La Nación y sus miedos

Alberto Rodríguez Baldi

Una asustadiza Nación realiza una serie de publicaciones, por cuanto al quedarse sin opciones, editorializa, publica notas contradictorias, por ejemplo: la presidente mejora pero sigue como la peor calificada, no informa del viaje a Cuba ni se ruboriza como otrora, sobre todo cuando la señora va asistir a una reunión de un proyecto chavista.

Estas inconsistencias es el efecto directo de que no saben para donde ir con sus publicaciones, están asustados. Atrás quedaron los dorados años en los cuales sus socios mayoritarios alrededor de una mesa de tragos en los prestigiosos clubes sociales, disponían quien debía de gobernarnos.

Que no se logra nada contratando a familiares de políticos, callando los delitos de cuello blanco y siendo tolerante con el accionar del Ministerio Público.

Las redes sociales superaron la manipulación de la información y el ocultamiento de las verdades sobre los bajos fondos de la clase política gobernante.

No se explican como el poder se les diluye, y que sus publicaciones interesadas no producen el efecto de antaño, a una ciudadanía que se ha liberado de la ignorancia.

Sobre el avance de la izquierda yo también exprese mi opinión, pero desde otro ángulo, nunca en defensa de intereses espurios:

“La izquierda costarricense tiene sus orígenes en la defensa de la clase trabajadora de Carlos Luis Fallas en los conflictos bananeros, Manuel Mora y sus luchas por los derechos laborales en el partido Vanguardia Popular, sus líderes siempre han mantenido una posición moderada.

No obstante esta verdad histórica no podríamos dimensionar su comportamiento en el ejercicio del poder político, por cuanto nunca lo han tenido.

Por otro lado la derecha costarricense nunca ha sido de mi agrado, tiene sus orígenes en los grandes cafetaleros que dominaron la economía nacional, y con tal de hacer cualquier negocio venden el país a pedazos, o comprometen la explotación de nuestras riquezas o bienes a cambio de enriquecerse en la intermediación.

Su conducta ha sido patrocinante de la corrupción al cooperar con la creación de una clase política a su servicio, lo que definitivamente empobrece al resto de los ciudadanos. Para ello han puesto a su servicio sus poderosos medios de información que por décadas han manipulado a la opinión pública.

El resultado nunca han existido tantos pobres y tan pocos ricos en Costa Rica, y de esa circunstancia, como lo he dicho muchas veces el avance de la izquierda costarricense, que ahora pareciera de seguirse la tendencia del electorado se enfrentaran el próximo 2 de Febrero.

Por otra parte la izquierda costarricense deber tener claro que su norte no es seguir a Chaves y a Ortega, sus modelos han sido un fracaso, empobrecimiento de sus pueblos y cuyo modelo produce la creación de una nueva clase privilegiada que al final resulta en otra derecha disfrazada de socialismo del Siglo XXI.

Por mi parte, quiero aportar mi propio concepto político para Costa Rica, sustentando en un Estado Social de Derecho, y para explicar mi posición he de decir que soy de centro, los extremos como tales no benefician a sus ciudadanos, creo en la solidaridad, en una clase media poderosa, en el derecho de los pobres a las oportunidades para lo cual el Estado debe darles todos los instrumentos para ello.

Por eso también he sostenido que la educación superior tiene que ser gratuita y universal.

Pero todo ese estado social de derecho, que es la Costa Rica igualitaria de oportunidades, la ha venido destruyendo la corrupción imparable de la clase política gobernante, coludida con la derecha costarricense.

Espero que en algún momento de nuestra historia, a corto plazo, recuperemos la sensatez, la moderación, la solidaridad, la defensa de nuestros valores y principios de un Estado Social de Derecho, el cual se puede entender fácilmente en el contenido de nuestra Constitución Política. Rechazo en consecuencia los extremos políticos y sobre todo la extrema corrupción vivida en estos últimos gobiernos de Liberación Nacional, que niega todo tipo de oportunidades y un futuro de desarrollo a todos los ciudadanos. Demócrata como soy esperaré el resultado de las elecciones y aceptaré la decisión de la mayoría.”