La gradería de sol tomó el Partido

Desde La Mina 2.0

Mauricio Castro Salazar
mauricio.castro@costarricense.cr

Dicen que esa frase tiene la firma de Alberto Cañas. Don Beto, como se le conoció, la decía muy a menudo, no sé si fue su autor o simplemente la repetía. Yo lo escuché un par de veces decirla cuando nos dirigíamos en medio de una campaña —cuando era liberacionista— a hacer visitas puerta a puerta, como se hacía antes.

A mí la frase nunca me gustó, porque oí el contexto en que la decía, fuera de contexto suena hasta bonita y graciosa. En un carro en el que viajábamos solo cuatro personas es muy fácil entender con claridad su significado y el sentido que le quería dar…

La frase se repetía cuando dentro del PLN “maiceros” o “polos” salieron electos regidores y diputados en varias provincias, cuando “los varones y condes” de los pueblos tuvieron que someter sus nombres –y por supuesto perdieron— al escrutinio del soberano, pero esta vez el soberano era el pueblo y no aquel soberano que antaño los escogía porque sencillamente habían nacido en cuna de oro.

A mucha gente, no le hizo gracia ese cambio (don Beto fue uno). Prefería que en los palcos de la política siguieran siempre en manos de los que tenía apellidos “tradicionales”, descendientes de héroes, de gamonales, de la antigua aristocracia que quedó como resabio de la Independencia (los mismos que mataron a Mora, a Cañas e incluso a Morazán).

La frase contextualizada debidamente sería: los de la gradería de sol tomaron los palcos….

Un dilecto y estimado paisano, cañero y exdiputado, comentando sobre este tema recordó que mi abuelo Fito, siendo su profesor entre “…lección y lección nos decía que nunca bajáramos la cabeza, que la dignidad del rico no difería nada con la del pobre…”

Lo que de verdad si ha pasado es que alguna chusma, politiquera, manipuladora y sin escrúpulos se coló en la gradería de sol y movió masas para tomar los palcos y los tomó. Y algunos de los “que tenía derecho por cuna” a esos palcos también se chusmearon, se aliaron a los nuevos o simplemente dejaron aflorar lo que tenían adentro…

Eso es una verdad de Perogrullo, pero tenemos que repetirla una y otra vez para combatir esa infiltración que tanto daño ha hecho, hace y hará si siguen las cosas como están.

¿Qué hacer para sacar a esa chusma? ¡Participar más en política!

Estimular a gente sana, honesta y con vocación de servicio (no de servirse) a que participe en política. Someter sus nombres a los procesos que la ley electoral tiene: distritales, cantonales, provinciales y nacionales.

Y por supuesto votar. Votar en las elecciones. No escogiendo a la chusma que se infiltró en los partidos políticos, sino a los buenas y buenas que todavía hay, y a montones.

¿Quién lo puede hacer? ¡Usted, solamente usted!

El próximo primer domingo de febrero vote, saque a los infiltrados.

Yo en mi casa en La Mina, en Santa Ana, ya tengo visto y decididos mis votos. Hágalo usted también.