Diciembre 9, 2024
Por Corresponsal de IPS
NACIONES UNIDAS – La caída del presidente Bashar al Assad luego de 14 años de guerra civil en Siria deja a ese país sumido en la incertidumbre, pero se debe aprovechar el momento para emprender un proceso político de reconciliación y justicia basado en el diálogo, han planteado responsables de las Naciones Unidas.
El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, dijo este lunes 9 que los sirios “salieron a las calles con la esperanza de que ésta sea una oportunidad para que el país construya un futuro basado en los derechos humanos, la libertad y la justicia; y con la ansiedad derivada de tanta incertidumbre”.
“La única manera de avanzar es un proceso político nacional que ponga fin a la ristra de sufrimiento, satisfaga las aspiraciones de todos los sirios y garantice la verdad, la justicia, la reparación, la sanación y la reconciliación”, dijo Türk en rueda de prensa en esta ciudad suiza.
La víspera, el secretario general de la ONU, António Guterres, expresó en un comunicado que “tras 14 años de guerra brutal y la caída del régimen dictatorial, el pueblo de Siria puede aprovechar una oportunidad histórica para construir un futuro estable y pacífico”.
“El futuro de Siria es una cuestión que deben determinar los sirios”, sentenció Guterres.
En la guerra civil, y en el derrocamiento participaron o se involucraron no solo grupos armados irregulares -étnicos, confesionales, nacionales, transfronterizos- y ejércitos regulares, sino varias de las más poderosas potencias regionales y globales.
Túrk, quien habló la jornada previa al Día de los Derechos Humanos, 10 de diciembre, insistió que será esencial que los derechos humanos de todos los sirios ocupen un lugar central en ese proceso.
También consideró fundamental restablecer la soberanía, la unidad, la independencia y la integridad territorial de Siria, un país de 185 000 kilómetros cuadrados y unos 20 millones de habitantes -varios millones huyeron al extranjero en los últimos 15 años- actualmente repartido entre fuerzas confrontadas y con poder de fuego.
El alto comisionado pidió atender “la tragedia de los desaparecidos”, que rebasarían las 100 000 personas, recalcando la necesidad de que las familias sepan el destino de sus seres queridos para que pueda haber una reconciliación nacional.
“Toda transición política debe garantizar que los responsables de violaciones graves de los derechos humanos rindan cuentas. Es imperativo que se recopilen y conserven meticulosamente todas las pruebas para su uso futuro. La reforma del aparato de seguridad será fundamental”, declaró.
La guerra civil debió costar entre 400 000 y 600 000 vidas, según diversos estimados, y miles, quizá decenas de miles, padecieron heridas, prisión y otras muy diversas formas de opresión y tortura tanto por las fuerzas del Estado dirigido por Al Assad como por movimientos armados que lo combatían.
Por su parte, el alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, advirtió que “con la situación aún incierta, millones de refugiados están evaluando cuidadosamente cuán seguro es regresar”.
Grandi dijo que más de 90 % de la población siria necesita asistencia, sobr4e todo con el invierno boreal en puertas.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanit6arios de la ONU (Ocha) reportó “un creciente flujo de personas retornando a las ciudades y pueblos sirios” desde países vecinos, y destacó que los centros de recepción están abarrotados y sus recursos son limitados.
“Hay una necesidad urgente de más refugios, alimentos, artículos no alimentarios e instalaciones sanitarias”, señaló la Ocha.
Según la entidad, 16 millones de personas necesitaban asistencia humanitaria ya antes de que los grupos de oposición liderados por la milicia Hayat Tahrir al-Sham (HTS) tomaran zonas controladas por el gobierno y entraran en Damasco, la capital, para declarar su triunfo.
A esos 16 millones se agregó cerca de un millón de personas, la mayoría mujeres y niños, que fueron desplazadas a partir del 28 de noviembre en las provincias occidentales de Alepo, Hama, Homs e Idlib, con el avance de la ofensiva opositora.
A-E/HM