Enero 30, 2025
Por Thalif Deen
NACIONES UNIDAS – La administración de Donald Trump, que recuperó la Casa Blanca el 20 de enero tras una pausa de cuatro años, ha caído con fuerza sobre miles de inmigrantes en condición irregular y cientos de supuestos enemigos, lo que ha desencadenado una serie de órdenes ejecutivas sobre agencias militares y federales.
Pero en el caos político resultante, Trump tampoco ha perdonado a las Naciones Unidas.
Se espera que el organismo mundial se vea sorprendido y visiblemente debilitado al enfrentarse a varias amenazas, como recortes en la financiación estadounidense, la retirada de agencias como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y posiblemente del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), además del abandono de tratados internacionales como el Acuerdo de París sobre cambio climático.
Una muestra de lo que se viene la dió la nueva embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Elise Stefanik, quien fue citada afirmando: «En la ONU, los estadounidenses ven una institución corrupta, obsoleta y paralizada, más comprometida con la burocracia, los procesos y las sutilezas diplomáticas que con los principios fundacionales de paz, seguridad y cooperación internacional establecidos en su Carta».
La que ha sido hasta hora la presidenta de la Conferencia Republicana de la Cámara de Representantes, también se ha comprometido a retirar el apoyo a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (Unrwa, en inglés).
Como resultado, se espera que las Naciones Unidas se enfrenten a una Casa Blanca excepcionalmente hostil durante los próximos cuatro años, incluso cuando Estados Unidos siga teniendo atrasos en sus cuotas financieras al organismo.
Sobre la vacilante financiación de Estados Unidos, el portavoz adjunto del organismo, Farhan Haq, recordó que el mayor contribuyente de la ONU debe 1500 millones de dólares al presupuesto ordinario de la organización.
Pero si a la deuda con el presupuesto ordinario, se suma la que mantiene con el presupuesto de mantenimiento de la paz y los tribunales internacionales, la cantidad total que Estados Unidos adeuda a la ONU es de 2800 millones de dólares.
Cuando se le preguntó si la ONU puede conseguir este dinero bajo la administración de Trump, se limitó a decir: «Hemos conseguido el dinero para los gastos de la ONU bajo todas las diversas administraciones en el pasado».
Joseph Chamie, demógrafo consultor y exdirector de la División de Población de las Naciones Unidas, dijo a IPS que es evidente para casi todos los observadores que la administración de Trump pretende remodelar las relaciones entre Estados Unidos y la ONU.
Señaló que se puede esperar que el presidente Trump y sus allegados presionen para que se lleven a cabo reformas y utilicen los fondos estadounidenses en sus intentos por lograr sus objetivos deseados. Se espera que las reformas exigidas por la administración de Trump sean cambios sorprendentes con respecto a los gobiernos estadounidenses anteriores.
«Se puede esperar que el presidente Trump actúe de manera más rápida y agresiva que durante su primer mandato presidencial», entre 2017 y 2021, dijo.
En cuanto a la cooperación multilateral, añadió, es probable que solo se produzca cuando se perciba que está en consonancia con los intereses del nuevo gobierno.
«Sobre los comentarios, observaciones y declaraciones oficiales de la administración de Trump, recomiendo que presten atención a las palabras de John Adams, el segundo presidente de los Estados Unidos», dijo Chamie.
Adams comentó astutamente: «Los hechos son tercos; y sean cuales sean nuestros deseos, nuestras inclinaciones o los dictados de nuestras pasiones, no pueden alterar el estado de los hechos y las pruebas».
En resumen, los hechos, las pruebas y las realidades relativas al sistema de las Naciones Unidas y sus operaciones no pueden ser alterados por los deseos de Trump y su gobierno, anticipó Chamie.
Stephen Zunes, profesor de Política y Estudios Internacionales en la estadounidense Universidad de San Francisco, que ha escrito extensamente sobre la política de la ONU, dijo a IPS que la presidencia de Trump presentará desafíos sin precedentes a las Naciones Unidas y a las normas legales internacionales que se supone debe defender.
