La niebla no es la barrera, sino la confianza en el control de colisiones
Caryl Alonso Jiménez
No cabe duda, anticiparse es la acción de cálculo que adelanta riesgos en la incertidumbre. Carlos Robles, amigo y experto en riesgos me expresó alguna vez, que la única forma de previsión de accidentes está en el cálculo de siniestros futuros, principio aplicado al seguro de accidentes, donde las tendencias marcan escenarios.
La idea de la anticipación en términos sociales viene del siglo XIX, en las teorías previsionales de protección social del Estadista General Otto von Bismark (1815-1898), en las que construyó las visiones del Estado de bienestar y los antecedentes del seguro social en el mundo. Hoy vilipendiado por una corriente que da la espalda al sentido teleológico del Estado.
Sin embargo, en escenarios donde las decisiones son altamente sensibles con implicaciones en cambios de poder y control, identificar variables y anticiparse a sus efectos es clave. Por ello es importante comprender la incertidumbre, que mal analizada produce temores o falsos triunfos. ¿Cómo detectar el riesgo en escenarios inestables? Solo cuando se identifican variables descontroladas, de otra forma es coloquio…
Justo es allí donde el concepto de anticipación no solo adquiere su valor como herramienta de las ciencias sociales, sino como instrumentos que puede convertir una crisis en nuevos escenarios o lo que los charlatanes llaman oportunidad. Los coloquios de coyunturas a veces pierden su sentido al sesgar el análisis hacia simples imaginarios y creencias. ¡Ah! Los debates de coyuntura diarios y sus dosis de entretenimiento…
Hace algunos años en el 5to Congreso Mundial realizado en el 2003 en ciudad de México y por invitación de mi profesor Dr. Luis Aguilar Villanueva, en una charla personal abordamos la fragilidad institucional y los cambios. Recuerdo que concluimos que eran parecidos a los fenómenos climáticos, propios de las zonas de confluencia intertropical donde las presiones de corrientes cálidas y frías cambian el tiempo…igual que en la política y en funcionarios de mal carácter, -me dijo.
Pero, ¿Cómo construir escenarios prospectivos con la mayor certeza, que sean útiles a funcionarios, políticos, empresarios y líderes sociales…? A Maquiavelo (1469-1527), se le atribuye una de las expresiones más sabías en la historia del análisis político “Todo aquel que desee saber que ocurrirá, debe examinar qué ha ocurrido. Todas las cosas de este mundo, en cualquier época, tienen su réplica en la Antigüedad”.
Posiblemente el Santo Grial de toda crisis (social, política, empresarial, militar, institucional y familiar), es encontrar la fórmula y salir de esa etapa en el menor tiempo. La omisión e indiferencia a las crisis y tensiones solo agrava posiciones… aunque no se actué por táctica, es preciso medir el entorno y sobre todo las implicaciones. Pero eso no son simples imaginarios…
Se dice que en los escenarios de contiendas, se debe disponer de capacidad del control de variables para situar el tamaño de la crisis y gestión. Los empresarios tienen a expertos financiaros controlando fondos de inversiones y bolsas de valores; las instituciones Estatales tienen analistas de políticas públicas; los militares a estrategas de geopolítica y análisis locales. Queda claro, si no se identifican variables de riesgo y anticipación, es pura diversión y entretenimiento…
Fue justo aquella mañana de principios de siglo, en un seminario de estrategia política, donde un experto habló del punto crucial del estratega. Al parecer era la metáfora del vuelo del Fénix. Es la acción que decodifica y anticipa el enigma de la incertidumbre, propone la gestión de crisis y control de daños… ¿Qué es lo que no se entiende…?
En Inglaterra y aliados en la Segunda Guerra Mundial, no olvidan a Alan Turing (1912-1954) matemático ingles que fue capaz de descifrar las comunicaciones de las fuerzas militares Nazis. Y valga decirlo, fue crucial para el triunfo de los aliados. Hoy puede verse en la cinta “Código Enigma” (2014), que confirma que la incertidumbre es cuestión de ciencia, e inteligencia, no es de adivinanzas.
La extraordinaria maquinaria de la anticipación y su importancia para entender el Siglo XXI, y del que ahora se acusa Occidente de procurar defensas geopolíticas e implicaciones en la interpretación sociológica y política. Es a Samuel Huntington (1927-2008), quien en su libro “El choque de las civilizaciones” (1996), revela las crisis globales previsibles como las religiosas, incluyendo las implicaciones de la caída de la Unión Soviética y sus reacciones más contemporáneas como la agresión a Ucrania.
Robert Kaplan, en su libro “El retorno a la antigüedad, la política de los guerreros” (2002), lectura que despreciaron los estrategas latinoamericanos…. fue el autor que mejor confrontó las teorías sobre la perspectiva del posmodernismo y en la que advierte a estrategas sociales, militares, políticos y empresariales sobre el deslumbramiento de las novedades del siglo XXI, y en las que sostiene que todo tiene su precedente en la historia. Entonces, ¿Por qué no leen a Kaplan?
Anticiparse no es nuevo, lo nuevo es la alta importancia que tiene en las decisiones de alto impacto, en las que se pone en juego trayectorias de proyectos futuros que requieren comprensión de escenarios para las nuevas decisiones.
Pero ¿Cómo anticiparse y controlar las implicaciones de una trayectoria donde los factores de riesgo a veces son ondas sinodales de amplitud constante? Las variables descontroladas siempre tienen puntos de origen. Si no se detectan, aunque se solucione la crisis, estarán latentes y ocultas… Entonces, ¿Por qué no anticipar colisiones…?