La hora va llegando

Progresemos

Carlos Manuel Echeverría E.

Carlos Manuel Echeverría

El fracaso del llamado diálogo nacional provocado me parece por el mismo gobierno en virtud a su falta de adecuado manejo e improvisación, ha dado pie a otras alternativas.

Ha sido fascinante y alentador sin embargo, que sectores claves de la actividad socio económica del país se hayan sentado a conversar en el marco de la Asamblea de Trabajadores del BPDC, para concertar una posición intersectorial. Por otro lado, la UCCAEP y el Movimiento Rescate Nacional (el MRN), nos guste éste o no y cuyos métodos no han sido los convencionales y aceptables, han iniciado una relación dialogante.

El diálogo entre fuerzas vivas organizadas de la sociedad civil es todavía muy incipiente. Sin embargo me preocupan dos puntos a saber: que el diálogo se vaya a convertir en una melé por la cantidad de organizaciones invitadas que poco aportan al problema toral y segundo, que las organizaciones asuman su participación como ha sido tradicional en Costa Rica: cada organización defendiendo sus intereses de sector sin fijarse en la plataforma socio económica que sustenta la actividad de todos, que es lo que está en juego.

Habrá tiempo para pensar en una visión compartida de país a largo plazo, tomando en cuenta el paradigma que viene. Sin embargo, en este momento se nos está “quemando la casa” y debemos apagar el fuego y por supuesto atacar su causa para evitar que vuelva.

Fijémonos en el problema: tenemos una situación financiera apremiante no coyuntural, más bien de carácter estructural. No es el déficit fiscal del Gobierno Central el problema; éste es simplemente la manifestación de un aparato estatal que no funciona bien, no es eficiente y no cumple sus funciones a cabalidad; no es eficaz. En terminología de planificación, nuestra economía estaba desbalanceada pues el sector gubernamental en todas sus manifestaciones y Poderes se ha convertido en una carga insoportable y no se justifica de ninguna forma su alto costo.

Para resolver el problema necesitamos reducir el costo del aparato estatal atacando los disparadores del gasto, adelgazándolo donde se pueda y por supuesto fortaleciendo su músculo, cerebro y gestión para que cumpla sus funciones, empezando por que cobre bien los impuestos y legisle para terminar con la elusión tributaria. Así mismo y esto trasciende el Gobierno Central, es necesario terminar con la corrupción y negligencia en todas las actividades del aparato estatal donde aquella se dá, lo que se refleja en los errores de cálculo del ICE y AyA, así como la difícil justificación de empresas como RECOPE y JAPDEVA en su concepción actual, entre otras muchas situaciones que aquí podríamos mencionar y que como corresponde en una economía inefectiva termina pagando la ciudadanía, como fin último de la actividad económica.

Pienso que el diálogo debe “entrarle” de lleno y con seriedad a lo que podríamos llamar el redimensionamiento del aparato estatal (RAE), lo que hay razones para pensar en base a propuestas serias ya presentadas, se puede todavía lograr.

Porque el RAE tomará tiempo, requerimos de financiamiento externo y en condiciones favorables. Para ello debería ya estar claro que la vinculación con nuestro FMI es el camino, además de que esa vinculación nos obligará a cumplir con las metas del RAE como país serio de la OCDE que estamos obligados a ser. No podemos tocar las reservas monetarias en poder del BCCR en gran parte comprometidas y que están allí para defender el tipo de cambio que fatalmente y con todos los males que traería, se dispararía si adoptamos una actitud de “manga ancha”.

Tenemos que hacer un acto de fe en el diálogo, participe el GOCR o no; si no lo hace y las fuerzas vivas organizadas representativas de los sectores socio económicos del país relevantes para el caso demuestran su madurez, tendrán algo que ofrecerle a nuestro Congreso, para que legisle y obligue al GOCR y otros poderes de la República a cumplir. Para este servidor es claro que la principal obligación constitucional del Gobierno en sus diversas manifestaciones es la asegurar la prevalencia de la cuna que nos cobija a todos, la Patria.

No creo que el Presidente se atrevería a vetar legislación contra la voluntad nacional si ésta es bien fundamentada y ante el potencial resello. Se trata de ir al diálogo con una mentalidad “ganar-ganar” en la perspectiva de largo plazo y distribuir los costos del ajuste con justicia social y asegurando el fomento de la actividad productiva y competitiva a nivel internacional, para lo que un aparato estatal eficiente y eficaz es clave.

Exviceministro-Subdirector de la OFIPLAN de la Presidencia de la República.

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