La Góndola de Banff y el Lago Louise

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Carlos Revilla Maroto

Carlos Revilla

Cuando viajamos al Parque Nacional de Banff en Alberta, Canadá, ya íbamos con la idea de la Góndola, que es teleférico que lo lleva a uno a la cima del monte Sulphur, que está cerca de la ciudad de Banff. De hecho para llegar al sitio donde se sube una al teleférico, hay que tomar el bus de la ciudad, cuya última parada es precisamente el lugar de partida. Si uno ya tiene las entradas, como fue nuestro caso, el bus es gratuito, nada más hay que enseñar los boletos al chofer. Nosotros ya llevábamos las entradas desde Costa rica, pero sin problemas se pueden comprar en el hotel o en el centro de la ciudad. El trayecto de 5 km dura unos 15 minutos.

La Góndola es una de las atracciones más emblemáticas y visitadas del Parque Nacional Banff. Este teleférico ofrece a los visitantes una experiencia inolvidable, llevándolos desde la base del monte Sulphur (azufre) hasta su cima, a una altura de 2 281 metros sobre el nivel del mar. La montaña debe su nombre al fuerte olor a azufre de los aguas termales de sus laderas inferiores. Algunos de estos manantiales se utilizaron como baños públicos a finales del siglo XIX. Las aguas termales albergan una variedad única de plantas y animales, como el caracol de Banff Springs, en peligro de extinción.

La Góndola fue inaugurada en 1959, siendo una de las primeras de su tipo en América del Norte. Desde entonces, ha sido modernizada varias veces para garantizar la seguridad y comodidad de sus pasajeros, así como para minimizar el impacto ambiental en esta área protegida. La estructura original fue construida por la empresa P.H. Bury y desde entonces ha sido operada por diversas compañías, siendo la más reciente Pursuit, que se ha encargado de su gestión y mantenimiento.

El viaje en la Góndola dura aproximadamente 8 minutos y abarca una distancia de 2,3 kilómetros. Las cabinas, que pueden albergar hasta cuatro personas, están diseñadas con grandes ventanas que ofrecen una vista sin obstáculos del impresionante paisaje montañoso. Durante el ascenso, los pasajeros pueden observar la transición de la vegetación, desde los densos bosques de coníferas en la base, hasta las áridas laderas alpinas en la cumbre.

Subirse en la Góndola es hacer un viaje panorámico al corazón de las montañas rocosas. La vista durante la subida en increíble. Ya en la cima se puede disfrutar de vistas panorámicas impresionantes de las montañas Rocosas, el valle de Bow y el pintoresco pueblo de Banff. En la cumbre hay acceso a una variedad de actividades y atracciones. El Centro de Interpretación ofrece exhibiciones interactivas sobre la geología, flora y fauna de la región, así como la historia del Parque Nacional. Hay un restaurante de alta cocina, el Sky Bistro, que ofrece una experiencia gastronómica única con vistas espectaculares. También hay una tienda de recuerdos. La cima se encuentra en la zona subalpina, un lugar más frío, ventoso y seco que abajo.

A lo largo de la cresta hay una pasarela de un kilómetro de largo, bien delimitada y construida con barandas. El recorrido de esta pasarela termina en la Estación Meteorológica Sanson y la antigua Estación de Telegrafía. Este trayecto se ha convertido en el más popular, proporcionando vistas panorámicas en todas las direcciones. Para aquellos que buscan aventura, también hay varias rutas de senderismo.

En el mirador de la cima se pueden ver las montañas Cascade Mountain (2 998 m), Tunnel Mountain (1 692 m), Mount Aylmer (3 162 m), Mount Inglismaldie (2 964 m), Mount Girouard (2 995 m), Mount Peechee (2 935 m), y Mount Rundle (2 949 m). Hice un pequeño vídeo en HD, que grabé desde el mirador:

Es de resaltar que la operación de la Góndola se lleva a cabo con un fuerte compromiso hacia la sostenibilidad y la conservación del medio ambiente. Los operadores trabajan en estrecha colaboración con Parks Canada para asegurar que las actividades turísticas no interfieran con el ecosistema natural. Las instalaciones utilizan energía renovable siempre que es posible, y se han implementado diversas iniciativas de reducción de residuos y reciclaje.

La Góndola no solo es una forma emocionante de experimentar la majestuosidad de las montañas Rocosas, sino que también es un testimonio del equilibrio entre el turismo y la conservación. Proporciona a los visitantes una oportunidad única de conectarse con la naturaleza y aprender sobre la importancia de proteger estos paisajes impresionantes para las generaciones futuras. Un viaje en la Góndola es, sin duda, una experiencia imperdible para cualquiera que visite el Parque Nacional Banff.

La galería está espectacular. No son muchas imágenes pero son de las que hacen decir ¡guau…!

