La Patrulla de Bares: Vuelve la nostalgia (Bar Legends)

Especial para Cambio Político

Misión: Legends Bar & Restaurant Dónde: San Rafael de Montes de Oca, 100 mt este de la Iglesia Católica. (ver mapa)

La Patrulla regresa después de muchos meses de inactividad, obligados por la pandemia causada por el “virus chino”, que ha puesto patas pa’rriba el honorable trabajo de libar y comer. Y no es que volvimos a nuestras tradicionales patrullas, que va, los patrulleros tenemos que reconocer que para estas lides de la pandemia, no nos sienta eso de usar mascarillas en una cantina.

Pero en fin, como ya se permite abrir las cantinas, perdón sodas y cafeterias, de nuevo, sabemos que hay algunos valientes que ya se aventuran a visitar estos lugares de esparcimiento en las comarcas cercanas a su lugar de residencia o trabajo. Así que, decidimos publicar algunas de las crónicas que teníamos en preparación antes que nos cayera encima la pandemia, con la esperanza que sirvan de guía e inspiración a esos cientos de aspirantes a patrulleros que sabemos existen, y puedan así tener una referencia que los ilumine en estos tiempos tan oscuros.

En los últimos tiempos se han puesto de moda los bares que apelan a la nostalgia para buscar clientes. Así es como se han remodelado muchos lugares, a los que les dan una apariencia retro de las décadas de los 60, 70 y 80 del siglo pasado. Entonces, las paredes están llenas de posters y cherevecos de esos años. Pero no solo es la decoración, pues ahora les ha dado también por tener videos de música de esa época.

Unas semanas antes de la pandemia patrullamos el Bar Legends en San Rafael de Montes de Oca, localizado 100 mt al este de la coqueta iglesia católica de la localidad o para los más devotos de la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes de Montes de Oca. Para más señas, del Cristo de Sabanilla, un par de km hacia San Ramón de Tres Ríos. No hay como perderse.

Este Cronista tiene que confesar que llegamos a ese bar como opción B, pues al que inicialmente íbamos estaba cerrado o ya no existía. Vean ¡que calidad de patrulleros! Dichosamente a uno de los asistentes a la patrulla se le ocurrió esta otra posibilidad, que quedaba relativamente cerca, así que todos nos desplazamos a ese nuevo lugar, confiando en el dicho del patrullero.

El lugar es bonito, queda sobre la calle principal y cuenta con buen parqueo propio, por aquello de que les preocupe donde dejar el carro. Eso si, tiene puerta al estilo de tienda, y hay que tocar el timbre para poder entrar. Suponemos que es así, por seguridad, ahora que asaltan tanto este tipo de negocio, y que hasta chingo lo pueden dejar a uno. Y es que los ladrones ya no respetan nada, ni siquiera el sagrado rito de tomarse unos tragos con una boca departiendo con los amigos.

El interior es amplio, con una decoración —adivinaron— setentera y ochentera, eso si, muy sobria; algo que este Cronista agradece, pues no hay abuso estético como en otros lugares. Casi que se podría decir que es minimalista. La atención es esmerada y pronta, algo que también se agradece, definitivamente un punto alto.

Ahora sí, vamos a la comida, que es lo que interesa. Como en muchos otros lugares, Legends es del tipo «bar & restaurante», por lo que tiene un menú de bocas y otro de platos fuertes. Como es la costumbre, pedimos alguna de las bocas de la casa, así que en esta oportunidad un patrullero ordenó los Patacones Legends, que no decepcionaron para nada, son 10 patacones bien tostaditos, acompañados de porciones de frijoles molidos y carne mechada; la combinación perfecta, además de un pico de gallo. Realmente sabrosos. Las Quesadillas vienen en cuatro generosas porciones hechas de tortillas de harina y queso derretido; acompañadas de una ración de tomate picado. Muy buenas. También se pueden ordenar de pollo con hongos, aunque ligeramente más caras. El Ceviche de camarones viene con una buena cantidad de crustáceos frescos, acompañados por dos patacones y no —como es la costumbre— por un par de paquetes de galletas de soda. El Burritos de res viene solo con la tortilla frita, eso si con una buena capa de «zacate» y tomate picado. Los Mozzarella Sticks, deliciosos con una sala muy buena, bien tostaditos y empanizados, que prácticamente se deshacían en la boca. La porción es de seis palitos, que no duraron ni cinco minutos; una buena opción para pedir como entrada mientras llegan las otras bocas. El Arroz con mariscos, viene acompañado con ensalada verde y papas a la francesa; estaba bueno de sabor, aunque muy pequeño y escaso de mariscos. Los Camarones al ajillo vienen acompañados de vegetales y una orden de arroz; son diez camarones mezclados con tiras de chile dulce, que aunque no son jumbo son de buen tamaño. La Chalupa de pollo es especial, con acompañamiento de papas a la francesa y tomate picado encima, estilo pico de gallo.

En general muy buena la comida, pero hay que tener en cuenta que la boca no es barata, en promedio el costo es de unos tres mil colones, y a veces un poco más. Sin embargo, los días jueves siempre tienen la famosa oferta de «birra + boca», es decir la boca está incluida en el precio de la cerveza.

Un bonito y tranquilo lugar al que se puede ir sin necesidad de ser una «leyenda», en realidad de cualquier edad la van a pasar bien. Ocasionalmente tienen conciertos en vivo o tenían, porque con esto de la pandemia no se sabe; pero esto es ventaja porque hay seguridad que no serán interrumpidos. La parte de videos musicales en realidad no molesta, y más bien es un aliciente para quienes les gusta ver y escuchar música de esas épocas. Para más detalles pueden visitar la página de Facebook.