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114 años de historia, servicio y legado en Costa Rica
Por Ricardo Castro
Nacida el 10 de marzo de 1911 en San Ramón de Alajuela, doña Marita fue hija de Salvador Camacho Mora y Zeneida Quirós Quirós , quienes inculcaron en ella los valores de la solidaridad, la responsabilidad y el amor por Costa Rica. Creció en una familia numerosa, rodeada de sus hermanos, con quienes compartieron una infancia marcada por la calidez y el sentido de comunidad característica de su tierra natal.
El destino quiso que compartiera no solo su vida, sino también su fecha de cumpleaños con su esposo, el expresidente Francisco José Orlich Bolmarcich (1907-1986). Juntos, formaron una pareja ejemplar que dedicó su esfuerzo a la construcción de un país más justo y próspero.
Desde el 8 de mayo de 1962 hasta el 8 de mayo de 1966, doña Marita ejerció como Primera Dama de Costa Rica, dejando una huella imborrable en la vida social del país. Su compromiso con la niñez y la educación la llevó a impulsar la creación de escuelas, albergues infantiles y comedores escolares en distintas comunidades. Su apoyo fue clave en el fortalecimiento del Hospital Nacional de Niños, una obra emblemática de la época que hasta el día de hoy sigue siendo un pilar de la salud infantil en Costa Rica.
Además, se convirtió en la primera Primera Dama costarricense en acompañar al Presidente de la República en la recepción de mandatarios extranjeros, marcando un hito en la proyección diplomática del país. Uno de los momentos más emblemáticos de su gestión fue la visita histórica del presidente John F. Kennedy a Costa Rica en marzo de 1963, cuando Costa Rica recibió a los mandatarios centroamericanos y al líder estadounidense, fortaleciendo la cooperación regional y las relaciones con Estados Unidos.
Lejos de retirarse de la vida pública tras su paso por la Presidencia, doña Marita continuó trabajando de manera voluntaria en obras sociales, educativas y comunitarias. Su liderazgo y calidez la convirtió en un referente de servicio desinteresado, siempre preocupada por las personas en situación de vulnerabilidad.
En el ámbito familiar, fue la guía de una hermosa familia que la admira y la cuida con devoción. Su fortaleza, sabiduría y amor incondicional han sido el pilar de varias generaciones, a quienes hoy le rinden homenaje con gratitud y respeto.
El 19 de junio de 2024, la Asamblea Legislativa de Costa Rica la declaró Ciudadana Distinguida, un reconocimiento a su invaluable legado de servicio al país. A sus 114 años, sigue siendo un símbolo de historia viva, una fuente de inspiración para todos los costarricenses y un motivo de orgullo nacional.
Hoy, el país entero se une para celebrar la vida de doña Marita Camacho Quirós, agradeciendo su ejemplo de entrega, nobleza y amor por Costa Rica.
¡Feliz cumpleaños, doña Marita!
Su presencia es un regalo para nuestra nación.
