Grandes misterios

La banda de los agujeros

Miles de agujeros ordenados, hechos por el hombre, recorren la ladera de una montaña en el valle peruano de Pisco.

EN 2014 Charles Stanish, experto en arqueología inca de la Universidad de California en Los Ángeles, recibió una llamada de un hombre de Pittsburgh preguntándole qué pensaba de la extraña serie de hoyos en el suelo del valle peruano de Pisco, comúnmente llamada la «Banda de Hoyos.» Sin conocer el lugar, aunque estaba a sólo 16 kilómetros de un yacimiento que había excavado en el cercano valle de Chincha, el profesor Stanish lo consultó en Google Earth y vio imágenes por satélite de miles de pequeñas cavidades artificiales que subían por la ladera de una montaña. Stanish organizó un equipo para investigar la extraña anomalía.

En 2015, Stanish y su colega Henry Tantaleán se dirigieron al Monte Sierpe, la montaña en la que aparecieron las depresiones. Un rápido reconocimiento reveló que los agujeros tenían unos tres pies de ancho y estaban excavados entre 20 y 40 pulgadas de profundidad en el suelo. Muchos de los agujeros estaban rodeados de pequeñas rocas en la superficie. El camino ascendente de agujeros se extendía a lo largo de una milla. Imágenes aéreas tomadas por un dron revelaron entre 5.000 y 6.000 agujeros, divididos en agrupaciones; algunas tenían filas diagonales de agujeros y otras filas perpendiculares regulares. Una de las agrupaciones tenía forma de reloj de arena. El equipo también encontró cerámica que databa de la ocupación inca de la región en el siglo XVI.

Stanish no fue el primero en «descubrir» los conjuntos poco habituales. En 1933, el geógrafo Robert Shippee publicó una fotografía aérea de la Banda de los Hoyos en Natonal Geographic. Otros arqueólogos estudiaron la zona, uno de los cuales afirmó que los agujeros eran tumbas en desuso y otro sugirió que los incas los utilizaban como almacén.

¿Por qué los incas se esforzaban tanto en cavar agujeros en el suelo? ¿Para qué servían?

Stanish cree tener la respuesta. Monte Sierpe está a unas cuatro millas de Tambo Colorado, un gran centro administrativo inca. Los agujeros aparecen en un camino que conduce directamente a Tambo Colorado. El profesor cree que los agujeros se utilizaban para medir productos, como judías o calabaza, como tributo o impuestos pagados al estado inca. Los ciudadanos llenaban los agujeros con alimentos bajo la atenta mirada de los contables del Estado, que registraban las cantidades depositadas en los agujeros.

Basado en «100 greatest mysteries» de The History Channel

Revise también

Old Stove Brewing

Old Stove Brewing Company (Seattle)

Especial para Cambio Político SEMPER COMPOTATIUM Y LLEGÓ LA PATRULLA DE BARES Al rescate de …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *