Brujería
A menudo incomprendidas y difamadas, las artes mágicas se practican más que nunca.
EL CONCEPTO y la práctica de la brujería han existido a lo largo de la historia documentada y probablemente desde milenios antes La brujería ha desempeñado tradicionalmente multitud de funciones, entre ellas la religiosa, la medicinal o la profético-divinatoria.
Una creencia muy extendida es que la brujería pretende influir en las personas en contra de su voluntad, controlando sus pensamientos, afectando a sus cuerpos o imbuyendo sus propiedades con cualidades sobrenaturales. Históricamente se ha acusado a los brujos malintencionados de provocar enfermedades, hambrunas, sequías, mala suerte y otros problemas. Por el contrario, los usuarios de la brujería «blanca» o benévola curan enfermedades, traen buena suerte y realizan actos considerados positivos y socialmente aceptables. El lanzamiento de hechizos y la nigromancia, la práctica de comunicarse con los muertos para predecir el futuro, se encuentran entre las supuestas prácticas más comunes de las brujas.
La visión occidental dominante de la brujería como algo maligno tiene sus raíces en las doctrinas del Antiguo Testamento contra la brujería, de las que luego se hicieron eco el cristianismo y el islam. La firme oposición de la religión a la brujería se basaba en la eterna lucha entre el bien y el mal: La brujería se consideraba maligna y una herramienta del diablo. A partir de mediados del siglo XV en Europa, miles de personas fueron acusadas de brujería, lo que dio lugar a cazas de brujas, triáis de brujas, encarcelamientos, torturas o ejecuciones. La histeria colectiva contra las brujas aumentó en la América colonial durante los infames juicios de brujas de Salem, en Boston, a principios de la década de 1690. Veinte personas acusadas de brujería fueron ejecutadas, catorce de ellas mujeres. Otras, entre ellas dos niños pequeños, murieron en prisión.
La brujería moderna suele incluir la medicina popular, el despertar de los espíritus y el chamanismo, entre otras prácticas. La Wicca, creada en Inglaterra a mediados del siglo XIX por Gerald Gardner, es quizá la brujería contemporánea más conocida. Los wiccanos se adhieren a la Rede Wicca (Si no perjudica a nadie, haced lo que queráis), lo que significa que cualquier rito que realice un wiccano no debe perjudicar a otra persona. La Primera Enmienda de la Constitución de EE.UU. garantiza el derecho a la libertad de creencia religiosa, incluida la brujería. Sin embargo, en algunos Estados se prohíben prácticas a menudo asociadas con la brujería, como la adivinación. Tales ordenanzas no son leyes antibrujería, sino leyes antifraude promulgadas para proteger al público
Basado en «100 greatest mysteries» de The History Channel.