Berlín, 25 may (dpa) – Un vídeo compartido en Internet en el que jóvenes alemanes corean consignas racistas contra los inmigrantes a la salida de un bar en la exclusiva isla de Sylt, en el mar del Norte, desató la indignación en Alemania.
El grupo coreaba «¡Fuera extranjeros!» y «Alemania para los alemanes» mientras sonaba una canción muy popular, «L’amour Toujours» de Gigi D’Agostino, en un bar de la localidad turística de Kampen, un destino preferido por veraneantes alemanes adinerados.
En la grabación, de apenas unos segundos de duración y que se ha hecho viral en las redes sociales desde el jueves, hombres y mujeres jóvenes gritan las consignas racistas mientras se ríen. Un hombre parece indicar un bigote hitleriano con los dedos en el labio superior.
El canciller Olaf Scholz condenó enérgicamente el incidente. «Está claro que esas consignas son repugnantes, inaceptables», dijo en Berlín. «No debe haber tolerancia. Y por eso es justo que todas nuestras actividades vayan dirigidas precisamente a evitar que esto se extienda.»
La policía que investiga delitos de motivación política asumió las pesquisas del caso. El uso de lemas o símbolos nazis, así como otros tipos de incitación al odio, es ilegal según la legislación alemana.
«En estos momentos circula por las redes sociales un vídeo de gente celebrando en Sylt. Estamos al tanto de este vídeo y lo estamos examinando en busca de contenido penalmente relevante», informó la Policía en una publicación en la red social X.
Este no es el primer incidente de este tipo relacionado con la canción en Alemania, un éxito pop italiano de hace 20 años que, al parecer, ha sido adoptado por los extremistas alemanes de derecha.
Las autoridades de varios estados alemanes están investigando incidentes similares de cánticos racistas en el que se cambia la letra de la canción.
El hecho de que el último incidente se produjera en Sylt, un destino de vacaciones elegante y exclusivo muy popular entre las élites alemanas, suscitó especial repudio.
El ambiente lujoso y la multitud que bebía champán luciendo camisas de colores claros y gafas de sol mientras entonaba cánticos racistas desentonan con los estereotipos típicos que muchos alemanes tienen de los extremistas de extrema derecha.
El veterano político del Partido Los Verdes Jürgen Trittin se burló de los «nazis de Prosecco» en un comentario publicado en X, mientras que la colíder de las Juventudes Verdes, Svenja Appuhn, denunció a los «esnobs fascistoides».
Los propietarios del bar Pony, donde se tomaron las imágenes, se distanciaron del incidente en una publicación en Instagram y dijeron estar «profundamente conmocionados».
«Nos distanciamos de cualquier tipo de racismo y discriminación», escribieron en una entrada en la red social. «Si hubiéramos tenido conocimiento del incidente, habríamos expulsado a los clientes en cuestión. No hay lugar para el racismo».
Todos los clientes, independientemente de su origen étnico, son bienvenidos y las personas grabadas en el vídeo no podrán volver al local, afirmaron.
El dueño del bar, Tim Becker, dijo a dpa que las cinco personas que aparecían en el vídeo habían sido identificadas, y que había facilitado a las autoridades sus nombres y pruebas adicionales, como las grabaciones de las cámaras de seguridad.
Becker se mostró horrorizado por el incidente y anunció que prohibirá la reproducción de la canción en el futuro. Anticipó asimismo que interpondrá demandas civiles contra los implicados, que se les había prohibido la entrada en su pub y que no serán bienvenidos en ningún otro lugar de la isla.
«Ya no podrán aparecer por Sylt. Tenemos muchos propietarios de restaurantes amigos», dijo Becker.
Para la ministra alemana del Interior, Nancy Faeser, el incidente es una vergüenza para todo el país. «Cualquiera que grite consignas nazis como ‘Alemania para los alemanes – extranjeros fuera’ es una vergüenza para Alemania», declaró Faeser al grupo mediático Funke.
Faeser indicó que el incidente plantea la cuestión de qué tipo de clima de odio anima a estas personas a efectuar declaraciones tan tremendamente racistas en público. «No debe haber una normalización sigilosa», demandó Faeser.
DENUNCIA
Los operadores del bar de la popular isla turística alemana de Sylt presentaron una denuncia ante las autoridades después de que se hiciera viral un vídeo en el que se veía a algunos de sus clientes coreando consignas racistas de la época nazi.
«Si nuestro personal se hubiera percatado en algún momento del comportamiento en cuestión, habríamos reaccionado inmediatamente. Habríamos informado inmediatamente a la Policía y presentado cargos. Desde entonces ya lo hemos hecho», escribieron en Instagram los responsables del conocido restaurante Pony, en la lujosa localidad de Kampen.
La unidad policial especializada en delitos con motivación política investiga a los implicados por posible incitación y uso de signos anticonstitucionales, denominación oficial en Alemania relacionada con el uso de símbolos y lemas nazis.
Para algunos de los implicados, el vídeo ya ha tenido repercusiones. La agencia de publicidad Serviceplan Group anunció en Instagram el viernes por la noche que despidió sin previo aviso a un empleado implicado en el incidente.
«No toleramos el racismo en ninguna de sus formas dentro de nuestro grupo de agencias», declaró la empresa.