La Patrulla de Bares: La amplia Villa

Especial para Cambio Político

Misión: Bar La Villa Dónde: 100 mt norte y 50 este del Mas x Menos, Coronado (ver mapa)

Ingresando a San Isidro de Coronado por la carrera que viene de Ipís, pasado el Más x Menos, llega uno al plantel municipal y dobla en la primera calle a mano derecha, a media cuadra, para ser exacto, en la avenida 89 entre la calle 149 y la 151 (oh fútil intento de racionalizar las direcciones ticas) llega uno a un agradable y amplio bar que ocupa lo que otrora fuera una amplia casa de la cultura lechera, a la cual le pusieron el original nombre de “La Villa”, por lo que no sobra advertir que no hay ninguna relación con su homónimo de la Calle de la Amargura pero sí son la hermana mayor del de San Blas de Moravia, el cual fue recientemente reseñado en esta sufrida columna. Aunque a veces se identifican con el nombre de “Villa San Isidro” para evitar abrumar de la confusión a algún hambriento cazabocas.

La amplia casona da lugar para varios amplios salones y una más amplia barra. Hasta hay espacio para un área (por supuesto, amplia también) para hacer fiestas privadas. Rótulos en las paredes ofrecen algunas promociones cerveceras, pero por ahí vimos un tenebroso signo de karaoke. A pesar de lo grande del lugar, la atención es buena y lo único difícil es encontrar el amplio baño en ese casómetro.

La degustación comenzó un unos frijoles molidos con patacones, una original presentación porque hacen los patacones en forma de canasta, los frijoles estaban muy bien de sabor, pero los patacones estaban durones. Los nuggets de pollo estaban suavecisímos, de muy buen sabor, además en buena cantidad, qué más se puede pedir. El chile relleno mantuvo el alto nivel de la cocina, una porción de buen tamaño, el chile en su punto de suavidad, no muy grasoso y además con una salsa parecida a la salsa tártara muy buena. El chifrijo simplemente hay que describirlo como deliciosísimo, lo traen con frijoles tiernos, sin arroz de relleno, los chicharrones bien carnudos y un buen toquecito de picante. La sopa azteca, también muy buena, con aguacate, queso y un gusto picantón. El taco de carne trae de una vez cinco tacos, la carne buenísima. Las fajitas de res, otra boca con excelente sabor, la carne bien suave, las sirven con cebolla. Las papas en espiral, una originalidad de la casa, estaban muy ricas, bien tostaditas, las acompañan con queso tipo cheddar derretido, aunque hizo falta un poco más de queso. Los dados de queso, boca favorita patrullera, fueron de lo más espectacular de la noche, tostados por fuera y bien jugosos por dentro, los hacen con queso Turrialba, aunque por ahí algún incómodo opinó que estaban demasiado dulces. Los palitos de queso son bastante parecidos, pero los traen empanizados.

Terminado el festín, ya comprendimos la razón del amplio llenazo, pues el amplio menú contiene muchas buenas bocas que son de muy buen sabor, y cómo no, como le gusta a los patrulleros, de amplias proporciones.