Luis Alejandro Álvarez Mora
No es de recibo la posición de la Presidencia de la República en materia impositiva. No puede descargar completamente la responsabilidad en los diputados. Es urgente, más que nunca, que se tomen por parte del Ejecutivo las medidas que corresponden para solucionar este tema.
Esto conlleva, eso si, un esfuerzo extra, establecer un diálogo franco y serio con las diferentes fracciones en el Congreso, más cuando la contención del gasto público no ha sido el fuerte en esta administración.
Muy importante que tantos uno y otros lleguen a establecer las prioridades. No podemos continuar con la polarización de posiciones, el costo puede ser muy caro.
La sociedad civil es conciente de la necesitad de reducir el déficit fiscal, pero de igual manera está esperando señales claras y definitivas de parte del Ejecutivo para sentirse conformes con hacer un esfuerzo y contribuir a las arcas del estado sin sentir que se está hechando agua en un canasto.
No se puede olvidar por parte de los sectores gobernantes que hay un gran segmento de la sociedad que hoy apenas logra salir con sus obligaciones, y tampoco es viable dejar de lado la competitividad, que ya nos ha generado éxodo de empresas a otras naciones, y que nos ha generado la pérdida de muchos puestos de trabajo.
Es necesario que el Presidente intercale dentro de su apretada agenda de viajes un espacio para que, junto a sus Ministros, establezca una hoja de ruta para el tema Fiscal.
En el Congreso se han dado señales positivas ante el problema fiscal, e igualmente para el diálogo, y se ha denotado de parte de la Comisión de Hacendarios una posición consecuente con la realidad que necesita el país.
El tiempo apremia, ya se dan los primeros pasos en los partidos de las precandidaturas frente a la campaña que se avecina, y no debe de politizarse el tema, pues es de interés de todos quienes aspiran a llegar a Zapote, tener este problema resuelto.
Es ya, antes de que se caliente el ambiente electoral, cuando corresponde dar ese paso, consolidar los acuerdos con los diferentes sectores y presentar las propuestas en la corriente legislativa para que se debata a la brevedad, sin imposiciones como las que en el pasado han dado al traste con iniciativas anteriores.
No podemos omitir un llamado igual al sector sindical, que igual tiene sobre sus hombros una responsabilidad de las medidas que haya que tomar, y está en manos de sus dirigentes asumir esa responsabilidad histórica con Costa Rica.
– Abogado