La estupidez humana

Cuaderno de Vida

Gustavo Elizondo Fallas

“Dos cosas son infinitas, el universo y la estupidez humana, aún no estoy completamente convencido respecto al universo” Albert Einstein

El escritor húngaro Paul Tabori, escribió su obra maestra Historia de la estupidez humana y lo primero que recopila es la cantidad de escritos en la historia cuyo tema es esta condición humana que el mismo autor reproduce del Dr. Feldman; “El ser humano a quien la naturaleza ha suministrado órganos sanos y cuyo instrumento raciocinarte carece de defectos, a pesar de lo cual no sabe usarlo correctamente. El defecto reside, por lo tanto, no en el instrumento, sino en su usuario, el ser humano, el ego humano que utiliza y dirige el instrumento”.

En otro escrito que ahora no precisamos, se dice que todos los seres humanos, por más sensatez que tengan, actúan todos los días como perfectos estúpido, al menos por 5 minutos, lo que sucede es que, aunque el lapso sea corto, podría ser suficiente para un error que podría cambiar nuestras vidas, quizá atender una llamada en el celular mientras manejamos, dejarnos llevar por la ira y atacar u ofender a alguien, decir una frase hiriente o inoportuna que cause efectos difíciles de remediar a nuestros congéneres; lo óptimo sería que esos 5 minutos los tengamos mientras dormimos o descansamos, donde las posibilidades de efectos negativos son bajas.

Lo que no parece aceptable, es la actitud de personas que actúan como perfectos estúpidos constantemente y que a pesar de tener información a mano y presumir de su inteligencia, algo que es propio en los necios, tienen actuaciones fuera de contexto, poco sensatas y lo peor, les encanta hacerlas públicas. Luego de una pandemia que ya supera los 15 meses, existe un grupo de conciudadanos que se dejaron influenciar por teorías de conspiración, donde sostienen afirmaciones como que se trata de un complot ideado por los gobiernos poderosos para manejar a la humanidad y poder, a través de las vacunas, colocar un chip que permitirá controlar cada paso que demos, que detrás de esto están las compañías farmacéuticas que inventaron la pandemia para hacer negocio y que las cifras de contagiados y muertos se manipulan para crear temores infundados; estos seguidores de la estupidez de la que hablaba Tabori toman actitudes como incumplir las medidas sanitarias y rechazar la vacunación, poniendo en riesgo a las personas que se les acercan; la estupidez ha llegado hasta tal grado, que un grupo de enemigos de la vacuna montaron un toldo en una comunidad guanacasteca para hacer campaña en contra de la vacunación, como si se tratara de una convención política. Por dicha el Colegio de Médicos ya acalló a un “doctor” que usaba su halo para escribir en contra de la vacunación atribuyendo efectos sacados de su imaginación distorsionada; ¿Qué hubiese sido de la raza humana si el científico Ingles Edward Jenner no hubiese inventado la vacuna contra la viruela, la primera que se aplicó?, simplemente esta enfermedad nos hubiese desaparecido como a los dinosaurios. Debemos agregar a este “distinguido” grupo seguidores de la estupidez a los políticos populistas que han encontrado en la pandemia, una forma de acarrear agua a sus molinos.

Solo los que pasamos por situaciones dolorosas por perder un ser querido, los que han luchado en los hospitales por vencer la enfermedad, el personal médico sacrificado en la primera línea de combate, podemos entender mejor que no se trata de invenciones que solo caben en la mente de los insensatos, que lamentablemente dejarán esos pensamientos torcidos cuando el dolor entre en sus hogares y no se quiera ir.