Luis Alberto Monge, el joven Constituyente

José Manuel Peña Namoyure

Atisbando a Luis Alberto

En este día glorioso de los 70 años de entrada en vigencia de la actual Constitución Política, rindo homenaje de profunda admiración, respeto y agradecimiento, a mi querido presidente Luis Alberto Monge; quien tuvo el privilegio de formar parte de esa pléyade de compatriotas que nos dieron esa poderosa herramienta democrática que nos ha guiado por siete décadas.

Desde ahí, siendo muy joven, LAMA dio muestras claras de ser un auténtico y pragmático socialdemócrata, que nunca claudicó.

Don Luis Alberto con su clásica humildad, siempre decía que su aporte a la consolidación de la Carta Magna estuvo inspirado en la grandeza intelectual, ética y muy humana de su mentor don Rodrigo Facio Brenes.

Tuve el privilegio de compartir mucho tiempo con don Luis Alberto Monge, desde mis 15 años cuando llegó a Liberia a hablar de Liberación Nacional y sus aspiraciones presidenciales.

La maquinaria política verdiblanca de la Ciudad Blanca no lo apoyó en su gira y sin embargo logró hacer una buena reunión, con el apoyo del doctor Miguel Ángel Chavarria Méndez y gente del pueblo.

El doctor ya fallecido tempranamente, fue siempre rival de la «argolla» liberacionista, que era muy poderosa por su estatus social el Liberia, durante la época de vacas gordas.

Siempre le recordé a don Luis Alberto una tremenda elección política que le oí ese día: «se dice y se piensa que los políticos somos fríos. Yo les quiero decir que en mi caso eso no es cierto».

Y lo fue siempre con su humanismo y virtudes espirituales que desde niño aprendió en su natal Palmares.

Luego, en un día decembrino, don Luis Alberto anunció que iba a la precandidatura presidencial.

El escenario fue la famosa finca La América en las afueras de Liberia; la misma que sirvió para el histórico encuentro de los archirrivales don José Figueres Ferrer y el general Anastasio Somoza Debayle.

Sobre esa acto de LAMA está registrado en el libro Luis Alberto, de su gran amigo en Cedal, Alberto Baeza Flores.

Por cierto, la Hacienda La América fue el sitio adónde llegó mi querido y nunca olvidado presidente Daniel Oduber, la tarde del 8 de mayo de 1974, horas después de haber dejado su glorioso gobierno.

Tras estas pinceladas de historia Guanacasteca, vuelvo a los 70 años de la Constitución Política y sin duda, durante largo trecho, el PLN la utilizó para constituir un robusto Estado Social de Derecho.

En sus últimos tiempos de vida terrenal, don Luis Alberto no escondió su desencanto por la conducción del PLN.

De aquí en adelante, debemos reflexionar profundamente sobre la realidad actual de la bandera Verde y Blanco, para volver «a las fuentes originales» como nos decía ese «hombre de pueblo» dónde la columna vertebral sea el bienestar del mayor número».

Honor y gloria a don Luis Alberto, don Rodrigo Facio y todos cuantos nos heredaron la actual Carta Magna.

Saludos desde la sabana guanacasteca.

Periodista

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