Cuaderno de Vida
Gustavo Elizondo F.
La patria está sangrando, la patria agoniza, atacada primero por una pandemia que se presenta cada cien años y mientras estaba enferma por sus efectos, los mismos que dependen de ella, le dan una patada mientras está en el suelo. Nos referimos a esos dirigentes populistas que tal como lo dice Carlos Ricardo Benavidez con acierto, se aprovechan de la disconformidad y la desesperación del pueblo, lanzándolo a realizar actos violentos e ilegales como son los bloqueos de vías.Estamos claros de dos realidades, por un lado una encrucijada fiscal que requiere medidas urgentes que eviten la quiebra técnica del Estado y por otro lado, al Poder Ejecutivo le faltó tacto saliendo con una propuesta desbalanceada en el tema de gastos e ingresos, además de incluir impuestos que podrían afectar a la clase baja y media baja, como lo son el gravamen a las transacciones bancarias de todo tipo, incluyendo el Simpemóvil, la moneda del pueblo y sin establecer mínimos y excepciones, el voraz aumento al impuesto sobre bienes inmuebles y la tibia disposición a entrarle fuerte a la evasión y la elusión, que incluye el contrabando. El presidente rectificó su error y en cadena nacional anunció que la propuesta original no va y abrió las posibilidades de diálogo para buscar alternativas y así atender la emergencia fiscal.
Lo que no parece correcto es que estos dirigentes, otrora políticos fracasados, quieran usar esta disyuntiva para azuzar a la población para que, en tiempos de pandemia ocupe las vías, causando aglomeraciones sin distanciamiento social y en la mayoría de los casos, gritando consignas sin usar cubrebocas, está el plato servido para un aumento de casos covid y que los servicios hospitalarios, ahora sí, colapsen y lleguemos a situaciones graves de mortalidad como lo han vivido otros países. Podríamos poner a los Corrales, los Guidos, los Campos y los Albinos, a la altura del desteñido Presidente de EEUU, que nunca tomó en serio los peligros del contagio y que hoy lamentablemente, vive en carne propia los efectos de su irresponsabilidad.
Pero también, los bloqueos que continúan, considerados como delitos y ratificados así por varios fallos de la Sala Cuarta, están afectando el paso de los productos, entre ellos los agrícolas, causando pérdidas a un sector que ocupa llevar su producción a los centros de consumo; están afectando el paso de los transportistas que trasladan productos de exportación poniendo en peligro la fuente de empleo de miles de costarricenses; están impidiendo el paso del turista nacional y los pocos extranjeros que empezaban a llegar, golpeando aún más un sector que apenas despierta de una pesadilla de seis meses de temporada cero; están afectando el paso de los trabajadores que quieren llegar a sus puestos de trabajo, en un momento que estos deben defenderse en medio de las amenazas de mayor desempleo. Con dolor vimos en las noticias como centenares de litros de leche fueron derramados por los productores al no poder trasladarla a los centros de acopio, una patria donde la crisis ha llevado al hambre, se da el lujo de botar tan preciado líquido por culpa de los cabezas calientes que mantienen las vías cerradas.
Dice el señor Corrales que quieren afectar a los sectores que son culpables de la crisis, los exportadores y los importadores; para el primero de los casos puedo asegurarles que este sector ha sido el motor de desarrollo de este país y contrario a lo que usted piensa, no solo involucra grandes trasnacionales, está constituido por muchos pequeños y medianos empresarios a los que usted y su grupo están causando un grave daño.
Es un momento de reflexión sobre las consecuencias de los actos, un momento para que el gobierno presente una alternativa más consensuada, un momento para que los manifestantes desoigan las indicaciones de sus irresponsables líderes y regresen a sus actividades a seguir cuidándose de la pandemia, momento en que todos los sectores hagan propuestas viables para sacar adelante esta mutilada patria.