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Carlos Revilla Maroto
El parque ubicado en el sur de Florida, es uno de los ecosistemas más singulares y valiosos del mundo. Este vasto humedal subtropical, que abarca más de 600 mil hectáreas (6 000 mil km2), es el hogar de una biodiversidad impresionante y un refugio crucial para muchas especies en peligro de extinción.
Fue establecido el 6 de diciembre de 1947, convirtiéndose en el primer parque nacional creado con el propósito específico de proteger un ecosistema frágil. Antes de su designación, los Everglades enfrentaban amenazas significativas debido al drenaje y la agricultura, lo que impulsó a los conservacionistas a abogar por su protección.
El centro de visitantes del parque se llama Ernest F. Coe, quien fue un destacado arquitecto y conservacionista estadounidense, mejor conocido como el “Padre del Parque Nacional Everglades”. Coe nació el 21 de marzo de 1866 en New Haven, Connecticut, y desarrolló una pasión temprana por la naturaleza y la conservación. Se trasladó a Florida en la década de 1920, donde quedó fascinado por la belleza natural de los Everglades. Sin embargo, también se preocupó por la destrucción que estaba ocurriendo debido al drenaje y la conversión de tierras para la agricultura y el desarrollo urbano.
En 1928, Coe fundó la Tropical Everglades National Park Association, una organización dedicada a la creación de un parque nacional en los Everglades para proteger este ecosistema único. Su incansable trabajo y defensa del área eventualmente llevaron a la creación del Parque Nacional Everglades en 1947, pocos meses antes de su muerte. Coe murió el 1 de enero de 1951.
El Parque Nacional Everglades es un testamento al legado de Coe y su dedicación a la preservación del medio ambiente.
Los Everglades son conocidos como el “río de hierba” debido al flujo lento de agua a través de extensas praderas de pastos altos, principalmente sawgrass (Cladium jamaicense). Este flujo de agua es esencial para la salud del ecosistema y es la fuente de vida para una amplia variedad de flora y fauna.
El parque alberga especies icónicas como el cocodrilo americano, el manatí de Florida y la pantera de Florida, uno de los felinos más amenazados del mundo. Además, los Everglades son un importante hábitat para numerosas aves, incluidas garzas, espátulas rosadas y el águila calva.
A pesar de su estatus protegido, el parque enfrenta numerosos desafíos. La expansión urbana, la agricultura y el cambio climático son algunas de las principales amenazas para este frágil ecosistema. El manejo del agua, en particular, es un tema crítico, ya que el desvío y la contaminación del agua pueden alterar significativamente el equilibrio natural del parque.
Para abordar estos desafíos, se han implementado varias iniciativas de restauración, como el Comprehensive Everglades Restoration Plan (CERP), que busca restaurar el flujo natural de agua y proteger la biodiversidad del parque.
El parque es un destino popular para los amantes de la naturaleza, atrayendo a más de un millón de visitantes cada año. Ofrece una variedad de actividades recreativas, como senderismo, observación de aves, paseos en bote y campamentos. Además, el parque sirve como un importante centro educativo, donde los visitantes pueden aprender sobre la importancia de los humedales y la conservación.
No podíamos deja pasar la oportunidad de hacer un viaje en hidrodeslizador. Directamente el parque no da ese servicio, así que contratamos un tour especial para poder hacerlo, en una reserva fuera del parque. La experiencia es inolvidable, eso sí, el ruido es ensordecedor.
Los Everglades no solo son cruciales para la biodiversidad de Florida, sino que también desempeñan un papel vital en la regulación del clima y el suministro de agua potable para millones de personas. Su reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y como un Humedal de Importancia Internacional bajo la Convención de Ramsar subraya su valor global.
El parque abre todo el año; los proveedores operan de octubre a mayo. La mejor época para visitarlo es de enero a marzo, cuando el clima es amable, no hay casi bichos, abunda la fauna salvaje, y seguridad de que habrán huracanes. Por desgracia, éstos son los meses en los que hay más gent.
La galería es relativamente pequeña, no es como en otros parques nacionales donde hay mucho que ver y fotografiar, siendo el paisaje prácticamente el mismo. La mayoría de las imágenes son del centro de visitantes y el paseo en el hidrodeslizador.
En los anexos, incluyo unos artículos pequeños sobre dos de los animales más emblemáticos que hay en el parque, que están en peligro de extinción y que son únicos de ese lugar.
Califique esta columna:
Con la ayuda de la Wikipedia y otras fuentes menores en el Internet.
Anexo 1
El Manatí de Florida: Un gigante apacible en peligro
El manatí de Florida (Trichechus manatus latirostris) es una subespecie del manatí antillano que habita en aguas cálidas y poco profundas de la costa sureste de Estados Unidos, principalmente en Florida. Este mamífero marino, conocido por su apariencia robusta y su naturaleza tranquila, puede llegar a medir más de tres metros de largo y pesar alrededor de 500 kilos. Su dieta consiste principalmente en plantas acuáticas, lo que lo convierte en un herbívoro indispensable para el equilibrio de los ecosistemas acuáticos.
A pesar de su carácter dócil, el manatí de Florida enfrenta serias amenazas. La pérdida de hábitat debido al desarrollo costero, las colisiones con embarcaciones y la contaminación del agua han afectado gravemente a su población. Aunque ha sido incluido en la lista de especies en peligro, los esfuerzos de conservación han dado algunos frutos. Programas de protección y sensibilización han ayudado a estabilizar su número, aunque sigue siendo vulnerable.
Los manatíes son símbolos de la biodiversidad marina de Florida y representan un recordatorio de la importancia de proteger nuestros ecosistemas acuáticos. Su conservación no solo es crucial para su supervivencia, sino también para la salud de los ambientes en los que viven.
Anexo 2
La Pantera de Florida: un felino en peligro de extinción
La pantera de Florida (Puma concolor coryi) es una subespecie del puma que habita principalmente en las zonas del suroeste de Florida. Este majestuoso felino es uno de los mamíferos más emblemáticos y, a la vez, más amenazados de los Estados Unidos. Se caracteriza por su pelaje color beige, una cola larga y musculosa, y un cuerpo ágil que le permite moverse sigilosamente a través de los densos pantanos y bosques de pinos.
La pantera de Florida fue declarada en peligro de extinción en 1967 debido a la pérdida masiva de su hábitat natural a causa del desarrollo urbano, las carreteras, y la fragmentación del territorio. En la década de 1990, quedaban menos de 30 ejemplares en estado salvaje, lo que impulsó esfuerzos de conservación masivos. Actualmente, gracias a estos esfuerzos, la población ha aumentado a aproximadamente 120-230 individuos, pero la especie sigue siendo muy vulnerable.
Las principales amenazas incluyen la colisión con vehículos y la pérdida de hábitat. Sin embargo, los esfuerzos para construir pasos seguros para la fauna y mejorar la conectividad de sus territorios son fundamentales para asegurar la supervivencia a largo plazo de este depredador clave del ecosistema floridano. La pantera de Florida simboliza la resiliencia y la importancia de conservar especies nativas en peligro.
