La leyenda de la Virgen de los Ángeles

Carlos Vílchez Navamuel

Por Carlos Vilchez Navamuel

Virgen de los Ángeles

Para los que nos hemos tomado el trabajo de estudiar las apariciones marianas desde un punto de vista paranormal, en vista de que estos fenómenos -por ahora- no se pueden explicar científicamente porque no se ajustan a las leyes de la naturaleza, la aparición de la Virgen de los Ángeles es bastante distinta a las otras, con pocos detalles, y no contiene las mismas constantes de otras apariciones como son la de la Virgen del Pilar al Apóstol Santiago en Zaragoza, cerca 40 d. C. La Virgen del Monte Carmelo manifestada a San Simón Stock, en 1392, la advocación de Virgen de la Candelaria a dos pastores Aborígenes guanches en Tenerife (Canarias, España). En 1481, se aparece en la isla de Gran Canaria bajo la advocación del Pino. En el siglo XVI la aparición a San Juan Diego en México bajo el nombre de Guadalupe. En Guanare, Venezuela, el 8 de septiembre de 1652 se registra la aparición de la Virgen María al Cacique de los Cospes, el indio Coromoto y a su mujer. En 1950 el Papa Pío XII declaró esta aparición mariana bajo la advocación de «Virgen de Coromoto» como Patrona de Venezuela. La llamada Virgen del Huerto se le apareció al joven Sebastián descalzo (en la mitad del siglo del 1700). En el siglo XIX aparece en La Salette a los pastores Melanie Calvat y Maximin Giraud (1846); en Lourdes (1858) a Santa Bernadette Soubirous; y en el siglo XX aparece en Fátima (1917) a los pastorcitos Lucía dos Santos, Francisco y Jacinta Marto; entre 1941 y 1988 se le apareció a Felisa Sistiaga en Umbe y entre 1961 y 1965 a cuatro niñas en Garabandal (ambas las apariciones en territorio de España, si bien no cuentan con aprobación oficial de la Iglesia); entre el 27 de mayo y el 4 de junio de 1945 se apareció a dos niñas en La Codosera, Badajoz en un paraje llamado Chandavila; el 13 de julio de 1945 se le apareció a Pierina Gilli en Montichiari y Fontanelle, Italia, llamándose María Rosa Mística; y en 1999 se le apareció como Nuestra Señora de la Bondad en el Algarve, Portugal, y las apariciones de Nuestra Señora de Međugorje en la región de la ex-Yugoslavia, en el pueblo de Medjugorje en Bosnia y Herzegovina, si bien todavía no cuentan con una aprobación oficial de la Iglesia. Desde el 24 de junio de 1981, seis niños aseguraron que se les apareció en diversas ocasiones la Virgen (o como ellos la llaman en su lengua «Gospa») de manera frecuente.

La leyenda de la Virgen de los Ángeles en Costa Rica es corta, Wikipedia nos la describe así: “En el Período Colonial, Cartago era la principal ciudad para españoles en Costa Rica, y su capital provincial. A su alrededor había varios pueblos para indígenas nativos. En 1635, los mulatos vivían dispersos al este de la ciudad, pues las leyes españolas prohibían que los mulatos y negros libres (o pardos), pasaran de la Cruz de Caravaca. En el 2 de agosto de 1635, una joven mulata llamada Juana Pereira, iba a recoger leña como de costumbre, y se encontró una pequeña estatua, de una muñeca con un bebe en brazos en medio del bosque, sobre una roca, cerca de un manantial, en el lugar llamado la Puebla de los Pardos. Ella decidió llevársela para su casa, donde la guardó en un cajón envuelta en un paño de tela. Al día siguiente, Juana volvió al sitio del primer hallazgo, se encontró una muñeca de piedra igual a la encontrada el día anterior, hizo lo mismo, se la llevó para su casa, para guardarla junto a la otra, pero cuando llegó a buscarla se dio cuenta que no estaba, así volvió a guardar la imagen encontrada nuevamente, lo mismo sucedió al tercer día, pero esta vez se la llevó al sacerdote de la localidad, Alonso de Sandoval, quien la guardó en una caja, y se olvidó de ella. Al día siguiente abrió la caja y, para su sorpresa, no estaba. Juana Pereira volvió al lugar de las apariciones y encontró ahí la imagen, así que se la llevó al sacerdote y este la guardó dentro del sagrario. Al día siguiente abrió el sagrario y no la encontró, por lo que declaró que aquello ere un mensaje de la Virgen, ella deseaba estar en el bosque, sobre la roca, por lo que construyeron un pequeño templo en su honor, donde actualmente se encuentra la Basílica de los Ángeles, y a su alrededor se empezaron a agrupar los pardos.

La misma fuente nos dice que “La pequeña imagen de 20 centímetros fue bautizada con el nombre de Virgen de los Ángeles, porque el 2 de agosto los franciscanos celebran la fiesta de Nuestra Señora de los Ángeles (Getafe). Por esta razón, se tiene la certeza de que el hallazgo ocurrió ese día, pero no así la fecha exacta. Se estima que fue antes de 1639 aunque algunos dan por un hecho que fue en 1635. La joven que tuvo el honor de encontrar la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles parece que se perdió en la Historia de Costa Rica. Se sabe que existió pues los escritos de la época y de la Iglesia lo comprueban, sin embargo, no se le dio seguimiento después del hallazgo de “La Negrita”.

En este caso particular lo que se encontró fue una especie de muñeca con un bebé en los brazos de piedra, una pequeña escultura que podría representar algún juguete de la época, no existió ninguna aparición de algún ser etéreo, no vieron fenómenos extraordinarios y lo más importante no se recibieron mensajes.

Para nosostros, de todas estas apariciones señaladas arriba, la experiencia más extraordinaria podría ser la de Fátima por la cantidad de gente involucrada en esas experiencias y por los detalles extraordinarios ofrecidos por los tres niños, quienes por cierto no solo recibieron mensajes que la Iglesia consideró que deberían ser secretos, si no que dibujaron a la tal virgen con un atuendo muy diferente al que hoy muestran.

Fuente: http://wp.me/p2elI2-1t7

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