Puente de la bahía de Sydney
Camine por el puente más famoso de Australia, que luce impresionante tanto de día como de noche.
Información esencial | Para disfrutar de la mejor luz, visite el puente al amanecer. |
Localización | Sydney, Australia |
Zona de tiempo | UTC+10 |
Sabía que… | Los pilones no sostienen realmente el puente, su presencia es meramente estética. |
Moneda | Dólar australiano |
También se extiende a lo largo de 503 metros sobre el impresionante puerto natural de Sídney, uniendo Dawes Point, en el extremo noroeste del distrito comercial central de la ciudad, con Milsons Point, en la parte baja de North Shore.
Las obras del puente comenzaron en 1923 y, aunque la idea llevaba mucho tiempo en la mente de los australianos, finalmente fue diseñado y construido por una empresa británica llamada Dorman Long, de Middlesbrough. La empresa también había trabajado en el puente Tyne, de estilo similar, en Newcastle upon Tyne. Fue construido por unos 1400 trabajadores utilizando 53 000 toneladas de acero y seis millones de remaches colocados a mano. Una vez terminado en 1932, pronto se consideró un símbolo de la Australia moderna.
Durante los últimos 90 años, el puente ha seguido siendo un punto focal de la ciudad y se puede cruzar por la autopista de varios carriles o en tren. También es posible ir a pie o en bicicleta, y esta es la mejor manera de empaparse del esplendor de la estructura, conocida como «The Coathanger» (la percha) por los lugareños. Para ir a pie, solo hay que situarse en el lado este del puente para acceder a la pasarela peatonal. Cuanto más se acerque al centro del puente, más espectaculares serán las vistas, pero tómese su tiempo para explorar también el mirador Pylon Lookout.
El mirador del pilón se encuentra dentro del pilón sureste y se inauguró en 1934. Además de ofrecer vistas de 360 grados desde lo alto de los 200 escalones que hay que subir, el pilón también alberga un museo. Descubrirá muchos datos interesantes sobre el puente y conocerá a fondo su historia, con numerosas fotos y vídeos. Tendrás que pagar para entrar, pero es un pequeño precio a pagar para aprovechar al máximo tu viaje aquí.
Si le gustan las alturas, también deberías considerar seriamente subir al puente. Hacerlo cuesta mucho más que subir al Pylon, pero es una experiencia que seguro recordarás para siempre. El equipo de BridgeClimb tiene mucha experiencia y se asegurará de que estés completamente seguro durante el ascenso y el descenso. También te proporcionarán todo lo necesario para este viaje único y podrás pasar unos 15 minutos en la cima tomando fotografías.
Para aquellos que prefieran mantener los pies en tierra, existe la opción de tomar un ferry. De este modo, no solo podrás contemplar el puente, sino también otras atracciones de los alrededores, entre las que destaca la Ópera de Sídney. Navegar por el agua es una forma estupenda de ver el puente desde varios ángulos únicos. Además, el puente da sombra a un barrio llamado The Rocks, repleto de lugares para comer y beber. ¡Vaya por la noche y verá el puente bajo una luz completamente nueva!
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