Para incitar el odio contra las personas trans
Amy Goodman y Denis Moynihan
Las palabras importan. Cuando los poderosos las utilizan con malicia, las palabras pueden causar daño e incluso matar. Por ello, las palabras que el congresista republicano del estado de Texas Keith Self pronunció recientemente al presidir una audiencia de un subcomité de la Cámara de Representantes de Estados Unidos deben ser condenadas con especial firmeza. Hacia el final de la audiencia, Self le dio la palabra a la miembro más nueva y joven del comité, la congresista demócrata del estado de Delaware Sarah McBride, la primera persona transgénero en ser elegida para ocupar un escaño en el Congreso estadounidense. Al presentarla, Self utilizó intencionalmente el género equivocado:Self: “Ahora le doy la palabra al representante de Delaware, el señor McBride”.
Sin inmutarse, McBride también usó el género incorrecto al dirigirse a Self: “Gracias, señora presidenta”.
Por su parte, el congresista demócrata del estado de Massachusetts Bill Keating intervino de inmediato y le exigió a Self: “Señor presidente, ¿podría repetir su introducción, por favor?”
Self: “Sí, hemos establecido una norma en el hemiciclo de la Cámara de Representantes y simplemente estoy…”.
Keating: “¿Cuál es esa norma, señor presidente? ¿Podría repetir, por favor, lo que acaba de decir cuando le dio la palabra a una congresista que ha sido legítimamente elegida como legisladora de Estados Unidos de América?”.
Self: “Lo haré. El representante de Delaware, el señor McBride”.
Keating respondió indignado: “Señor presidente, está fuera de lugar. ¿No tiene usted ningún decoro?”. […] No continuará conmigo a menos que usted presente de manera correcta a una representante legítimamente elegida”.
Inmediatamente después de este intercambio, Self suspendió la audiencia. Este nuevo intento de denigrar a McBride se suma a las muchas agresiones que la congresista ha enfrentado desde su victoria electoral en noviembre, fruto de la incesante campaña de Trump para fomentar el odio contra la comunidad trans y movilizar así a sus simpatizantes. Desde su investidura presidencial, el mandatario estadounidense ha emitido al menos ocho órdenes ejecutivas y directrices que tienen como blanco a las personas trans.
En julio de 2023, durante una entrevista que mantuvo con Democracy Now! al comienzo de su campaña de postulación para el Congreso, Sarah McBride anticipó la hostilidad que iba a enfrentar si resultaba elegida:
“Dejemos que la mezquindad de estos políticos de extrema derecha contraste con nuestro compromiso con el progreso. Que su crueldad contraste con nuestra compasión. Que la diversidad de nuestra humanidad se haga más visible en los pasillos del Congreso y refuerce el mensaje de que las personas trans formamos parte del rico entramado social de Estados Unidos, que tenemos algo que ofrecer, que tenemos talento, sensibilidad y capacidad para legislar con eficacia”.
En casi todos los estados del país se están debatiendo leyes que tienen como blanco a las personas transgénero. Según los últimos datos recabados por la organización Trans Legislation Tracker, en lo que va de 2025 ya se han presentado al menos 738 proyectos de ley contra la comunidad trans, tanto a nivel federal como en las legislaturas de todos los estados del país, excepto Vermont. De todos estos proyectos, 22 se han convertido en ley, 39 han fracasado y 677 aún están en debate. La cantidad de proyectos de ley de este tipo que se proponen en las legislaturas ha crecido de manera exponencial en los últimos años. En su conversación con Democracy Now!, McBride habló sobre esta oleada de proyectos de ley contra la comunidad trans:
“En definitiva, estas leyes que buscan restringir el acceso a la atención médica que necesitan las personas transgénero, y las que censuran ciertos temas en las escuelas, son todas parte de una agenda cruel y concertada que pretende distraer la atención del hecho de que los republicanos no tienen absolutamente ningún programa de políticas para abordar las necesidades de los trabajadores y las familias de este país. Esto es parte de una estrategia permanente que la extrema derecha ha intentado utilizar a lo largo de muchas generaciones, que consiste en dividir y conquistar. Y las personas trans son su nuevo objetivo”.
Este señalamiento fomenta la violencia contra las personas trans. Aunque las estadísticas están dispersas e incompletas, los registros indican que al menos 200 personas trans han sido asesinadas en la última década en Estados Unidos, la mayoría de ellas mujeres trans de color.
En medio de este aluvión de odio, también hay historias de éxito a destacar. Zooey Zephyr es una mujer trans que fue elegida para ocupar un escaño en la Cámara de Representantes del estado de Montana. La semana pasada, Zephyr se pronunció en contra de uno de los 24 proyectos de ley antitransgénero presentados en este período de sesiones, en este caso, uno dirigido contra los eventos denominados “Hora de cuentos ‘drag’” y otras actividades relacionadas:
“Aquí estoy de nuevo para alzar mi voz contra otro proyecto de ley en contra de la comunidad LGBTQ. […] En esencia, el ‘drag’ es arte hermoso. El drag tiene una larga historia en este país […]; parte de esa historia llevó a la policía a allanar un bar LGBTQ en Nueva York, lo que dio lugar a la rebelión de Stonewall, un hito en la lucha por los derechos civiles de mi comunidad. […] Mi vida no es un fetiche. Mi existencia no es un fetiche. Hace un mes, me llené de orgullo al ver a mi hijo aquí, en la galería de esta sala; muchos de los que están sentados del otro lado tuvieron la oportunidad de conocerlo. Cuando lo llevo a la escuela, eso no es una exhibición lasciva, eso no es un fetiche; esa es mi familia. Esto es lo que estas legislaciones intentan atacar, no los espectáculos obscenos que supuestamente se presentan ante los niños y niñas. […] Tenemos leyes para eso. Esta es solo una manera más de perseguir a la comunidad trans. Por favor, voten ‘no’”.
A continuación, una legisladora republicana, también madre de familia, se unió a Zephyr para oponerse al proyecto de ley. Al final, 13 legisladores republicanos se unieron a los demócratas y lograron derrotar el proyecto de ley.
Varias demandas judiciales han logrado bloquear, al menos temporalmente, algunas de las órdenes ejecutivas emitidas por Trump contra la comunidad trans. Sin embargo, mientras se resuelven las batallas judiciales, las vidas de las personas transgénero continúan estando en riesgo. Ahora es el momento de actuar con organización, determinación y solidaridad para que, ante el avance del autoritarismo, no terminemos parafraseando al pastor y teólogo alemán antinazi Martin Niemöller: “Primero vinieron por las personas trans, y yo no dije nada […]; luego vinieron por mí”.
© 2025 Amy Goodman
Traducción al español de la columna original en inglés. Edición: Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org