia EMINENTEMENTE SOCIAL a favor de la población costarricense no puede cambiar. Ese punto ni siquiera es negociable.
Lo que si tiene que cambiarse, con carácter de urgencia, es la dirección de mando. Marta Esquivel Rodríguez NO PUEDE seguir al frente de la institución. Quiérase o no, su gestión ACABÓ. Su figura se encuentra deteriorada y desgastada hace muchísimo tiempo. Su estilo de “trabajo” nunca ha sido del agrado de los diversos sectores que integran la Caja. Prácticamente, nadie la quiere.

El daño que Marta Esquivel Rodríguez le ha hecho a la Caja, como dicen los abogados, es de cuantía inestimable. En tan solo 24 meses ejerciendo la Presidencia Ejecutiva de esta noble institución, son más los desaciertos que las cosas buenas. No lo digo yo, así lo dictan algunos hechos que pueden ser fácilmente verificados:

  1. Bajo su mandato NO HA EXISTIDO voluntad política para acelerar acuerdos de pago que permitan cancelar, o al menos amortizar razonable y sostenidamente, la GIGANTESCA DEUDA que mantiene el Estado con la Caja. Según datos de la propia institución, la deuda acumulada al 30 de junio de 2024 ya alcanzaba los ¢4 billones, de los cuales ¢3,25 billones corresponden al Seguro de Salud y ¢685.576 millones al Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte. Este último no debería tener ninguna conciliación.
  2. Un informe de la propia Auditoría de la Caja, dado a conocer meses atrás, puso al descubierto el ROTUNDO FRACASO de la llamada “Ruta de la Salud” para reducir las listas de espera de pacientes que esperan por algún servicio médico. Lejos de reducirse las listas de espera, la cantidad de pacientes que esperan una cita en consulta externa, una evaluación diagnóstica o una cirugía, no para de crecer. En abril del año pasado, eran un millón de pacientes y en abril de 2024 pasaron a ser un millón doscientos treinta y tres mil.
  3. A pesar de múltiples criterios técnicos, científicos y hasta legales sobre la pertinencia y viabilidad de la construcción del nuevo hospital de Cartago, Marta Esquivel Rodríguez ha tenido una actitud obstinada, reacia e infundada sobre este proyecto. Finalmente, lograron que la empresa adjudicada dejara sin efecto la propuesta. Mientras tanto, más de 600.000 personas continúan recibiendo atención médica en condiciones insalubres e inhumanas que ponen en riesgo los derechos fundamentales a la vida y la salud. Se valen de mentiras para sostener una posición contraria al hospital, mientras que los discursos incendiarios resultan peligrosos para la atracción de inversiones.
  4. Presuntas irregularidades en el proceso licitatorio para la administración de 138 EBAIS por parte de cooperativas de salud. Esto es lo que podríamos llamar la “cereza en el pastel”. Según la Fiscalía y la Auditoría Interna de la Caja, se habría favorecido a determinados oferentes pese a que los precios propuestos eran excesivos, lo que podría haber generado un perjuicio económico de más de ¢12.400 millones al año.

Puedo seguir enumerando hechos irregulares, como, por ejemplo, el pago de salarios por arriba del monto permitido y casos de persecución laboral

Ustedes me corrigen, pero en toda la historia de la Caja desde su creación en 1941, no ha existido una figura MÁS NEFASTA, NEGATIVA Y DESASTROSA que Marta Esquivel Rodríguez. Lo que se esperaba de su mandato era eficiencia, transparencia y, sobre todo, un compromiso genuino con el bienestar de la gente, la razón de ser de la Caja. Lamentablemente, la realidad ha sido muy distinta.

Resulta más que notorio que no ha tenido una visión clara de sus funciones y sus decisiones han sido inconsistentes, lo que ha generado confusión entre las personas funcionarias de la Caja y la ciudadanía. Este tipo de liderazgo errático no solo afecta la credibilidad de su administración, sino que pone en riesgo la estabilidad y el prestigio de la Caja.

El legado de una gestión no se mide únicamente por los logros inmediatos, sino también por el impacto a largo plazo que deja en la sociedad. Lamentablemente, la gestión de Marta Esquivel Rodríguez, hasta ahora, ha estado marcada por la falta de dirección, transparencia y sensibilidad social; tres pilares fundamentales para el éxito de cualquier persona que ejerza la Presidencia Ejecutiva de la Caja.

Dicho esto, ha llegado el momento de exigir mayor responsabilidad, coherencia y compromiso con el bienestar común. ES MOMENTO DE EXIGIR LA SALIDA INMEDIATA E IMPOSTERGABLE de Marta Esquivel Rodríguez, como máxima jerarca de la Caja. No basta que con que eventualmente sea suspendida del cargo por seis meses por una autoridad judicial. Por la buena salud de la Caja, ¡RETÍRESE YA!

Diputada

Revise también

Lina Barrantes

Tropas militares y Fundación Arias para la Paz

Lina Barrantes Castegnaro A partir del ingreso no autorizado a Costa Rica de tropas de …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *