Las renuncias del presidente

Omar Jiménez Camareno

Chaves

Los costarricenses elegimos presidente de la República cada cuatro años. No obstante, aunque el período de gobierno dura formalmente cuatro años, sabemos que en la realidad el presidente y su equipo de gobierno cuentan en la práctica con tres años para alcanzar sus principales logros, ya que en el último año la campaña electoral limita seriamente las posibilidades del gobierno de materializar logros importantes.

El Presidente actual (período 2022-2026) estableció durante su campaña electoral básicamente ocho grandes compromisos, los cuales dijo que era fácil lograr, solo se requería un lapicero y valentía para «comerse la bronca».

¿Recuerdan ustedes al entonces candidato a la presidencia levantando un lapicero diciendo que a él le bastaba ese lapicero para:

  • Reducir el costo de la vida (prometió bajar el precio del arroz, la electricidad y medicinas)
  • Acabar con la pobreza (recuerdan que incluso dijo que como funcionario del Banco Mundial había dirigido programas de combate a la pobreza en más de 40 países)
  • Acabar con las pensiones de lujo y la corrupción (prometió, como una forma de transparencia, transmitir públicamente las sesiones del Consejo de Gobierno)
  • Sacar al país del apagón educativo y mejorar las oportunidades de estudio para las personas jóvenes de los sectores con menos posibilidades económicas.
  • Fortalecer las políticas de protección ambiental.
  • Impulsar una salud pública de calidad y acabar con las listas de espera en la Caja Costarricense del Seguro Social.
  • Aumentar el empleo.
  • Fortalecer la seguridad ciudadana (recuerdan la promesa que hizo de que volveríamos a ser el país más feliz del mundo)

A mitad de su período, el presidente confesó, aunque no lo haya hecho expresamente, que o se equivocó o que nos mintió.

Nos dijo a todas y a todos los costarricenses que no lo han dejado gobernar.

En otras palabras, aunque sin decirlo, reconoció que no bastaba un lapicero para hacer realidad sus promesas y, también sin decirlo, confesó que no había alcanzado resultados concretos durante esos dos primeros años.

Aunque para justificar su fracaso le echó la culpa a la institucionalidad, a los partidos de oposición, a la Contraloría y a la «prensa canalla» que no le han permitido gobernar.

Desde el dos de mayo, en el discurso ante la Asamblea Legislativa y hasta el día de hoy, el Presidente redujo todo su plan de gobierno para los próximos dos años a agitar a la población en torno a lo que llamó «La ley jaguar».

Es decir el presidente, apenas a dos años de gobierno renunció a:

  • Renunció a bajar el precio del arroz y las medicinas. La ruta del arroz solo sirvió para que un pequeño grupo de importadores de arroz dejarán de pagarle al Estado costarricense miles de millones en el pago de aranceles de importación.
  • Renunció a acabar con las pensiones de lujo. Se han dado cuenta que ya ni siquiera volvió a hablar de ese tema.
  • Renunció a mejorar la educación pública. No solo nunca conocimos la famosa «ruta de la educación», sino que además se redujo el presupuesto para educación al nivel más bajo de los últimos 30 años y se eliminaron más de 70 mil becas a las niñas, niños y personas jóvenes de los hogares más pobres.
  • Renunció a aumentar el empleo. Al contrario, en lo que va del gobierno se han perdido más de 100 mil empleos
  • Renunció a mejorar la seguridad ciudadana. De hecho, el año pasado alcanzamos la mayor cantidad de homicidios en la historia del país y en lo que llevamos de este año las cifras siguen aumentando. En lugar de volver a ser el país más feliz del mundo, nos hemos convertido en uno de los más inseguros del mundo.
  • Renunció a fortalecer la salud pública. Las listas de espera no solo no se redujeron, sino que siguen aumentando y la Caja Costarricense del Seguro Social se debilita cada día más.
  • Renunció a combatir la corrupción. Se negó a cumplir la promesa de transmitir públicamente las sesiones del Consejo de Gobierno, se ha dedicado a favorecer a sus «amigos y amigotes» y financistas de campaña:
    1. Reducción de impuestos a importadores de arroz.
    2. Los cariñitos con los dineros del BCIE.
    3. Ampliación del contrato en el puerto de Caldera
    4. Sobreprecio en la remodelación de la pista del aeropuerto en Liberia
    5. Los permisos irregulares a su financista en Gandoca-Manzanillo

Para citar unos pocos de los casos de corrupción que se han dado apenas a mitad del gobierno.

No sé habla nada de estos grandes problemas del país, ni una sola propuesta en ninguno de estos temas.

El presidente decidió, apenas a la mitad de su mandato, renunciar a cumplir sus compromisos de campaña.

Renunció a gobernar, para dedicarse, desde ahora, únicamente a la campaña electoral del 2026, con el cuento de un jaguar que ya no solo no caza, sino que ya ni siquiera ruge desde que lo asustó un mango en el parque de Nicoya.

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