Juntos pero no revueltos…

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Carlos Revilla M.

Carlos Revilla

Dice el adagio popular, y esto pareciera particularmente aplicarse al caso en que están envueltas autoridades del Partido Liberación Nacional (PLN), por el caso de donaciones de personas jurídicas (sociedades) a este partido, y que expresamente están prohibidas en el nuevo Código Electoral, que de hacerse configuran lo que se conoce como un delito electoral.

En concreto se está hablando de dos casos de donaciones, una la que hizo don Bernal Jiménez, presidente del Comité Ejecutivo Superior del PLN y la otra don Oscar Alfaro, actual diputado de ese partido. En el primer caso se trata de la donación del inmueble que se conoce como “Balcón Verde” y que es donde desde hace casi 40 años tiene su sede el PLN, y el segundo caso de una donación del alquiler de una propiedad en las inmediaciones de la Asamblea Legislativa —conocida como casa de la victoria— que hizo una sociedad del señor Alfaro en la campaña política del 2010.

Analisemos cada caso por aparte.

Balcón Verde. Primero un poco de historia… El PLN por mucho tiempo no tuvo una sede propia, siempre alquilaba algún local. En los años 50s tuvo su primer sede al costado este del CENAC (antigua Fábrica Nacional de Licores), en unas casas que pertenecieron a don Fernando Valverde Vega y al Expresidente don León Cortés. Posteriormente por muchos años estuvo al costado sur del parque Morazán, a la par del Bar Morazán en la Avenida de Las Damas, aunque el local también se podía acceder por calle. Por cierto como anécdota, recuerdo la denuncia que se hizo en la campaña de 1974 (la que ganó Daniel Oduber), contra el partido Nacional Independiente de González Martén, por el local que estos tenían 100 mt al oeste del INS y, que parecía que estaba a menos metros de los permitidos por la ley, de la sede de liberación. Bueno, pues cinta en mano, miembros del TSE llegaron a medir la distancia entre los dos clubes y por unos pocos metros no se clausuró la sede del Nacional Independiente.

Además de la sede del Morazán, el partido la tuvo posteriormente lo que se conoció como “Sala Garbo” y en “La Casona”, ambas por el Paseo Colón, una a un costado de la Sala Garbo y la otra al final del Paseo Colón, a la par de la bomba de gasolina del lado norte, en una amplia propiedad que iba de lado a lado de la cuadra.

Después de 1974 surge la necesidad de tener sede propia y, cerca de Plaza González Víquez (costado noreste) se puso la primera piedra de lo que sería ésta. Recuerdo que don Pepe participó en la ceremonia. Este intento fracasó, no se los motivos.

Algunos años después, se presentó la gran oportunidad de poder adquirir, en Sabana Oeste, un local donde en ese momento funcionaba un restaurante chino llamado “El Balcón Celeste”. Como dato curioso, este restaurante fue el primer restaurante chino de tipo gourmet en el país.

Si la memoria no me falla, el inmueble se adquirió después de la campaña política de 1978 que perdió el PLN contra Carazo. Lo primero que se hizo fue cambiarle el nombre de “Balcón Celeste” a “Balcón Verde”, esto porque celeste era uno de los colores, junto al blanco, de la bandera de la coalición Unidad de Carazo. Posteriormente se le puso el nombre oficial de “Casa Liberacionista José Figueres Ferrer”, aunque popularmente se le sigue conociendo como “Balcón Verde”.

Inicialmente se creó un sociedad anónima llamada “Verde y Blanco S.A.” que pasó a ser la dueña del inmueble. Entre sus socios estaba el tesorero del PLN de ese momento don Alonso Lara. ¿Porqué se hizo esto y no se traspasó directamente al PLN? sin conocer los detalles, me aventuro a decir que la razón fue la de prevenir algún percance con la propiedad, como embargos o que la hipotecaran. De hecho la sociedad probó ser el instrumento más adecuado en ese momento, pues poco tiempo después de adquirido hicieron un embargo de bienes, imagínense lo que hubiera pasado con el Balcón…

El tiempo fue pasando, y llegó el momento de poner las cosas en orden y formalmente pasar el Balcón Verde a nombre del partido.

Casa de la victoria. Esta es una propiedad en la cercanías de la Asamblea Legislativa, propiedad de una sociedad anónima llamada “Chicharrín S. A.” cuyo dueño es el diputado Oscar Alfaro. Esta propiedad (casa) funcionó en la campaña del 2010 como club del partido y así fue inscrita ante el TSE. Incluso asistí un par de veces a reuniones políticas en ese lugar, que era la sede del cantón central.

