Especial para Cambio Político
Misión: Bar La Troja Dónde: San Antonio de Desamparados, 100 mt al norte del muñeco (ver mapa) |
La historia del muñeco es curiosa, es uno de cuatro que llegaron al país en la década de los años 40s del siglo pasado, como un regalo de los sindicatos belgas a la Confederación General de Trabajadores (CGT) de Costa Rica, y representaban cuatro de los oficios principales. En el caso del de San Antonio, parece que se trata de un panadero. Es tal la fama, que hasta una gasolinera cercana se llama «Servicentro El Muñeco», que incluso tiene una réplica.
El Bar y Restaurante la Troja queda, 100 mt al norte del muñeco, o si quieren de la Iglesia Católica de San Antonio de Desamparados, sobre la calle principal, casi que se lo topa uno de frente, no hay como perderse. A San Antonio se le puede llegar por muchos lados, ya sea por Desamparados, San Francisco de Dos Ríos o Curridabat. Pueden ver el mapa, por aquello, dado que la Iglesia no está sobre la calle principal.
La Troja es muy especial, es lo que podría llamarse un bar «todo terreno«, es decir, combina varios ambientes, desde uno de restaurante, al viejo estilo de «Salón familiar», con una barra y bar, además de una sección de entretenimiento al estilo «sport bar«, aunque sin serlo. Tiene varias pantallas planas, pero hay que decir que ninguna es intrusiva como en otros lugares. Lo mismo puede decirse de la música, que la tiene, pero sin ser molesta o estridente. Es más, si por alguna razón a alguien le molesta el ruido o siente el ambiente adentro del bar muy pesado, hay una sección cercana a la calle, que es muy tranquila. Podría decirse que La Troja es una versión moderna de aquellas cantinas de antes que tenían «Salón familiar».
Como decimos siempre «a lo que vinimos» que son las bocas. La oferta es muy amplia, el menú incluye 52 de ellas, en cuatro categorías diferentes: arroz, carnes, pollo, sopas, ensaladas, mariscos y otros; como ven las bocas no es problema. Esta fue una de esas veces en que a los patrulleros les costó mucho decidirse que ordenar, por la gran variedad, pero bueno, había que hacer la sacrificada labor… El chifrijo, aunque bueno, no es espectacular como otros que hemos reseñado; tiene buen sabor y el arroz y los frijoles vienen bien preparados, con su buen caldo, el pico de gallo viene por aparte, lo que es de agradecer, pues a algunos patrulleros no les gusta, además tiene de acompañamiento unas tortillas tostadas. El arroz con camarones está muy bien presentado y de excelente sabor, viene con un acompañamiento de papas a la francesa y vegetales, ambos muy buenos, especialmente las papas que estaban tostaditas y crujientes; más bien el reclamo de la patrullera que lo pidió fue que era muy poco. Los dados de queso, esponjosos y doraditos, como manda el libro, que los hace una buena boca de entrada, como para ir calentando, a la espera de platos «más fuertes». Los camarones al ajillo no cumplieron con las expectativas, muy pequeños, sin pretender que fueran jumbo, y de sabor aceptable; con acompañamiento de vegetales, el patrullero que los ordenó pidió un acompañamiento extra de arroz blanco.
Son pocos los lugares que tienen especiales de la casa, por lo que decidimos probar la nachitroja, que fuera del nombre, es una orden de nachos como los hay en la mayoría de los lugares, con papas, carne y queso derretido en abundancia, al final lo espectacular de esta boca es el atollijo que se hace uno. La otra especialidad es la boca trojapatacones, que no estaban tan gruesos, que es el talón de Aquiles de los patacones; y con un acompañamiento especial, además de los tradicionales frijoles molidos, que es carne mechada en salsa; agregado que los hace ser diferentes, de más está decir que esta boca estaba muy buena.
La atención es esmerada y la salonera que nos atendió dominaba el conocimiento de las bocas, dando detalles de cada una de ellas si se le preguntaba, esto a pesar de ser, como ya dijimos, una oferta numerosa. Los precios muy razonables, rondando un promedio de dos mil colones por boca, lo que le da otro atractivo más al lugar.
Ya fuera de tópico, hay que reseñar el apartado de los cócteles y tragos, que parece es uno de los fuertes del lugar. Hay una larga lista de ellos, y lo que parecen ser buenos precios. También hay cocteles y tragos propios de la casa, destacándose el que se llama «shot mamadita», que nos cuentan es muy solicitado por las damas que asisten al lugar. Está también el «chili troja» que es especial para aquellos que necesitan empezar sacándose la «goma», que a este cronista le hace expresar aquella famosa frase ¡juventud divino tesoro!
SEMPER COMPOTATIUM
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LLOREMOS POR SIEMPRE POR LA EXTINTA SAINT FRANCIS
¡LA BIRRA EN VASO SIN HIELO! ¡NI A PICO DE BOTELLA!
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VALETE ET INEBRIAMINI