Camilo Rodríguez Chaverri
Hay formas de perder que no dan vergüenza. Hay formas de perder que no dan pena. Escribió Borges, «hay cierta dignidad que solo tienen los vencidos».
Costa Rica perdió con Brasil pero salió con la frente en alto. Si hubieran jugado así contra Serbia, estaríamos vivos en el mundial.
Era una batalla desigual, pero Costa Rica entregó hasta la última gota de sangre. La sangre que no le veíamos a la selección pero que sí la tenía.
Si hubieran jugado así contra Serbia, no habrían perdido.
No me retracto de todo lo que he escrito contra la Selección; sin embargo, celebro la hidalguía, la valentía, las agallas, el tesón, la tozudez, la fuerza y la entrega de la Selección Nacional hoy.
Cuando se juega así, uno tiene que aplaudir de pie, aplaudir en silencio, sin sombrero en la cabeza, aplaudir con respeto. Hay que agradecer la dignidad hasta cuando se pierde.
Muchas gracias, seleccionados de Costa Rica, por la lección de hombría, de sacrificio, de vergüenza deportiva de esta mañana.
El mundial ya no importa. Vendrán otras oportunidades. Vendrán otros mundiales. Ya Costa Rica ha estado cinco veces en un mundial. Pero ustedes se lavaron la cara.
Dejaron su nombre en alto, a pesar de que no lograron, ni lograrán, superar lo que Costa Rica consiguió en Brasil 2014.
Ahora, lo único que pedimos es una muerte digna en este mundial. No nos vayamos en blanco, por favor. Si ustedes, jugadores de Costa Rica, grandes embajadores del país, se entregan con esa hidalguía contra Suiza, no solo pueden empatar, también pueden ganar. Vengan del mundial con tres puntos, por favor. No se vayan en blanco. Costa Rica no se lo merece.