Ya comentados los dos casos, ahora veamos que dice el artículo del Código electoral sobre las donaciones, que está en el capítulo VII sobre el Financiamiento Privado a los partidos políticos:

ARTÍCULO 128.- Prohibición de la contribución de extranjeros y personas jurídicas
Prohíbese a los extranjeros y a las personas jurídicas de cualquier naturaleza y nacionalidad efectuar, directa, indirectamente o en forma encubierta, contribuciones, donaciones o aportes, en dinero o en especie, para sufragar los gastos de los partidos políticos. A los extranjeros, sean personas físicas o jurídicas, también les está prohibido otorgar préstamos, adquirir títulos o realizar cualquier otra operación que implique beneficio de cualquier clase para los partidos políticos.

Los miembros del comité ejecutivo superior serán responsables de velar por el cumplimiento de esta norma.

Como se ve, expresamente el Código Electoral prohíbe las donaciones a los partidos políticos por parte de personas jurídicas (sociedades). Y efectivamente eso fue lo que sucedió en ambos casos.

Sobre este tema el directorio Político del PLN emitió un comunicado de prensa que en su considerando dice lo siguiente:

El Partido Liberación Nacional considerando:

1- Que el inmueble denominado Balcón Verde, ha sido propiedad del Partido desde hace 39 años por medio de una Sociedad Anónima creada al efecto.

2- Que el Partido Liberación Nacional cumpliendo con lo estipulado en la reciente reforma del Código Electoral, sin mediar pago de dinero alguno ni del estado costarricense, ni del sector privado, se trasladaron la propiedad de todas las acciones que representa su capital accionario directamente al Patrimonio del Partido mediante escritura pública, para normalizar la situación legal, sobradamente conocida. Todos los actos anteriores fueron debidamente comunicados al Tribunal Supremo de Elecciones.

3- Que por otra parte, en la campaña electoral del año 2010 se solicitó inscribir un local en el cantón central de San José, mediante los procedimientos legales establecidos; inscripción que fue aceptada por el Tribunal Supremo de Elecciones. Dicho local nunca funcionó como tal, no existiendo por consiguiente relación alguna de dominio o uso por parte del Partido.

4- Que en ambos casos, no existe ninguna actuación dolosa, ni oculta, ni ilegal, ya que el Tribunal Supremo de Elecciones fue debidamente informado, conforme lo exige la Constitución Política y el Código Electoral. Por estas actuaciones el Partido no solicitó ni recibió pago alguno de la contribución estatal ni del sector privado.

Y esto precisamente es lo que me da pie para hablar de «juntos pero no revueltos». Me parece que todos los liberacionistas estamos de acuerdo en que había que pasar el «Balcón Verde» al PLN, y que a pesar del procedimiento (no había otra forma de hacerlo), fue algo que se hizo con total transparencia y sin mediar ningún otro interés que el de poner —por fin— las cosas en regla, más si también eso significa saber que el partido está sano económicamente y que no habrá peligro de perder el inmueble.

Entonces, lo actuado por las autoridades del partido con respecto al Balcón Verde hay que defenderlo y apoyarlo. Pero, y este es el gran pero, ¿por qué meten en el mismo saco a lo que hizo el diputado Alfaro? ¿Por qué se pone en la misma dimensión hechos con una génesis muy diferente? No es ni parecido lo que se hizo con el Balcón Verde a lo que se hizo con la tal casa de la victoria de Alfaro. Incluso posiblemente con implicaciones éticas que pueden ser muy diferentes.

El PLN lleva la razón cuando dice “el Partido no solicitó ni recibió pago alguno de la contribución estatal ni del sector privado” por ambos actos. Pues por supuesto que no, estamos claros que fueron una donación, pero también estamos claros que eso lo prohíbe hacer expresamente el Código Electoral (ver artículo 128).

Entonces ¿por qué revuelven una cosa con la otra? Tengo algunas hipótesis sobre esto, que por el momento no las elaboro, solo les digo: ¿tendrá algo que ver que diez integrantes del directorio político —quien hace el comunicado de prensa— sean también diputados, incluido por supuesto el de la donación?

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Un comentario

  1. Carlos y compañeros, buenas noches. Debo indicar que también tengo mis reservas en este caso. El Balcón y su traspaso a nombre del Partido parece lógico y razonable, además no media más que un hecho de poner en orden y regla la propiedad más importante del PLN y, no sólo por razones legales, sino históricas y por qué no decirlo hasta sentimentales. Digamos que este caso es de interés de todos los liberacionistas. Pero el caso de Chicharrín S.A., es otro cantar pues el mismo si donó el alquiler en una campaña, que sin lugar a duda si está claramente tipificada en el Código Electoral. Creo que Carlos tiene razón y ambos casos no se pueden meter en el mismo saco.

    RCC

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