Por Daniela David (dpa)
En los últimos años se han restaurado con esmero muchos jardines y casas solariegas en Irlanda del Norte. Gracias al clima templado, incluso se puede ver crecer allí plantas exóticas. Los que conocen este mundo, saben que cuando se va a conocer una mansión y un jardín en el norte de la isla irlandesa, no queda muy lejos la siguiente composición paisajística moldeada por un apasionado jardinero.
Para explorar jardines grandes y espectaculares hay que salir al campo, donde la nobleza y la rica burguesía hicieron construir sus espaciosas fincas. Imprescindible perderse Mount Stewart, en el condado de Down, probablemente el jardín más importante de Irlanda del Norte.
El Jardín de la Dama
Este jardín es el legado de una egocéntrica dama de la alta sociedad. Las plantas de Lady Londonderry, que datan de los años 20 del siglo pasado, se ven delicadas y femeninas. Esta mujer excéntrica y apasionada por la jardinería creó un reino de magia verde en el que colocó figuras míticas entre plantas exóticas. Ella envió cazadores de plantas a tierras lejanas para conseguir que le llevaran a su propiedad esas particulares especies.
«El dinero no importó a la hora de diseñar la casa o el jardín”, explica Neil Watt. El gerente de la opulenta vivienda, donde está a cargo de los 6.000 objetos que se exponen. El aura de la prominente dama de la casa sigue presente en los nobles salones de la mansión.
Como de otro mundo
Muchas de las viejas paredes de estas mansiones en Irlanda del Norte todavía desprenden un aura del poder y la riqueza que conocieron antaño. En el solitario Castle Ward, se sigue haciendo historia, al menos para la televisión. Sus nobles aposentos han servido como escenario de la aclamada serie de televisión “Juego de Tronos”. Especialmente en un día lluvioso con nubes oscuras uno se puede imaginar fácilmente como figuras de otro mundo caminan entre las palmeras y las hojas altas del bosque primigenio de Gunnera.
El jardinero Andrew Dainty está particularmente interesado en la restauración del parque histórico. «Recientemente restauramos la parte baja del jardín siguiendo el original de 1860. Aquello sí fue un trabajo», señala con orgullo. En los jardines de la era victoriana se solía recurrir a la amplia variedad de colores que contrastaban y en este caso hay 61 lechos de coloridas flores.
El romanticismo marino y las obras de arte
La casa solarariega y el jardín de la finca de Montalto son muy elegantes. El sendero de Lake Walk discurre a lo largo del lago, situado en un lugar que parece de postal, entre antiguos arces. De las ramas de los árboles cuelgan obras de arte de metal que parecen grandes bolas perforadas. El jardín de la finca, que se mantiene en perfecto estado y bien cuidado, está abierto al público desde 2018. Los propietarios tenían varios jardines temáticos.
La belleza a través de la artesanía
Los jardines de Ballyrobert muestran cómo la gente obsesionada con los jardines los convierten en un refugio para sus plantas. Maurice Parkinson dirigió el Departamento de Parques de Belfast, pero ahora, ya retirado, diseña su propio jardín en Ballyclare, en el condado de Antrim. Y lo hace todo él mismo. «Mejor tres horas al día de jardinería que apuntarse al gimnasio», afirma.
El visitante camina a través del césped ondulado que lleva al jardín de la cabaña casi natural. Las ventanas ingeniosamente recortadas en los setos guían la vista hacia otros lechos y praderas de flores.
No lejos de allí se encuentran los jardines del Castillo de Antrim, donde tejos centenarios forman una poderosa avenida, y la vista del túnel verde oscuro queda grabada en la retina. El complejo es único: un jardín de castillo sin castillo, ya que el edificio se quemó en 1922. «Nuestro jardín comunitario tiene suerte», afirma el guardabosques Angus McVicker. «Tenemos una gran inversión pública y voluntarios para ayudar a arrancar las malas hierbas».
Donde la reina viene de visita
El compromiso voluntario de los ciudadanos muestra el alto valor de los jardines en la sociedad británico-irlandesa. Esto es particularmente cierto en los jardines reales como el del Castillo y los jardines de Hillsborough. La monarca británica reside allí cuando visita Irlanda del Norte. El resto del tiempo, grupos de visitantes se abren camino a través del castillo gregoriano del siglo XVIII, donde se puede contemplar, entre otros, un trono dorado. En el parque de la finca también hay un rododendro de 120 años para admirar.
INFORMACIÓN
Jardines en Irlanda del Norte
Cuándo viajar: La mayoría de los jardines están abiertos desde la primavera hasta el otoño (boreal) y hay que pagar entrada para acceder. Conviene informarse de los horarios de apertura.
Cómo llegar: La forma más práctica de llegar a los jardines es volar a Belfast y alquilar un coche.
Situación del coronavirus (septiembre 2020): el Reino Unido es el país más afectado por la pandemia en Europa en cuanto a número de muertos. Viajeros de determinados países pueden entrar nuevamente en el país sin restricciones. Sin embargo, deben cumplimentar un amplio formulario online con los datos de contacto. El formulario se tiene que presentar como mínimo 48 horas antes de la entrada.
Más información: www.discovernorthernireland.com