¿Un deseo o una utopía?
Por Esteban Camacho Hidalgo
Para concretar una iniciativa de esta magnitud no basta con discursos vacíos ni promesas de campaña. Es lamentable observar cómo buena parte de la energía política se diluye en disputas internas que solo dividen y fragmentan los liderazgos locales. La expansión de una zona franca, ya sea mediante parques tecnológicos o ciudades inteligentes de servicios, no puede reducirse a politiquería barata. Este tema requiere planificación estratégica, visión a largo plazo y acciones concretas, especialmente en materia de infraestructura, formación del talento humano y articulación institucional.
Uno de los principales retos que enfrenta Turrialba es su infraestructura. La Ruta 10 no puede seguir siendo una barrera para el desarrollo. Se necesita con urgencia una declaratoria de interés nacional que permita intervenir esta vía de forma integral. No podemos seguir enfocándonos únicamente en el famoso Puente Blanco; debemos mirar la ruta principal como un eje de desarrollo. Esta no es solo una deuda histórica, es una inversión estratégica. Si llegar a Turrialba implica complicaciones logísticas o pérdidas por un cierre del Zurquí, cualquier empresa lo pensará dos veces antes de invertir. Sin una red vial adecuada, un sistema confiable de suministro de agua potable, conectividad de alta calidad mediante fibra óptica o plataformas tecnológicas modernas, el atractivo de nuestra región se desvanece. Resolver estas limitaciones requiere tiempo, recursos y una firme voluntad política.
A la par de la infraestructura, la formación del talento humano es un pilar fundamental. Turrialba tiene jóvenes brillantes, con deseos de superación, pero muchos no encuentran opciones reales en el cantón. Nuestro sistema educativo, tristemente, no responde a las demandas de un mercado global y competitivo. Sin talento bilingüe, sin programadores, técnicos en industria 4.0 o diseñadores digitales, simplemente no somos una región atractiva para la inversión. Es urgente invertir en educación técnica, formación en inglés, herramientas digitales y habilidades específicas acordes al perfil de empresas que podríamos atraer. En este sentido, sería muy valioso pensar en la creación de un Centro Municipal de Capacitación para el Empleo. El gobierno local podría asumir esta tarea ante la falta de respuesta o capacidad del MEP para cubrir estas nuevas necesidades formativas.
La nueva gestión del señor Hidalgo, que muchos observamos con esperanza por sus primeros pasos, podría impulsar una instancia municipal especializada en atender emprendedores, asesorar inversionistas y eliminar trabas burocráticas. Esta sería una señal clara de que Turrialba está lista para recibir inversión con seriedad. No podemos seguir perdiendo oportunidades por trámites lentos, falta de acompañamiento o, peor aún, por desinterés institucional en medio de una crisis económica y social urgente.
La promoción del cantón debe ser profesional, permanente y bien estructurada. La Agencia para el Desarrollo Económico de Turrialba-Jiménez puede cumplir un rol vital, pero requiere respaldo real, recursos, alianzas estratégicas y músculo institucional. No podemos depender únicamente de la buena voluntad de grupos voluntarios. Se necesita planificación, estructura y participación ciudadana activa. Debemos salir a contar nuestra historia, mostrar nuestro potencial y atraer a quienes buscan nuevas regiones donde crecer. Pero esto no puede lograrse desde la improvisación ni desde la división.
La atracción de una zona franca debe convertirse en una causa común. Un proyecto de cantón que supere divisiones políticas y personalismos. Es necesario dejar de lado el protagonismo individual y abrir espacios reales de diálogo entre la municipalidad, el sector privado, la academia, los líderes comunales y la juventud. No se trata únicamente de disponer de terrenos. Se trata de construir una visión integral que articule múltiples esfuerzos y genere las condiciones necesarias para que la inversión llegue y se mantenga.
Este no es momento para competir entre nosotros, sino para unirnos bajo una visión clara y compartida. Si cada sector actúa por su cuenta, no llegaremos lejos. Pero si colocamos a Turrialba como una prioridad estratégica a nivel regional y nacional, podemos lograr lo que hoy parece difícil. No olvidemos que fue precisamente la avaricia, la politiquería y los intereses personales lo que destruyó nuestro sistema cooperativo regional. No repitamos esa historia.
En síntesis, una zona franca en Turrialba no es una utopía. Es una meta alcanzable si dejamos de lado los egos, la indiferencia y los cálculos políticos, y nos comprometemos con el bienestar común. Turrialba merece crecer, y merece hacerlo bien. No podemos darnos el lujo de seguir perdiendo tiempo. Es momento de unir esfuerzos y construir el futuro que esta tierra necesita y merece. Este es el verdadero reto de cara a las elecciones del 2026: una campaña diferente, sin rivalidades ni ataques, sin destruir al nuevo alcalde ni a los grupos organizados, sin chismes ni clientelismo. El desarrollo no se logra con enfrentamientos, sino con propuestas. Y no hay propuesta más urgente ni más transformadora que la de generar empleo digno y sostenible. Porque generar empleo es, en última instancia, reducir la vulnerabilidad social y construir una sociedad más justa para todos.
– Director General Colegio Científico CATIE Sede Turrialba