La República Francesa con aroma de mujer

Crónicas interculturales

Por Remy Leroux Monet

Remy Leroux

La República Francesa quedó “definitivamente” establecida con fecha del 4 de setiembre de 1870, así como la abolición paralela de la Monarquía. Salvo el paréntesis negro del período nazi cuando se creó el Estado Francés entre 1940 y 1944. Numerosas calles en ciudades galas ostentan esta fecha simbólica republicana.

Sería desde 1944 que una cara y un busto de mujer simbolizan la República Francesa, la cual lleva el nombre de Marianne (Mariana). Estas alegorías que se cambian ahora entre cada cuatro o cinco años se pueden observar en la mayoría de los edificios públicos franceses, y en particular en las oficinas de instituciones del Gobierno Central y de las Alcaldías de las Comunas de todo el país, haciendo competencia al Presidente de la República de turno, que posa solemnemente colgando en un cuadro.

Los especialistas concuerdan en decir que Marianne es la representación simbólica de la madre patria fogosa, guerrera, pacífica y protectora. Yo me permitiría agregar que con los años se le agregó un buen toque de sensualidad y picardía.

Varias veces Marianne aparece también en las estampillas corrientes para franquear el correo postal.

Desde las últimas décadas, los diseñadores suelen inspirarse principalmente en los rasgos de actrices y modelos francesas más famosas. A continuación, algunas Marianne…

Una entre las más connotadas fue primero la actriz Brigitte Bardot —la BB— quien posó como Marianne en el año 1968 para el escultor de Burdeos (Bordeaux) Alain Gourdon alias Aslan. Ella fue reconocida como ícono de la moda y símbolo sexual de mediados del siglo XX. Además fue cantante y escritora. Su primer marido y su verdadero pigmalión, el director de cine Roger Vadim, la convirtió en mito viviente al dirigirla en la película “Y Dios creó a la mujer”.

Otra musa para simbolizar a Marianne fue Inés de La Fressange, elegante modelo, diseñadora de ropa y de perfumes y escritora exitosa. Dicen las crónicas mundanas de la época que fue el diseñador y modista alemán Karl Lagerfeld que le ofreció la oportunidad de ser la imagen exclusiva de la firma francesa Chanel, lo que la lanzó a la fama internacional, alrededor de 1980. Fue en 1989 que prestó su imagen para un nuevo busto de Marianne.

La siempre joven cantante de cara ingenua Mireille Mathieu también fue en 1978 otra Marianne. Ver foto.

Sophie Marceau, como actriz, directora de cine y escritora, aceptó también que su imagen un poco pícara fuera también una Marianne. Desde su adolescencia cosechó popularidad con su actuación en las películas “La Boum” (la fiesta) en 1980 y “La Boum 2” en 1982. Se convirtió poquito a poco en una estrella de cine en toda Europa tras una sucesión de exitosas películas como “L’Étudiante”, “Pacific Palisades”, “Fanfan” y “La hija de d’Artagnan”, entre otras.

Los sectores de la prensa también tuvieron su Marianne con la periodista y exitosa presentadora de televisión Evelyne Thomas durante unos cuatro años a partir de 2003 gracias al cincel del escultor Daniel Druet.

La actriz, modelo, guionista y directora de cine Laetitia Casta también prestó sus rasgos a Marianne a partir del año 2000.

Pero, para mí, la más elegante entre las últimas Marianne, como la de más alcurnia física, si se puede decir, con un toque de ingenuidad mezclada con picardía, fue la gran actriz Catherine Deneuve. A decir la verdad, el gran aprecio que le tengo es debido a que me quedé con su actuación en 1963 en la película “Los paraguas de Cherbourg” (Les parapluies de Cherbourg). También fue Embajadora de buena voluntad de varias instituciones de la ONU, como la UNESCO. Recibió un León de oro de Venecia en 2022 por toda su carrera. Ver foto.

La última Marianne que se plasma sobre estampillas la “inauguraron” el Presidente Macron y su esposa Brigitte el 7 de noviembre de 2023 es un trabajo del grafista francés Olivier Balez, que vivió diez años en Chile. Lo seleccionaron entre 15 colegas. (Definitivamente, nuestro Presidente está en todas…). La llaman “la Marianne del futuro”. No se sabe nada de su eventual musa. ¿Qué opinan nuestros lectores?

Remy Leroux Monet, ciudadano francés, visitó por primera vez Costa Rica en 1978, y desde entonces no se ha separado nunca de nuestro país. En 1993 migró definitivamente. Siendo un atento observador de su entorno, tiene por afición resaltar diferencias entre sus dos países, el de nacimiento y el de adopción.

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