Por Carola Frentzen (dpa)
Un rascacielos se eleva como un fantasma sobre el impactante perfil de la ciudad de Bangkok. El Sathorn Unique Tower tiene 49 pisos y mide 185 metros. Con sus pisos repletos de balcones blancos redondeados, está parcialmente terminado. Pero la mayor parte se asemeja a un esqueleto cubierto de hollín negro.
Desde los pisos superiores asoman aún los brazos de las grúas de construcción, como si se tratara de las pinzas que se usan para una autopsia. El «Ghost Tower», como se lo suele llamar, es uno de los edificios inconclusos más altos del mundo y el «lost place» más famoso de Bangkok.
Durante años, esta torre de hormigón, que iba a albergar mayormente departamentos de lujo y oficinas, fue uno de los destinos predilectos de aventureros e influencers de todo el mundo.
Por lo general, sobornaban con pequeñas sumas a los serenos para poder subir el techo por las escaleras sin terminar. Dejaron varios graffitis en el edificio y postearon en Internet fotos de la construcción en ruinas y de la impactante vista sobre la ciudad pujante. En ocasiones, se acercaron al edificio unos cien turistas al día para admirar su estructura.
Si bien ingresar está hoy en día estrictamente prohibido y el acceso está cerrado -sobre todo por cuestiones de seguridad-, aún se pueden leer en Internet tips y trucos de visitantes de épocas previas.
«Desde bien arriba se tiene la vista más bonita de Bangkok», afirmaba Katja, oriunda de la ciudad alemana de Múnich, en 2015. «Para quienes gustan de los edificios que se parecen al set de una película de zombies postapocalíptica, no hay nada mejor que el Ghost Tower», añadía.
Yulia Yordanova de Bulgaria, que vive en Bangkok, también estuvo arriba. «Se ve un poco terrorífico, pero a mí me gustan las cosas terroríficas», cuenta a dpa. En su opinión, la obra en sí es un misterio. «Me impactó que esta gran estructura se encontrara allí completamente abandonada. Tengo tantas preguntas. ¿Por qué y cómo sucedió esto?», plantea.
Un poco de historia: los años 90, Bangkok vive un boom. En todas partes se construye, mayormente hacia lo alto. Uno de los que participó del negocio fue el adinerado arquitecto Rangsan Torsuwan. Pero luego vino la crisis asiática, que hizo que el baht, la moneda tailandesa, valiera cada vez menos. El mercado inmobiliario también quebró.
Dado que el crash financiero comenzó en Tailandia, es conocido en la región como la crisis «Tom Yam Gung», en referencia a la sopa agridulce de gambas de mismo nombre, el plato nacional del viejo Siam.
Alrededor de 500 grandes proyectos de construcción quedaron frenados de un día al otro en 1997, según recuerda el guía de la ciudad Santiporn. «Yo mismo perdí en ese entonces mi trabajo en un banco», cuenta. Añade que, sin embargo, la mayoría de los proyectos fueron finalizados.
No fue, sin embargo, el caso del Sathorn Unique Tower. «La gente cree que la torre tenía una maldición desde el principio porque arroja una sombra sobre el famoso templo Wat Yannawa», dice. Los tailandeses no solo son budistas creyentes, sino que también son extremadamente supersticiosos.
Los rumores según los cuales el edificio fue construido sobre un antiguo cementerio no hicieron más que reforzar la leyenda de una mala señal.
Lo espectacular que podría haber sido esta ruina lo demuestra la torre gemela State Tower que el arquitecto Torsuwan construyó muy cerca, casi al mismo tiempo. Al ser inaugurado en 2001, el State Tower era el segundo edificio más alto de la ciudad.
Sobre el techo de este edificio, a 250 metros de altura, se observa una cúpula dorada que mide 30 metros. El opulento rascacielos se hizo famoso por la comedia «Hangover 2». Una de las escenas fue filmada en el sky-bar del restaurante de lujo «Sirocco», en el piso 64, con una vista fantástica sobre Bangkok.
El «Ghost Tower», en cambio, saltó a los titulares por cuestiones más bien escalofriantes. A fines de 2014, fue encontrado en el piso 43 el cadáver de un sueco que se colgó allí. Los motivos siguen sin quedar claros.
En 2017, Pansit Torsuwan, el hijo del constructor que se ocupa hoy en día del Sathorn Unique Tower, permitió que se ruede en el edificio una película de terror, «The Promise», del director Sophon Sakdaphisit.
Torsuwan rechazó todos los demás pedidos, incluso de Hollywood, según contó en una entrevista en 2017. «De lo contrario, la torre se iba a convertir en una atracción aún mayor», afirmó. Contó que entendía la fascinación, pero reiteró que sigue siendo ilegal entrar a la obra sin finalizar, además de ser muy peligroso.
«Tengo que recalcar que se trata de patrimonio privado y que no se puede ingresar sin permiso», dijo. Para ahuyentar a los interesados denunció en 2015 a un grupo de extranjeros que ingresaron al predio sin permiso y publicaron selfies sacadas desde el techo.
¿Y qué dicen los habitantes de Bangkok sobre esta torre abandonada? «Para mí es un monumento a la crisis ‘Tom Yum Gung'», afirma Peera Vorapreechapanich, que se crió muy cerca de allí. «Ya la veía todos los días desde que era niño y me preguntaba si sería terminada, si la iban a transformar en otra cosa o tirar abajo», rememora.
La realidad es que nadie lo sabe a ciencia cierta. Pero una cosa es segura: «El diseño es realmente bonito», opina el hombre de 33 años. «El arquitecto hizo un gran trabajo. Si bien los últimos 20 años dejaron huellas, el diseño es atemporal», asegura.
dpa