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El barco más embrujado, el Queen Mary
Más tarde, Smith se enteró de que en 1942, cuando el transatlántico estaba siendo utilizado en la II Guerra Mundial, colisionó con su buque gemelo, el HMS Curacoa, cuando se dirigía a Gourock (Escocia).
El Curacoa se partió inmediatamente en dos y se hundió, matando a 338 hombres. «La misma zona en la que oí correr esa agua misteriosa era exactamente la misma que resultó dañada cuando el barco chocó contra el Curacoa», explicó Smith a Unsolved Mysteries.
No es de extrañar que un barco de más de 80 años, con más de mil travesías oceánicas y 49 muertes a sus espaldas, tenga fama de estar embrujado. Antes de ser reacondicionado, pintado de gris y utilizado en la guerra como el llamado Fantasma Gris, el Queen Mary comenzó como transatlántico de lujo en 1936, transportando a figuras de la talla de Fred Astaire y Bob Hope a través del Atlántico.
Pero durante la guerra, además de la colisión, es posible que murieran muchos prisioneros de guerra alemanes e italianos transportados en el transatlántico, así como soldados por insolación que viajaban por el Mediterráneo y el océano Índico. «Sabemos que se produjeron otras muertes por causas naturales, suicidios y accidentes, y aún hay otras que [los propietarios] intentaron ocultar por una razón más oscura y siniestra», escribió Brian Clune en Ghosts of the Queen Mary.
Se cree que la habitación B-340 es la más embrujada del barco, el lugar donde supuestamente fue asesinada una familia. Pero Clune afirma que se trata de una ficción creada por los antiguos propietarios, que querían utilizar el espacio desocupado como parte de una atracción turística. El verdadero lugar de los asesinatos, dice Clune, es la habitación B-474, que (por supuesto) está embrujada, al igual que la cubierta B (donde había una morgue y una sala de aislamiento durante la Segunda Guerra Mundial), la sala de máquinas, la Sala Verde y una zona conocida como Shaft Alley.
Pero la zona más animada del barco puede que sea la antigua zona de la piscina de primera clase, hogar de la pequeña Jackie, una niña de cinco o seis años que quizá sea el fantasma más famoso del barco. Es juguetona y parlanchina, y se dice que su voz ha sido grabada muchas veces (hay ejemplos en YouTube). Lamentablemente, se dice que permanece en el barco porque busca a su madre, a la que a veces llama a gritos.
Otro fantasma de la sala de billar es Gruñón, un espíritu gruñón y fumador de cigarrillos que, según se dice, ronda el almacén situado bajo la piscina. Y los sonidos de asfixia cerca de la zona del antiguo hospital supuestamente emanan del fantasma de un oficial que se ahogó en el mar.
Hoy en día, el gran barco aprovecha (por no decir explota) su espeluznante reputación ofreciendo visitas guiadas embrujadas, atracciones interactivas y sesiones de espiritismo. Incluso hay una cena especial llamada «Cenando con los espíritus», que permite combinar investigaciones paranormales con espíritus más terrenales. ¿Alguien quiere un Bloody Mary?
Basado en The world’s most haunted places de LIFE
