Las Badlands de Drumheller

Dónde	Alberta, Canadá
Especies de dinosaurios descubiertas	150
Edad del valle del río Red Deer	13 000 años
>Características	Páramos desérticos, pináculos piramidales de tierra y cañones

Patrimonio mundial de la UNESCO

El desgarrado y retorcido paisaje de las Drumheller Badlands se extiende como una cicatriz gigante a través de las onduladas tierras de cultivo del sur de Alberta. Es un conglomerado de barrancos, colinas butte, simas y cañones, erosionados a partir de capas multicolores de piedra arenisca, arcilla, carbón y pizarra de 70 millones de años. El impacto al visitar este lugar puede llegar a ser sobrecogedor, como si se viajara atrás en el tiempo, o incluso a otro planeta.

Este mundo ancestral se denomina badlands («tierras desérticas») porque su uso para la agricultura es nulo, pero es un auténtico tesoro para los cazadores de dinosaurios, que han descubierto algunos de los fósiles más impresionantes, como los esqueletos completos del rey de los dinosaurios, el Tyrannosaurus rex. Esta zona recibe el apelativo de «capital mundial de los dinosaurios». En el museo Royal Tyrrell de paleontología, en el corazón de las Badlands, hay numerosos esqueletos fosilizados de dinosaurio.

Aunque hoy su paisaje es escabroso y desértico, Drumheller era muy diferente hace 70 millones de años, cuando un clima cálido, casi tropical, permitía la existencia de una gran variedad de vida salvaje, incluyendo muchos dinosaurios. Tras la extinción masiva al final del período Cretácico, que supuso la desaparición de los dinosaurios, las temperaturas descendieron mucho. Sucesivas glaciaciones durante los últimos dos millones de años expusieron la Tierra a una erosión inexorable por parte del viento, el agua y el hielo. Afortunadamente para los científicos, esto puso al descubierto los antiguos sedimentos y los fósiles que se hallaban en su interior.

En tiempos más recientes, las Badlands formaron parle del folclore de Alberta, ofrecían cobijo a las gentes de Cree y Blackfoot y un práctico escondite para los fugitivos que evitaban a las autoridades. Hoy en día son una atracción incomparable para los que desean saborear una experiencia diferente a la monotonía que caracteriza los prados sembrados de trigo de los alrededores. Para poder disfrutar los diferentes estados anímicos de las Badlands, hay que visitarla en momentos diferentes del día. Cuando amanece, presentan un brillante color rosa; al mediodía, el alto sol las tiñe de blanco: se tornan doradas a última hora de la larde y se vuelven naranja oscuro y púrpura cuando se oculta el sol.

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