«Ningún líder de una gran potencia desde la fundación de la ONU en 1945 ha expresado tal desdén por los principios fundamentales del derecho internacional», anticipó.
Sin embargo, cabe recordar que Estados Unidos ya estaba socavando esos principios bajo administraciones anteriores, señaló.
Por ejemplo, incluso bajo el antecesor de Trump, el demócrata Joe Biden (2021-2025), Estados Unidos reconoció la anexión ilegal de Israel de los Altos del Golán y la anexión ilegal de Marruecos del Sáhara Occidental, ambos tomados por la fuerza militar en contravención de las resoluciones unánimes del Consejo de Seguridad de la ONU.
La hostilidad hacia las agencias de la ONU tampoco es nueva, subrayó Zunes.
Biden, con el apoyo de una gran mayoría bipartidista del legislativo Congreso, eliminó la financiación del país a la Unrwa. Otros gobiernos anteriores han retirado a Estados Unidos de la Oficina del Alto Comisionado sobre Derechos Humanos (Acnudh) y de la Organización de las Naciones sobre la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Igualmente han amenazado con retirar el financiamiento a cualquier agencia de la ONU que admita al Estado de Palestina como miembro.
«Además, durante los últimos 55 años, Estados Unidos ha vetado muchas más resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que cualquier otro país», recordó el académico.
La diferencia entre Trump y los presidentes anteriores es la flagrante oposición del magnate repúblicano al sistema de las Naciones Unidas en su conjunto y a la idea de cualquier restricción legal a las acciones de Estados Unidos o sus aliados.
A pesar de su frecuente doble moral, las anteriores administraciones estadounidenses al menos apoyaban de boquilla lo que Biden denominó el «orden internacional basado en normas». Sin embargo, Trump no.
Dado el desdén de Trump por la legislación nacional —habiendo sido acusado de 78 delitos graves y condenado hasta ahora por 34—, no es de extrañar que también tenga tan poca consideración por el derecho internacional, consideró Zunes.
Sobre el abandono del Acuerdo de París, que repite lo que ya hizo Trump en su anterior presidencia, el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, dijo que Estados Unidos ha notificado al secretario egneral, en su calidad de depositario, su retirada, el 27 de enero de este año al tratado acordado en diciembre de 2015.
Estados Unidos firmó el Acuerdo de París el 22 de abril de 2016 y expresó su consentimiento a quedar vinculado por el Acuerdo mediante su aceptación el 3 de septiembre de 2016. Posteriormente se retiró del Acuerdo a partir del 4 de noviembre de 2020, antes de volver a aceptarlo el 19 de febrero de 2021.
De acuerdo con el artículo 28, párrafo 2, del Acuerdo de París, la retirada de Estados Unidos entrará en vigor el 27 de enero de 2026.
«Reafirmamos nuestro compromiso con el Acuerdo de París y nuestro apoyo a todos los esfuerzos efectivos para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados», dijo Dujarric.
Sobre las duras críticas a la ONU en las audiencias de confirmación en el Senado de los designados por Trump para su gobierno, Haq dijo: «No entraría en ningún tipo de refutación punto por punto, pero obviamente está claro el trabajo que hacen las Naciones Unidas y sus agencias».
«Está claro el papel importante que desempeñamos en diversos campos, ya sea en los esfuerzos de mantenimiento de la paz en todo el mundo, en la ayuda humanitaria, en la asistencia económica que proporciona el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) y otras entidades, o en el apoyo al medio ambiente y a la planificación demográfica», añadió.
Hay un mundo de actividades, resaltó Haq, que promueve las Naciones Unidas.
«Subyacente a todo ello está el hecho fundamental de que en lo que más han tenido éxito las Naciones Unidas es en asegurarse de que todas las naciones del mundo tengan un lugar fiable y pacífico donde puedan negociar entre sí y tratar colectivamente todos los conflictos potenciales, todas las cuestiones transversales potenciales», resumió.
T: MF / T: EG