La tumba de Alejandro el Grande
El lugar de descanso final del mayor conquistador del mundo antiguo ha dejado perplejos a los eruditos durante siglos.
ALEJANDRO el Grande, rey del reino griego de Macedonia, forjó uno de los mayores imperios antiguos del mundo, que se extendía desde el mar Mediterráneo hasta el río Indo, una extensión de más de 5.000 kilómetros. Murió en el 323 a.C. a la edad de 32 años. La ubicación de la tumba del célebre conquistador es uno de los enigmas más perdurables de la historia.
La mayoría de los estudiosos creen que Alejandro fue enterrado en Alejandría, Egipto, la ciudad que fundó en el 331 a.C. Decenas de expediciones han rastreado la ciudad en busca de la tumba de Alejandro, todas sin éxito. Sin embargo, algunos arqueólogos han propuesto lugares totalmente distintos para la tumba. En 1995, la arqueóloga griega Liana Souvaltzi insistió en que había encontrado la tumba en el oasis de Siwa, en el extremo occidental de Egipto. Los egiptólogos rechazaron universalmente su afirmación. El descubrimiento en 2014 de una vasta tumba construida en la época de Alejandro en Anfiópolis, en el norte de Grecia, ha despertado un legítimo interés por la posibilidad de que se tratara de su última morada.