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Chichén Itzá
Incluso las ruinas mayas más visitadas del mundo siguen teniendo el poder de despertar al Indiana Jones que llevas dentro
| Información esencial | Quedesé en Pisté la noche antes de la visita para poder disfrutar del lugar antes de que lleguen los autobuses turísticos. |
| Localización | Yucatán, México |
| Zona de tiempo | UTC-6 |
| Sabía que… | Los edificios de Chichén Itzá estaban conectador por una red de casi mil carreteras pavimentadas. |
| Moneda | Peso mexicano |
Aunque este notable vestigio se asocia principalmente con los antiguos mayas, el yacimiento es, en realidad, una rara amalgama de las culturas maya y tolteca, esta última un imperio contemporáneo del centro de México que precedió a los más conocidos aztecas. Abundan las teorías para explicar la arquitectura de «doble personalidad» de Chichén Itzá, una de ellas es la invasión tolteca, pero a pesar de haber sido un centro económico y cultural durante siglos, la escasez de pruebas hace que probablemente nunca lo sepamos con certeza. Lo único que sabemos es que en el siglo XV la ciudad había quedado abandonada en la selva.
Por supuesto, cuando se visita un lugar tan emblemático como este, siempre existe el riesgo de que resulte decepcionante, pero afortunadamente ese no es el caso. Tras comprar una entrada por aproximadamente 530 pesos (21/26 dólares), un camino bordeado de árboles serpentea hasta la Gran Plaza. Este claro cubierto de hierba está dominado por el inconfundible Templo de Kukulcán, o El Castillo, de 30 metros de altura. A pesar de tener más de 1000 años, la imponente estructura con sus 365 escalones (uno por cada día del año solar) se mantiene en perfecto estado. (Cabe destacar que desde 2006 está prohibido subir a ella tras una caída mortal).
Aunque El Castillo sea el monumento más conocido de Chichén Itzá, no es ni mucho menos su único tesoro. El resto se extiende desde la Gran Plaza en todas direcciones, por lo que hay mucho más que explorar: ¡asegúrese de llevar calzado cómodo! Hacia el norte, un camino empedrado bordeado de puestos de souvenirs conduce al Cenote Sagrado. Este ejemplo, ciertamente un poco decepcionante, de un sumidero lleno de agua, por el que es famosa esta zona de México, merece la pena visitarlo, aunque solo sea para ver dónde se realizaban antiguamente los sacrificios humanos al dios de la lluvia, Chaac.
Otros puntos destacados son el Juego de Pelota, un estadio construido expresamente para el juego de pelota maya pitz y el mayor ejemplo de su tipo en Mesoamérica. En el lado opuesto de la plaza, dedique un rato a pasear entre las columnas alineadas del complejo del Templo de los Guerreros, que sigue en pie tras siglos de servicio.
La mitad occidental de Chichén Itzá requiere más imaginación, ya que las estructuras son más antiguas y están en peor estado, pero los hallazgos arqueológicos se encuentran entre los más interesantes.
Aquí se encuentra uno de los frisos mejor conservados, rico en simbolismo maya, en la Casa de las Monjas y la torre abovedada El Caracol, uno de los observatorios más antiguos del mundo. Arte, religión y ciencia, uno al lado del otro, conservados para que los disfrutemos gracias a la avanzada ingeniería. ¿Qué mejor lugar para contemplar a los progresistas que una vez llamaron a esta ilustre ciudad su hogar?
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