La renacionalización bancaria

Efrén Arauz C.

En 1948 la Junta Fundadora de la Segunda República nacionalizó la banca existente en aquel entonces, el crédito rápido, seguro y a bajo costo se extendió por todo el territorio nacional, el país creció, hubo pequeñas unidades productivas que orientaron la economía del país. A finales de los años ochentas, después de la quiebra financiera y la Ley de Modernización Bancaria, la banca privada se fortaleció, luego se les autorizo el contrato de depósito en cuentas corrientes y su operatividad se hizo más evidente, hoy compite. Luego vino un periodo de vacas flacas con el cierre del Banco Anglo y posteriormente el Banco Crédito Agrícola de Cartago.

Al día de hoy la banca pública está nuevamente en discusión, el banco popular es algo menos que un banco y algo más que un reducto político y nunca fue de los trabajadores, la banca de Desarrollo no ha despegado aun, al cien por ciento, pese a que fue aprobado hace casi veinte años, el banco de Costa Rica con todas sus aventuras financieras como el sonado caso del cementazo, impune al día de hoy y otros créditos aun mayores, altamente cuestionados, el banco nacional con estructuras paralelas de los empleados solidaristas que se auto aprueban grandes créditos a los grandes gerentes, clase banquera que los tiene al borde de la quiebra, mega salarios de centenares de altos burócratas que drenan, día a día, los recursos de todos los costarricenses.

Para terminar con esta tragedia financiera, el presidente del Banco Central nos dice que este año no habrá recesión, pero que no habrá crecimiento, sea habrá más pobreza, habrá miseria y hambre aunque no habrá recesión, afirmación temeraria y desafortunada, es una mala señal para el productor nacional.

La banca pública es la que mueve el motor de cualquier sistema económico como el nuestro, sino no hay crédito rápido, eficiente, con bajos intereses la economía decrece, se desacelera, cierran empresas, quiebran negocios, como ocurre en la actualidad, considerando además las altas cargas tributarias, todo esto trae más desempleo, mas pobreza, mayor delincuencia , al menos en delitos de orden patrimonial y por supuesto menos inversión privada interna y externa, menos divisas, menos tributos.

Estamos urgidos de nuevo de una modernización bancaria, de una nueva renacionalización de la banca pública, de un nuevo modelo de desarrollo financiero a favor de los pequeños y medianos productores, cooperativas, emprendedores , basado en el crédito barato, con asesorías, reordenación de mercados y controles adecuados, esta ecuación es prioridad uno para reactivar la economía, que no es simplemente bajar parámetros de tramito logia, hagámoslo, estamos a tiempo, nunca es tarde y todo es fácil en la vida si las cosas se hacen.

– Abogado