 
El lago Louise, conocido como la “Joya Esmeralda” de las Montañas Rocosas Canadienses, es uno de los destinos más icónicos y fotografiados del Parque Nacional Banff. Su espectacular belleza natural, con aguas de un color turquesa vibrante rodeadas de majestuosas montañas y glaciares, atrae a millones de visitantes cada año. Este lago glacial es mucho más que un simple lugar de interés turístico; es un símbolo de la magnificencia y la serenidad de la naturaleza canadiense. El lago es una obra de arte viviente: una combinación mágica de montañas altísimas, glaciares relucientes, aguas esmeralda y vida diversa.

Exploradores, místicos, comerciantes de pieles, constructores de ferrocarriles, alpinistas, artistas, científicos, poetas, esquiadores y fotógrafos de todo tipo han venido aquí durante generaciones. La zona también es importante para los osos pardos y otros animales salvajes. Todos (animales humanos y no humanos) hemos evolucionado juntos como una comunidad en este paisaje. Sutiles patrones y redes de vida los sostienen. Como parte de esta gran comunidad, nosotros también nos mantenemos. Compartimos la tierra.

El lago fue nombrado en honor a la Princesa Louise Caroline Alberta, cuarta hija de la Reina Victoria. Los indígenas Stoney Nakoda conocían el lago como “Ho-run-num-nay”, que significa “Lago de los Pequeños Peces”. Fue explorado por primera vez por los europeos en 1882, y rápidamente se convirtió en una atracción popular.

El lago se encuentra a una altitud de 1 750 metros sobre el nivel del mar y tiene una longitud de aproximadamente 2 kilómetros. Sus aguas provienen del deshielo del Glaciar Victoria, que se sitúa en el extremo occidental del lago. La sedimentación glacial de finas partículas de roca suspendidas en el agua le da al lago su distintivo color turquesa. Está localizado a unos 40 minutos (57 km) en auto desde la ciudad de Banff, dentro del parque.

El entorno natural ofrece una amplia gama de actividades para todas las estaciones del año: Senderismo: hay numerosos senderos que parten desde las orillas del lago, adecuados para diferentes niveles de habilidad. El Sendero del Lago Agnes Tea House es uno de los más populares, conduciendo a una encantadora casa de té junto a otro lago alpino. Canoeing: durante los meses de verano, los visitantes pueden alquilar canoas y remar por las tranquilas aguas del lago, disfrutando de una perspectiva única de las montañas circundantes. Escalada y montañismo: las montañas alrededor del lago, como el monte Victoria y el monte Lefroy, son destinos populares para escaladores y alpinistas experimentados. Esquí y snowboard: en invierno, la cercana estación de esquí ofrece algunas de las mejores pistas de esquí de Norteamérica, con terrenos para todos los niveles de habilidad. Patinaje sobre hielo: cuando el lago se congela en invierno, se convierte en una pista de patinaje natural, proporcionando una experiencia mágica en un entorno invernal.

El Fairmont Château Lake Louise es el alojamiento más emblemático junto al lago, ofreciendo lujosas habitaciones con vistas espectaculares, así como restaurantes de alta cocina que destacan los sabores locales y regionales. Este histórico hotel ha recibido a numerosos huéspedes ilustres desde su apertura a finales del siglo XIX.

La popularidad del destino plantea desafíos significativos en términos de conservación y gestión del impacto turístico. Parks Canada implementa diversas medidas para proteger el ecosistema frágil del área, incluyendo restricciones de acceso en ciertas épocas del año y programas educativos para los visitantes sobre la importancia de la preservación del medio ambiente.

La combinación de su impresionante paisaje, la variedad de actividades al aire libre y su rica historia hacen de Lago Louise un lugar imprescindible para cualquier viajero que desee experimentar la verdadera majestuosidad de las Montañas Rocosas Canadienses. Pueden ver un vídeo en HD que hice en el lago, para que se den una idea:

Estos lugares son un destino que captura la esencia de la belleza natural de Canadá. Nosotros lo visitamos a inicios de otoño, lo que terminó siendo la época ideal. Pero ya sea que se viste en cualquier época del año, cada estación ofrece una experiencia única e inolvidable. Eso sí, en verano las aglomeraciones de visitantes son muy grandes.

La galería es pequeña, pero también con muy buenas imágenes.

 
Hice un álbum en alta resolución en Facebook, para que puedan admirar en toda su magnificencia las imágenes de los dos lugares (La Góndola y lago Louise).

Cerca del lago Louise, hay otro lago muy famoso, de aguas totalmente azules. Me refiero al lago Moraine. Queda como a 14 km de lago Louise, pero no se puede viajar directamente, solo en algún tour que sale desde pueblo de lago Louise, por lo que no pudimos irlo a conocer por no haberlo planeado. Hace algún tiempo, dentro de la serie “1001 sitios que hay que visitar antes de morir”, habíamos publicado un pequeño artículo. Si lo quieren conocer, esta es una increíble imagen del lago.

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