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Carlos Revilla Maroto
Dentro de los parques, hay uno que es muy especial e icónico; me refiero por supuesto a La Sabana, como la llamamos popularmente, y que su nombre oficial es “Parque Metropolitano de La Sabana”. ¿Quién de San José no ha ido a La Sabana?, casi me atrevería a decir que todos en algún momento lo hemos hecho, y fuera de la capital una gran mayoría ha oído hablar y lo conoce también. El espacio de 72 hectáreas, ubicada en el corazón de la ciudad, lo convierten en el principal parque del urbe y del país. Por cerca de un siglo ha contribuido al esparcimiento, recreación y deporte, por lo cual tiene un valor cultural y social muy grande.A finales del siglo XVIII (1783), el cura párroco de Villa Nueva de la Boca del Monte (actual San José) Manuel Antonio Chapuí donó los terrenos ubicados en Mata Redonda, con el objetivo de ser utilizados en el bienestar de los costarricenses, y en la actualidad una parte de ellos, son los que conforman el parque.
Fue en 1830, cuando el primer Jefe de Estado, Juan Mora Fernández y el ayuntamiento josefino preservaron un espacio del legado del padre Chapuí, para que así un pedazo de tierra se convirtiera en un lugar libre y enzacatado, donde los josefinos pudieran disfrutar de un sitio para el esparcimiento.
En el siglo XX, algunas áreas del Llano de La Sabana se cubrieron de árboles y verdor, permitiéndole a los costarricenses practicar fútbol, béisbol y polo, además se instaló un hipódromo.
En la década de 1930, se detuvo el desarrollo del parque, el proyecto de sembrar árboles y de lograr un espacio de entretenimiento, debido a que se creó el Aeropuerto Internacional de La Sabana, que funcionó durante aproximadamente 44 años. A finales de 1960, el gobierno retoma la idea de convertir el aeropuerto en el parque en que originalmente se había pensado. Por esta razón, se traslada el aeropuerto hacia su actual localización en Alajuela.
En 1977, el presidente Daniel Oduber Quirós (1974-1978), inauguró oficialmente el “Parque Metropolitano de La Sabana”. Según Carlos Manuel Zamora, Historiador del Centro de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y Juventud, “el Parque La Sabana es el más grande de Costa Rica y el más importante, ha sido testigo de importantes sucesos históricos en el país y actualmente es uno de los lugares más visitados, ya que más de 1.8 millones de personas gozan de sus atractivos por año, es sin duda parte de nuestra identidad y de nuestra historia”. Esos datos son del 2004, ahora los visitantes deben ser un poco más.
Fue declarado e incorporado al Patrimonio Histórico Arquitectónico de Costa Rica, según Decreto Ejecutivo Nº 29305-C, publicado en La Gaceta Nº 39 del 23 de febrero de 2001.
En parte de sus terrenos, sobresalen instituciones como el Liceo Luis Dobles Segrega fundado en el año 1959 y el Museo de Arte Costarricense inaugurado en el año 1978. La estructura del Museo fue diseñada por el arquitecto costarricense José María Barrantes (1890-1966), quien fusionó un estilo colonial español con una concepción arquitectónica moderada de gran pureza de líneas y exquisito gusto artístico.
En el Museo se destaca el Salón Dorado, realizado por el artista francés Louis Ferón (1901-1998) que consiste en un conjunto de relieves dispuestos en un mural de 150 metros cuadrados que cubre las cuatro paredes del recinto y que sintetiza la historia de Costa Rica desde la época precolombina hasta la década de 1940. Las ventanas y puertas en forma de arco fueron talladas en madera y reforzadas con herrajes de sugerentes motivos florales.
El Parque es un punto clave del desarrollo de San José, ya que en sus alrededores se han construido dependencias como la Contraloría General de la República, y el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), entre otros. También los desarrollos arquitectónicos para esta zona, han hecho que La Sabana esté rodeado de edificios de gran magnitud, que lo han convertido en algo parecido al Central Park de Nueva York.
Cuenta con dos Monumentos, creados en homenaje a los Expresidentes de la República León Cortés Castro (1936-1940) y Otilio Ulate Blanco (1949 -1953). Además, en el centro del parque se encuentra “La Cruz” que conmemora el Año Eucarístico celebrado en 1955.
La Sabana es uno de los sitios más importantes para la práctica del deporte en Costa Rica. Posee un lago artificial en donde se puede realizar pesca, 12 canchas de fútbol, 8 de sóftbol, 6 multiuso, 6 de tenis, de baloncesto, béisbol y voleibol de arena, un circuito de patines y patinetas y 2 piscinas, una de las cuales —la Olímpica— lleva por nombre “María del Milagro París Coronado” en honor a nuestra primera nadadora reconocida a nivel internacional.
Otros de los atractivos son sus senderos peatonales utilizados para caminatas, un sector para día de campo, juegos infantiles, gran variedad de árboles como el Poró y Llama del Bosque, bebederos, ventas de frutas y refrescos, vista a los cerros de Escazú, servicios sanitarios, y calles internas que permiten el estacionamiento de vehículos.
En su interior alberga algunas de las más connotadas instalaciones deportivas del país, incluido el Estadio Nacional, creado en el año 1941; y a principios del 2011 reconstruido desde sus cimientos y reinaugurado, conocido ahora como «La Joya de La Sabana», gracias a su alusiva y moderna arquitectura; cuya estructura fue donada por el gobierno de China, en celebración del establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países. El nuevo Estadio Nacional se ha convertido en una estructura icónica para la ciudad de San José, pues ha venido a sentarse imponente en el paisaje urbano embelleciendo y modernizando la capital. El estadio cuenta con una pista sintética de atletismo, y principalmente la cancha de fútbol, escenario de grandes encuentros futbolísticos, conciertos y de la celebración de los Traspasos de Poderes desde 1949, y donde, actualmente, está la sede central del Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (ICODER). Otra estructura importante es también, el Gimnasio Nacional, que se destinó en su momento a la práctica de deportes como boxeo, karate y baloncesto.
A lo largo de muchos años, se han realizado importantes eventos culturales y sociales del país. En marzo de 1983 fue el escenario de la visita del Papa Juan Pablo II, ha sido sede del Festival de las Artes y actualmente es el punto de partida del Festival de la Luz.
El lugar es tan importante para los costarricenses que el Centro de Conservación del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y Juventud publicó un libro, donde se recogen 350 años de historia del sitio y se acompañó de abundantes fotografías y anécdotas, el cual recomiendo para su lectura. Si quieren dar un tour virtual por el parque, pueden ver un bien logrado video aquí.