William Méndez Garita
Pretendo llamar a la reflexión en estas cortas líneas sobre el uso político de información anónima que contiene datos espurios.Me refiero a los bulos que desprestigian a la educación superior universitaria del país y, en particular, a los arteros ataques a la Universidad de Costa Rica.
Lamentablemente, muchas buenas personas repitieron estas fantasiosas historias que circulan en redes sociales, pese a las advertencias de que eran datos incorrectos.
Como corresponde a centros de pensamiento serios, algunas de esas cínicas acusaciones dan la oportunidad de revisar aquello que sea necesario.
Si la intención al decir tantos embustes era dañar la confianza de la ciudadanía ciertamente no han logrado su objetivo.
En el estudio sobre la valoración de las instituciones públicas del CIEP, la UCR es la mejor valorada del país, con un promedio superior a 8%.
Con respecto a los anónimos, uno de ellos decía que la planilla de la UCR había aumentado en 25%. Ese dato no es cierto. La verdad incómoda es que el crecimiento fue de solo 1,52%.
Asociada a lo anterior patraña se dijo que el costo de la planilla de la UCR había crecido en 25%. Ni la planilla ni el costo de la planilla ha crecido. La verdad incómoda es que los recursos destinados a la planilla de la Universidad bajaron en 3,30%, con un ahorro de más de ₡6.600 millones.
Apareció un incógnito comentario más que sostenía que a la UCR ingresaron menos estudiantes, cosa que no es cierta. La verdad incómoda es que la población estudiantil pasó de 41.645 a 44.380 estudiantes si se comparan los primeros ciclos de los años 2016 y 2024. En términos de estudiantes de primer ingreso, en 2016 se admitieron 8.384 y en 2024 fueron 10.033.
Otra patraña repartida en las redes sociales es la que sugiere que en las universidades públicas estudian solo los más ricos. La verdad incómoda es que 60,3% de los estudiantes de las cinco universidades provienen de los grupos más vulnerables, eso quiere decir, personas que pertenecen a los tres quintiles de menores ingresos. Tampoco es cierto que el resto de los estudiantes sean ricos, sino que pertenecen a otros grupos de ingresos diferentes.
Además, las becas llegan casi al 53.6 % de la población estudiantil en todas las sedes de país para el caso de la UCR.
Surgió otra de esas falsedades sin autor conocido que decía que en la Universidad no hacemos investigación científica que le sirva al país. La verdad incómoda es que la UCR cuenta con el CICLOTRÓN que es el centro de tecnología y ciencia más importante de los últimos 50 años de Costa Rica, el cual se enfoca en la lucha contra el cáncer.
Así como el Ciclotrón, tenemos decenas de ejemplos de aportes científicos. Del 2015 al 2023 se han generado 5964 proyectos, programas y actividades de investigación. De los 60 premios nacionales 2023 Dr. Clorito Picado 51 fueron para personas investigadoras de la UCR. ¿Se acuerdan del COVID y los respiradores? Es importante recordar el proyecto “respira” de la UCR que recibió el reconocimiento de la OCDE como una de las mejores iniciativas biomédicas a nivel mundial y se construyeron diez respiradores durante la emergencia, cuya tecnología fue liberada.
Una novela esparcida sin autor en las redes sociales dice que las carreras universitarias no tienen futuro. La verdad incómoda es que los graduados de las universidades estatales, en general, tienen una empleabilidad de 93,5%.
Un torcido comentario divulga que la UCR no gradúa personas en carreras STEM, es decir, profesionales en ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas. La verdad incómoda es que en el año 2023 la UCR otorgó 6411 títulos a nuevos profesionales y de ellos 2.733 fueron en carreras STEM.
Un engaño más reproducido en contra la Universidad de Costa Rica dice que le sobra plata y que tiene superávit. No es cierto. La verdad incómoda es que eso que llaman superávit son recursos comprometidos para atender procesos de contratación, previsiones y reservas laborales, cuentas por pagar o garantías de cumplimiento.
Una desinformación maligna dice que las universidades le quitan dinero a las escuelas y colegios. Es necesario aclarar que el presupuesto de la educación del 2025 es el peor presupuesto enviado a la Asamblea Legislativa en los últimos 25 años y eso no es culpa de las universidades. En ese mismo presupuesto las y los diputados se vieron en la histórica tarea de aumentar los recursos para la educación pues el Gobierno lo envió con cero crecimiento. Es necesario aclarar que el presupuesto del MEP es más de 4 veces el presupuesto de las universidades.
Una de esas falsedades decía que las universidades no dan cuentas del uso de los recursos. Esto no es cierto. Las universidades rinden cuentas a la Contraloría General de la República y los datos están disponibles en forma abierta y pública. Puede consultarse la página de transparencia de UCR, en el sitio de la Oficina de Planificación de la UCR entre otros.
Finalmente, se dice que no le devolvemos nada al país. Voy a poner un pequeño ejemplo para incomodar: en el año 2023 los estudiantes de UCR dieron más de 1 millón de horas de trabajo comunal universitario.
– Politólogo y abogado