Lago Bled
¿Dónde? | Alta Carniola, Eslovenia |
¿Qué? | Un paraíso en las montañas, donde los deseos pueden hacerse realidad |
LA ESCENA es un cuento de hadas. Es increíblemente perfecta, un cuadro de Disney hecho realidad, a la espera de que aparezcan las princesas. Las tranquilas aguas brillan con un azul verdoso maravilloso, reflejando con calma las colinas boscosas y las montañas nevadas que se elevan detrás. A un lado, un castillo se alza sobre un acantilado, como si sus murallas hubieran crecido orgánicamente desde la roca que hay debajo.
Y en medio de todo ello flota una pequeña isla en forma de lágrima, rodeada de limeros y castaños, con la aguja de una iglesia barroca que se eleva como un caramelo sobre un pastelito. Y en medio de todo ello flota una pequeña isla en forma de lágrima, rodeada de tilos y castaños, con la aguja de una iglesia barroca que se eleva como la guinda de un pastel. Como dijo una vez France Prešeren, el poeta nacional de facto de Eslovenia, el lago Bled es «un paraíso sereno». Es un privilegio solo ver las fotos, pero visitarlo puede hacerte aún más afortunado…
Situado a la sombra de los Alpes Julianos, un poco al noroeste de la capital, Liubliana, el lago Bled se formó hace unos 15 000 años, gracias al levantamiento tectónico de las montañas y a la inundación de la cuenca recién creada. Pero la ciencia no parece suficiente para explicar esta combinación increíblemente perfecta de elementos naturales: agua, bosque, montaña e islote, todos en perfecta armonía. Una leyenda sugiere que las hadas inundaron el valle molestas por las intrusiones de los pastores y sus rebaños; la isla de Bled es todo lo que queda sobre el agua de la colina alrededor de la cual bailaban.
La gente se ha sentido atraída por el lago Bled durante milenios; algunos de sus hallazgos arqueológicos se remontan a la Edad de Piedra y la Edad de Hierro. A partir del siglo VII d. C., comenzaron a llegar los eslavos, y se cree que estos paganos politeístas construyeron un templo en la isla de Bled dedicado a Ziva, la diosa eslava del amor, la fertilidad y, como no podía ser de otra manera, el agua. Las excavaciones realizadas aquí han revelado indicios de una estructura precristiana.
Sin embargo, tras la conversión de Eslovenia al cristianismo en el año 745 d. C., la diosa fue sustituida por la fuerza por la Virgen María. Este episodio fue conmemorado por Prešeren en su largo poema épico-lírico El bautismo en el Savica. En él se cuenta cómo el templo de Ziva era custodiado por el sacerdote Staroslav y su hija Bogomila. Cuando Crtomir, líder de los paganos, visita la isla, él y Bogomila se enamoran. Él vuelve a la batalla, pero regresa derrotado y descubre que Bogomila se ha convertido al cristianismo. Ella convence a Crtomir de que también acepte la fe y se bautice, y le revela que hizo un voto de castidad si él salía vivo de la batalla. Así, el poema termina con los amantes frustrados despidiéndose, ya que Bogomila se queda en la iglesia y Crtomir se marcha para convertirse en sacerdote misionero.
La isla parece más romántica de lo que sugiere este relato. De hecho, la iglesia barroca de la Asunción de la Virgen María que se encuentra actualmente en la isla, reconstruida en el siglo XVII para sustituir al anterior edificio gótico, destruido por un terremoto, es un lugar muy popular para celebrar bodas. Es costumbre que el novio lleve a su novia en brazos por los 99 escalones que conducen desde la orilla del agua hasta la iglesia. En el interior, la iglesia conserva algunos frescos de la anterior iglesia gótica y tiene un hermoso altar dorado.
En el centro cuelga la cuerda de la campana, y se anima a todos los visitantes a tocarla para tener buena suerte. Érase una vez una mujer llamada Poliksena que vivía en el castillo de Bled. Su marido fue asesinado por bandidos y su cuerpo arrojado al lago. Ella estaba tan desconsolada que reunió todo su oro y plata y fundió una campana para la capilla de la isla, en su memoria. Pero la campana y el barco que la transportaba se hundieron en una tormenta. La viuda quedó aún más inconsolable. Vendió todo lo que tenía, lo donó a la iglesia y abandonó Bled para convertirse en monja. Tras su muerte, el Papa quedó tan conmovido por su historia que mandó fabricar una nueva campana para la iglesia del lago Bled. Se dice que cualquiera que pida un deseo y toque la campana tres veces lo verá cumplido. Y a veces, cuando el viento sopla en la dirección adecuada, se puede oír el repicar de la campana hundida desde las profundidades.
Basado en Lugares Místicos de la Guía del viajero inspirado de Sarah Baxter